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Arremete la CETEG en el desfile contra funcionarios, legisladores y políticos

*En la marcha en Acapulco les lanzaron hacia el presídium botellas de plástico, latas, palos, plantas y hasta sillas

*Todos salieron corriendo, entre ellos el ex gobernador Rubén Figueroa

*Aumento salarial y mejores prestaciones, las demandas generalizadas en las manifestaciones en el estado por el Día del Trabajo

*Forman trabajadores de la CTM una nueva federación y se adhieren al PRD

Arremeten integrantes de la Ceteg contra funcionarios y legisladores en el desfile por el Día del Trabajo en Acapulco

*Les lanzaron hacia el presídium botellas de plástico, latas, palos, plantas y hasta sillas. Todos salieron corriendo, entre ellos el ex gobernador Rubén Figueroa. Aumento salarial y mejores prestaciones, las demandas generalizadas de los trabajadores

Karina Contreras /Aurora Harrison / Mariana Labastida

Los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) irrumpieron en el desfile cívico-obrero por el Día del Trabajo en Acapulco, y luego de exponer sus demandas y darle voz a los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, al ver que los integrantes del presídium se levantaban para dar fin a la conmemoración lanzaron contra ellos botellas de plástico con agua, latas, palos, plantas, sillas y otros objetos.
Traspasaron la malla metálica, lo cual hizo que corrieran los asistentes, entre ellos el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer; el diputado local Rubén Figueroa Smuthy; los delegados federales del ISSSTE, Daniel Pano Cruz, de Profeco, Fermín Alvarado Arroyo, y de la Secretaria de Economía, Álvaro Burgos Barrera; y el dirigente de la CTM, Antelmo Alvarado Arroyo, y  funcionarios municipales.
Durante el desfile trabajadores del ayuntamiento, principalmente de la sección 24 del SUSPEG, reprocharon el incremento salarial y pidieron la salida del alcalde Luis Waton Aburto –quien no asistió al desfile–, como lo hicieron también los policías municipales con el secretario de Seguridad Pública, Alfredo Álvarez Valenzuela.
Entre las demandas comunes de los diferentes grupos de trabajadores estaban las mejoras salariales, mejor atención médica en clínicas del IMSS e ISSSTE, abasto de medicinas, rechazo a las reformas laboral, educativa y energética, y el pago de los adeudos del ISSSTE para que se liberen los préstamos y las jubilaciones.
Cuando el desfile llevaba más de dos horas, en un altercado con los integrantes de la sección 56 del Suspeg y del sindicato de electricistas, que no marcharon, los maestros cetegistas se metieron en el desfile para marchar al Zócalo.
Hubo un momento de jaloneo entre los cetegistas y los electricistas, pues los segundos pedían respeto a su lugar, pero para evitar problemas se replegaron, pero los alumnos de Ayotzinapa y algunos maestros les tiraron botellas de agua mientras les gritaban: “esos son, esos son, los que chingan a la nación”, “charros traidores las luchas son mejores” o “aquí a los lados, aquí no hay acarreados”.
El jaloneo no pasó a mayores y los maestros de la CETEG avanzaron para llegar al presídium, donde estaban el síndico Armando Tapia Moreno; el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer; el secretario del Trabajo, Alberto López Rosas; el delegado del ISSSTE, Daniel Pano Cruz; el delegado de Profeco, Fermín Alvarado Arroyo, y los diputados locales Ricardo Taja y Rubén Figueroa; así como el dirigente de la CTM, Antelmo Alvarado.
Mientras los oradores cetegistas daban su mensaje, alumnos de Ayotzinapa empezaron a gritarle al ex gobernador Rubén Figueroa “Aguas Blancas no se olvida”, “asesino, asesino”, y el que tampoco se salvó fue Alberto López Rosas, a quien le gritaron “asesino de Ayotzinapa”.
Figueroa Alcocer recibió las acusaciones con un gesto serio y el segundo con una leve sonrisa nerviosa.
Tomó el micrófono el  estudiante de Ayotzinapa, Alonso Vázquez, y dijo que el 1 de mayo, Día del Trabajo, no se puede olvidar el asesinato de los dos estudiantes de la normal, Gabriel Echeverrría y Jorge Alexis Herrera, y reprochó que el gobierno siga hostigando y reprimiendo a la escuela, pero manifestó que eso no los va detener en la exigencia de justicia para sus compañeros.
Reprochó que en lugar de que se impulsen proyectos que propicien el desarrollo quieren desaparecer a Ayotzinapa, pero sigue en pie y “no debemos desmayar ni decaer pues por todos nuestros muertos y presos políticos lo pagarán”.
Mientras que el orador de la CETEG demandó al delegado del ISSSTE, Daniel Pano Cruz, que escuche la inconformidad del magisterio activo y de jubilados y pensionados para que paguen el SAT-Fovissste que les deben desde el 2001.
Indicó que desde que se jubilan les deben de pagar ese seguro de ahorro para el retiro y ya deben entregar esos millones a los jubilados, porque “no es posible que esas personas que ostentan cargos políticos vivan en la riqueza mientras los jubilados nos estamos muriendo de hambre”.
Dijo que la otra exigencia es que les regresen los 50 días de aguinaldo que les quitan cuando se jubilan,  y convocó a no dar ni un voto más al PRI, PAN y PRD.
Al concluir los oradores, los maestros cantaron el himno de “Venceremos” con el puño izquierdo en lo alto.
Como no se movía el contingente, el síndico Armando Tapia le dijo al subsecretario de Asuntos Políticos del ayuntamiento, Delfino Hernández, que concluyera con el desfile, y mientras se despedían los políticos, las botellas empezaron a caerles de todas partes, por lo que los del presídium buscaron la forma de bajarse, pues segundos después fueron aventadas hasta las palmeras y sillas.
Los integrantes del presídium comenzaron a correr a diferentes lados del templete cubriéndose; al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer lo cubrieron y llevaron hacia atrás, donde estaba la lona con la leyenda del desfile cívico-obrero, la cual levantaron para que el priista descendiera de la tarima de la cual brincó, mientras que le abrían camino entre las mallas metálicas para que pasara; se escuchaba que le gritaban al “restaurante, al restaurante”.
El ex gobernador iba rodeado por personal de Gobernación y Protección Civil, que lo llevó por los restaurantes que están del lado izquierdo del Zócalo, a donde lo siguieron algunos docentes, que lo dejaron continuar  su camino con su hijo y el delegado de Profeco, Fermín Alvarado, quienes caminaron esquivando gente y automóviles hacia la calle Quebrada para salir a Juan R. Escudero, frente a la tienda Woolworth, donde estacionaron una camioneta en medio de la avenida para que la abordaran.
Los manifestantes alcanzaron a golpear con una botella de plástico al ex gobernador, también al diputado federal Antelmo Alvarado, que fue uno de los últimos en bajar de la tarima; alcanzaron a manchar  al secretario del Trabajo, Alberto López Rosas, a quien le tiraron varias palmeras; también al subsecretario de Asuntos Políticos, Sociales y Religiosos, Delfino Hernández, que intentaba calmarlos, y agredieron además a la reportera Adriana Covarrubias, que fue la única que quedó sobre el templete.
Los maestros y estudiantes quitaron  la tela que cubría el templete, tiraron las vallas metálicas, las plantas que estaban de decorado las usaron de proyectiles, al igual que las sillas que estaban arriba e incluso se escuchó a alguien sugiriendo que se quemara la instalación, lo cual no ocurrió.
Unos cinco minutos después del zafarrancho y con todo destrozado, el contingente de los cetegistas empezó a marchar de nuevo y desde el sonido el orador felicitó a los alumnos de Ayotzinapa por los desmanes, pues dijo: “Felicidades por lo que han hecho, porque no es nada con lo que han hecho ellos”, y “es una probadita de la fuerza de los trabajadores porque ellos nos han hecho peor, corrieron como ratas”.
Al llegar frente al Palacio Federal el contingente se deshizo y cada región buscó su camión para retirarse al igual que los alumnos de Normal Rural de  Ayotzinapa.

“Aguirre Rivero, te quedó grande Guerrero”

Los  2 mil maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de Educación Guerrero (CETEG), entre activos y jubilados, así como estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y el Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), salieron en marcha a las 11:30 de la mañana del ex Ineban para mostrar su rechazo a las reformas estructurales que se han aprobado por parte de los diputados y senadores.
Había maestros de todas las regiones del estado, pero encabezando iba la región de La Montaña baja y la mayoría con sombreros y sombrillas para cubrirse del intenso sol del medio día.
Al frente iba una camioneta de donde iban los oradores dando su postura y reprochando las reformas, sobre todo la educativa, pues dijeron que con ella se les quitan muchos de sus derechos ganados por años.
Durante la hora 20 minutos que duró la marcha del ex Ineban al zócalo, las consignas se dejaron escuchar, entre ellas “aplaudan, aplaudan no dejen de aplaudir, que está reforma se tiene que morir”, “adelante, adelante, que la lucha es constante”, “el maestro luchando también está enseñando”, “de norte a sur, de este a oeste, ganaremos está lucha cueste lo que cueste” o “ese puño va a tirar esa reforma criminal”.
No faltaron las consignas contra el presidente Enrique Peña Nieto como: “Gaviota, Gaviota tu marido es un idiota”, “De la a la Z Peña analfabeta” o “Si hay que evaluar con Peña hay que empezar”, “Urgente, urgente, evaluar al presidente”, pero el gobernador Ángel Aguirre no se salvó y las consignas también llovieron para él como la de “Aguirre Rivero te quedó grande Guerrero”, “Aguirre Rivero ya vete de Guerrero”.
Los diversos oradores que tomaban el micrófono en el sonido que llevaban montado en una camioneta recriminaron a los partidos políticos, sobre todo al PRD, que hayan homologado las leyes estatales con las federal, porque fue una traición al pueblo; acusaron que en el gobierno de Ángel Aguirre se ha criminalizado la lucha social y al que no matan lo encierran en la cárcel.
Indicó que independientemente de eso ellos seguirán con su lucha para defender sus conquistas laborales y que les den los 90 días de aguinaldo a los jubilados.
Durante el trayecto la marcha fue observada desde los negocios, a lo que los maestros les gritaban que se unieran a la lucha contra las reformas educativas porque es importante la unidad del pueblo.
Indicaron que seguirán luchando hasta que logren echar abajo la reforma electoral.
La marcha avanzó a paso lento y por momentos se paraban, sobre todo en los cruces, pues a la falta de policías de tránsito ellos tenían que cerrar los cruces, pero muchos carros se pasaban a gran velocidad.
Cuando ya llevaban cerca de la hora se informó que ya los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) serían recibidos en la Secretaría de Gobernación, por lo que los organizadores pidieron seguir aguantando, que la marcha era de resistencia y que ya estaba dando frutos.
El integrante de la Comisión Política de la CETEG, Montaña baja, Pedro Ramírez García, indicó que la movilización estaba dentro de las acciones acordadas en el tercer congreso político que se dio en Oaxaca y en apoyo a la reunión de la dirigencia del CNTE para entregar el pliego petitorio; que también la marcha era demostrar a los diputados y empresarios la inconformidad que tienen por las leyes aprobadas.

También en apoyo a los estudiantes de Ayotzinapa en su demanda de plazas, la libertad de los presos políticos y en rechazo a la aprobación que hicieron los diputados locales el 11 de marzo para homologar las leyes estatales a las federales porque afecta la educación.

El desfile

A las 9:30 de la mañana un contingente de militantes del Partido del Trabajo (PT) encabezados por Genaro Vázquez Flores se instaló frente al templete colocado en el zócalo, por donde pasarían los contingentes de los diferentes grupos de trabajadores por el Día del Trabajo; ahí exigieron una audiencia con el alcalde, Luis Walton Aburto, la cual les fue concedida para hoy a las 10 de la mañana. Antes de retirarse los manifestantes se instalaron por cinco minutos en el presídium.
Después un grupo de jubilados, con lonas en las que exigieron que se les pague a tiempo su mensualidad y que se respete el calendario marcado, se colocaron también frente al presídium que aun no era ocupado por nadie. Los integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional se manifestaron frente a la tienda Sanbor’s, y fueron rebasados por la Federación de Trabajadores del Estado de Guerrero que era el contingente donde venían los políticos y representantes sindicales.
A las 10:30 subió al presídium el ex gobernador Rubén Figueroa, su hijo el diputado local Rubén Figueroa Smuthy; los diputados locales del PRI, Julieta Fernández de Añorve, que sólo permaneció unos minutos, Héctor Astudillo Flores y Ricardo Taja; el secretario del Trabajo, Alberto López Rosas; los delegados del ISSSTE, Profeco y Economía, así como regidores y funcionarios municipales; el ausente fue el alcalde Luis Walton Aburto. Posteriormente llegó el alcalde de Taxco, Salomón Majul.
Los primeros en iniciar el desfile fueron de la Unión de Pensionados y Jubilados del ISSSTE de Acapulco y Coyuca, que solicitaron más camas para que no se suspendan las cirugías, que se tenga transporte equipado para ellos y material suficiente, y exigieron una vida digna con prestaciones.
El segundo contingente fue el del sindicato de músicos que interpretaron para los asistentes Vivir la vida, de Marc Anthony, Get lucky de Daft Punk y Treasure de Bruno Mars; pidieron al gobernador Ángel Aguirre Rivero y al alcalde que no permitan que muera la música viva.
Los acompañó un pequeño contingente de integrantes de la ANDA. De fondo los contingentes tenían una manta de los trabajadores de la construcción exigiendo respeto a sus derechos laborales.

Policías por aumento y destitución de Alvarez Valenzuela

Después avanzaron unos mil policías municipales y sus familiares, que estaban esperando que empezara el desfile para manifestar su demanda de destitución del secretario Alfredo Álvarez Valenzuela, el incremento salarial del 20 por ciento y seguro de vida.
El contingente salió a las 8:30 de la mañana, marchó por??la avenida Cuauhtémoc con mantas y cartulinas; unas decían “también los policías tenemos familias, queremos nuestro seguro de vida vigente y aumento del 20 por ciento”, “fuera Valenzuela por tirano”.
Cuando llegaron frente a la Clínica 9 del IMSS, estaban algunos otros trabajadores de las secciones sindicales de la CTM que abrieron paso para que los uniformados pasaran; de los policías algunos iban con su uniforme y otros vestidos de civil, e iban acompañados de sus familiares, quienes decidieron apoyarlos en sus demandas laborales.
Además otras decían “fuera Álvarez por transgresor de los derechos humanos”,  “fuera secretario de seguridad pública por corrupto, prepotente y discriminatorio”, y gritaban “no somos 30 no somos 100, fíjate Walton, fíjate bien”, “la policía unida jamás será vencida” y “policía municipal presente y en orden”.
Otra cartulinas más que llevaban decían “queremos que ocupe el cargo una persona con ética y moral”, “cuántos exámenes de confianza más quieren”, “seguro social IMSS, uniformes completos” y “Walton devuélvele el seguro de vida a los policías municipales”.
Al terminar su participación en el desfile se regresaron marchando de nuevo a la SSPPC donde están concentrados.
A los policías siguieron los contingentes de las diferentes secciones de la CTM (20, 113, 12, 34), que coincidieron en la exigencia de aumento salarial, seguridad social, medicinas y reparto de utilidades justo, coincidiendo con el primero que hizo la exigencia, el sindicato de trabajadores de la Industria Gastronomíca y Conexos;  los trabajadores de la sección 20 expusieron que tienen derecho a participar en la política.
La sección 12 expuso su apoyo al dirigente estatal de la CTM, Antelmo Alvarado, para candidato a gobernador, y se pronunciaron a favor de su dirigente sindical, Rodolfo Escobar, para alcalde de Acapulco, con mantas en las que lo calificaran como obrero rebelde, con el que “vamos por el rescate de Acapulco”, “Acapulco voy por ti”.
En otras se leía “muera el supremo gobierno”, “el petróleo es de los trabajadores”, “muera la comisión nacional de salarios mínimos”, “el sector obrero está en guerra”, “Peña se acordó de todos menos de los obreros” y “el sector obrero está de luto porque han matado su autonomía”. Con ellos también iba la Unión de Vigilantes.
Entre los contingentes de la CTM se metió el de Salud del gobierno del estado, que exigió respeto a los derechos ganados, una reforma salarial, mejores instalaciones, materiales e insumos, “no al robo de los beneficios de la base laboral”.
También el contingente de las Preparatorias Populares se metió en el desfile para exigir derechos, calidad y transparencia en la educación, llamar a pasar de la resistencia a la ofensiva y se pronunciaron en contra de las reformas en telecomunicaciones.
Continuó el desfile con la sección 34 de la CTM en la que iba su dirigente, César Landín, los cuales pidieron una vivienda digna, “huelga sí, reforma no”, mejora salarial, respeto a la autonomía sindical, no más ferias del trabajo, más hoteles no condominios en Acapulco, “no al pago de impuestos, si prestaciones sociales”, “mejores clínicas de salud y mejor equipadas con más personal, queremos salud de primera”, así como más seguridad.
Los trabajadores del INEA pidieron basificación de los trabajadores de honorarios.
Los de la Unión Nacional de Trabajadores sección 20-A, encabezados por su líder, el director de gobernación municipal, Felipe Loyo Malabar, pidieron audiencias públicas con los tres niveles de gobierno, mejores servicios públicos en colonias populares, titularidad de contratos colectivos de sindicatos nacionales y la desaparición de la comisión de salarios mínimos. Detrás de ellos veían un grupo de Sindicato de Trabajadores de la Montaña alta.
La Unión Nacional de Trabajadores llegó con un contingente conformado con diferentes grupos como los trabajadores del Sindicato de Trabajadores de Organismos Operadores de Agua del Estado de Guerrero  (STOAEG), la sección 21 de Telefonistas, DIF Estatal, Stauag,  Sttaisuag, Sutcobach e incluso un grupo del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop) y comerciantes de mercados de artesanías.
Expusieron que estaban cansados de la clase gobernante, que estaban ahí para reivindicar la memoria histórica del movimiento nacional  y recordar los mártires de Chicago; los telefonistas rechazaron la ley secundaria de telecomunicación, y acusaron que se pretende apoyar con la infraestructura de Teléfonos de México a otras empresas, lo cual enfatizaron defenderán, “que no quiera Televisa aprovecharse de todo lo que hemos hecho”, y exigieron que los políticos se pongan la camiseta y representen a los trabajadores.
Los comerciantes del mercado de artesanías de Caleta se manifestaron a favor de la modernización pero respetando sus locales, mientras que los del Parazal pidieron seguridad y servicios públicos municipales. Los del DIF del estado pudieron no al tope salarial, el retiro y cese de contrataciones unilaterales, aumento salarial y pago de bonos pendientes.
El Stauag pidió aumento salarial, rechazo total a la reforma laboral, 90 días de aguinaldo, jubilación justa, garantías laborales y sindicales, al igual que los del Sttaisuag; los del Sutcobach pidieron nivelación salarial, zonificación de vida cara, y los tres se manifestaron en contra de la reforma laboral y educativa, exigieron mejor atención en el ISSSTE y se manifestaron en contra de la presa la Parota.
El círculo femenino de emprendedoras obreras y campesinas del estado de Guerrero se manifestó a favor de Antelmo Alvarado y lanzaron a los del presídium flores y globos que llevaban.
El contingente del SUSPEG coincidió en solicitar respeto a las conquistas sindicales, subsidio para la crisis económica del ISSSPEG para que se puedan otorgar préstamos y tramitar jubilaciones; también exigió que el ayuntamiento pague los préstamos que ellos ya liquidaron con empresas prestamistas, y que por no hacer el pago del gobierno municipal están en el buró de crédito; la sección 19 solicitó la aplicación de bases de nueva creación.
Los trabajadores de la sección 24 llegaron gritando “uleros”, mientras en el micrófono, Julio Alvarez Corona a nombre de los trabajadores exponía que no estaban conformes con el incremento salarial que se les otorgó, reprochó al alcalde que no ha cumplido con su palabra empeñada de que los sacaría del buró de crédito, y expuso que la administración heredó la deuda y por eso debe de pagarla, “no tenemos por qué pagar platos rotos los trabajadores, no tienen por qué afectarnos, que paguen los culpables pero no los trabajadores”.
Mientras en la calle los trabajadores gritaban “paro, paro” y preguntaban “‘¿dónde está el presidente?”, “el dinero que ganamos no nos alcanza”, “que renuncie, que renuncie”, “que se vaya que se vaya”, así estuvieron por más de 15 minutos en los que reprocharon también al comité sindical haberse vendido porque el incremento fue del 0.1 por ciento según las pancartas.
La sección 27 de CAPAMA se manifestó a favor del director del organismo, Benito Trujillo Sánchez; las secciones 35, 21 y 56 expusieron al alcalde que no estaban de acuerdo con el incremento salarial “mísero de 4 por ciento”, pero que le demostrarían con trabajo.
Los de la 56 exigieron la salida de la delegada de Saneamiento Básico y la salida del director del ISSSTE por el mal trato a los trabajadores.
Los trabajadores del sindicato del ISSSTE pidieron un “basta” a la carencia de medicamentos y suspensión de cirugías por falta de camas; políticos corruptos váyanse asustando que esto va empezando” y “basta de ineptos funcionarios” se leía en sus pancartas.

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