No participaron en la agresión a políticos en Acapulco, dicen normalistas de Ayotzinapa

Lourdes Chávez

Tixtla

Dirigentes de la Normal Rural de Ayotzinapa rechazaron que los alumnos de esta institución hayan sido parte del ataque a políticos y funcionarios que estuvieron en la mesa de invitados en el desfile del primero de mayo en Acapulco.
En una conferencia de prensa realizada en su escuela, ratificaron el pronunciamiento hecho ese mismo día en demanda de la destitución del secretario de Trabajo, Alberto López Rosas —procurador del estado durante el desalojo violento de estudiantes donde fueron asesinados dos normalistas—, así como de justicia por la masacre de Aguas Blancas ocurrida en el gobierno de Rubén Figuera Alcocer, pues los dos personajes asistieron como invitados de la festividad del Día del Trabajo.
El secretario del Comité Directivo Estudiantil, Alonso Marques Nájera, aseguró que quienes señalaron a personas infiltradas como estudiantes de Ayotzinapa responden a una campaña de satanización en su contra.
Aseguró que los normalistas que estuvieron en el puerto no participaron en el desfile y fueron con el rostro descubierto para ejercer su libertad de expresión en el mitin político de las organizaciones.
Indicó que su mensaje eran los puntos incumplidos por el gobierno del estado del informe especial sobre las violaciones graves a los derechos humanos durante el desalojo de estudiantes el 12 de diciembre de 2011.
También consideró que se buscó desviar la atención de los mensajes políticos de las organizaciones, porque los estudiantes insistieron en la destitución de López Rosas, que recibió como premio por la represión a los normalistas una secretaría, y señalaron la impunidad en el caso de Aguas Blancas, donde fueron asesinados 17 campesinos que exigían fertilizante.
Aseguró que acudieron a Acapulco sólo 30 estudiantes de la normal, porque es difícil trasladarse en grupos amplios por el acoso policiaco cuando salen a realizar sus actividades políticas.
Añadió que desde que comenzó a marchar el contingente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), también señalada por la agresión a los políticos, notaron que personas “infiltradas” se metían entre los marchistas, pero imaginaron que era de un sindicato independiente.
Señaló que el desprestigio que incita la campaña de satanización contra los estudiantes los afecta en sus traslados a las comunidades, sin embargo tienen confianza en el criterio de los padres de familia, que saben que los normalistas son formadores de los alumnos.
En otro tema, informó que se amplió el periodo de entrega de fichas al 9 de mayo, para que los aspirantes de nuevo ingreso soliciten su entrada en la escuela que ofrece 100 espacios de educación primaria y 40 de educación primaria con enfoque intercultural bilingüe.
Asimismo, indicó que la semana pasada se reunieron con el asesor externo del gobierno del estado, Ernesto Aguirre Gutiérrez, para confirmarles la construcción de un nuevo edificio para dormitorios, y el 10 de enero les darían la fecha de demolición del inmueble que se va a sustituir, luego de muchos años de representar un riesgo para la población.
Recordó que mejorar las condiciones de vivienda en la escuela que funciona como internado, es otra de las recomendaciones del informe especial de la CNDH.
Finalmente, el dirigente indicó que otras de las demandas pendientes de su pliego petitorio de 2014 es la entrega de animales de granja para mantener la unidad de producción, y un taller de panadería.