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No han valorado el papel de la mujer campesina en las políticas públicas, señalan en un foro en Atoyac

Buscan organizaciones sociales que se genere una agenda con perspectiva de género para que se garantice la soberanía alimentaria en el municipio

 

Francisco Magaña

Atoyac

Organizaciones sociales del municipio de Atoyac encabezadas por la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Colectivo de Mujeres Campesinas, Comunidad Raíz Zubia y Madres Solteras, celebraron el Foro Municipal sobre la Mujer, Economía Solidaria y Soberanía Alimentaria, con la participación de ponentes nacionales sobre el papel de la mujer en el campo, la alimentación y los productos transgénicos.
Los ponentes de la Organización Internacional por el Derecho Humano a Alimentarse, El Instituto Maya, Semillas de Vidas y el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, coincidieron que el papel de la mujer campesina ha sido desvalorado por las políticas gubernamentales y su trabajo ha quedado en la invisibilidad aun cuando la mujer es la que produce en el campo, en el hogar y fomenta la economía solidaria.
El acto fue celebrado en el centro Paraíso Tropical, con más de 200 asistentes, en su mayoría mujeres de las comunidades de Junta de los Ríos, Remonta, San Francisco, Soledad, El Edén, El Paraíso, Tres Pasos del Río, Florida, Poza Verde, El Camarón, Agua Fría y la colonia Las Palmeras.
Lo anterior con el propósito de fortalecer la participación de la mujer y generar una agenda ciudadana con perspectiva de género para garantizar la soberanía alimentaria en el municipio y que se les reconozca en la políticas públicas.
Lorena Paz, del Instituto Maya, lamentó que no se reconozca el trabajo de la mujer como productora, aún cuando es la que trabaja más “en el campo, la cocina, administra y atiende el hogar, pero eso no se ve, no se le valora, son invisibles”.
Dijo que la situación se complica más debido a que no son poseedoras de tierras aún cuando trabajan en ellas, lo que refleja que en el planeta, sólo un uno por ciento de las mujeres son reconocidas como propietarias de tierras de trabajo.
Eso afecta, dijo, porque no son consideradas en programas de financiamiento y créditos, aun cuando desde el campo y en sus propios traspatios cultivan la tierra.

De ese mismo Instituto, Rosario Cobos reseñó que en los treinta años que tienen de trabajo han sido testigos de que las luchas que se han originado en Atoyac han repercutido internacionalmente y han dejado enseñanzas.
Citó la lucha que han emprendido con la campaña “Sin maíz no hay país” en defensa de lo que ha originado el Tratado de Libre Comercio, que permitió la importación de productos básicos que se producen en el campo mexicano.
Hizo un exhorto al gobierno municipal actual para que atienda los resolutivos que ahí se concensuaran, invitó a los presentes a que les den seguimiento y los alentó a que “no permitan que nos quiten nuestras semillas, nuestra identidad, las cosas no se solucionan con despensas, alimentación chatarra en las escuelas ni comedores donde se fomenta la obesidad”.
Sostuvo que los pequeños y medianos productores tienen capacidad para a todo el país, “que no nos vendan la idea de que debemos traer de otro país productos, de tan lejos como Sudáfrica o Vietnam que es muy caro, cuando con ello se podría apoyar a los productores del país”.
Destacó que las importaciones implican también daño a la salud por la llegada de productos transgénicos que ha sido prohibidos en países europeos.
Por su parte Daniela Villanueva Peña, de Semillas de Vida, explicó los riesgos que implica producir y consumir productos transgénicos, “que son semillas genéticamente modificadas engañándonos que son de tecnología de punta”.
Alertó que las transnacionales se quieren apropiar de semillas como el maíz, la soya y el algodón. Dijo que el maíz es el más codiciado debido a su versatilidad, por el sinfín de productos que se pueden elaborar de la planta, desde papel higiénico hasta aceites, cuando pertenecen a los campesinos.
Norma Mesino, de la OCSS, dijo que con el foro buscan que se reconozca el papel de la mujer y que se integre a las políticas públicas.
Destacó que después de la tormenta Manuel, “las que resistieron fueron las semillas criollas y la gente de ahí está viviendo, aun cuando dejó de atender su cosechas para sumarse a los trabajo de reconstrucción de los caminos con el empleo temporal, el cual no se les ha pagado”, criticó.
En el foro se celebraron mesas de trabajo cuyos resolutivos serán presentados al gobierno municipal para que se incluyan en la agenda de trabajo municipal a la que dará seguimiento el Consejo Municipal por el Derecho a una Alimentación Adecuada.

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