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No hay quejas contra la Sedena por violar los derechos humanos, contradice el general Cordero a la CNDH

No hay quejas contra la Sedena por violar los derechos humanos, contradice Cordero Luqueño a la CNDH

*El decomiso de armas a los policías de Acapulco fue para revisar sus permisos, afirma, pero dice que no se las devolverán hasta que concluya su paro laboral

El comandante de la Novena Región Militar,  Martín Cordero Luqueño negó que tengan quejas por violaciones a los derechos humanos cuando se le recordó de las ocho que tiene la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entre enero y marzo de este año, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En declaraciones a reporteros al término de la toma de protesta a conscriptos del Servicio Militar Nacional (SMN) Cordero Luqueño negó que haya quejas por violaciones a los derechos humanos.
–¿Cuáles quejas tenemos?, respondió Cordero Luqueño ante la pregunta y se le insistió en que según la CNDH tienen ocho.
–Aquí no tenemos ese tipo de denuncias ni de quejas contra derechos humanos.
Después indicó que su postura es “no lo debemos de permitir y vamos a proceder como corresponda”.
Del decomiso de armas a policías municipales de Acapulco el 23 de abril, el comandante dijo que fue un procedimiento que se realiza cada año en cada uno de los estados “para dar cumplimiento a la ley” y revisar el permiso que tiene cada una de las dependencias de seguridad, “en  este caso la Policía Municipal, es una revisión de rutina”.
Un reportero le preguntó si las armas la mantendría el Ejército hasta que concluya el paro laboral, e indicó que “probablemente sí”.
El comandante aseguró que no encontraron ninguna irregularidad en la revisión de las armas de la Policía Municipal de Acapulco y que sólo se revisó la licencia colectiva de acuerdo a las armas que tienen registradas en la Sedena, de las cuales informó “son más de mil 500 armas”.
Del enfrentamiento en Ajuchitlán del Progreso este domingo donde fueron asesinados tres presuntos sicarios por el Ejército, Cordero informó que no hubo bajas de soldados y confirmó que “hay tres bajas de civiles y aseguramiento de tres cuernos de chivo y dos AR-15, cartuchos, cargadores y uniformes”.

Se desmayan cuatro conscriptos

En la ceremonia, Cordero Luqueño acompañado del alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto tomó protesta a mil 462 jóvenes conscriptos de la clase 1995 y remisos de los municipios de Acapulco y Juan R. Escudero, entre los cuales hay unas 100 mujeres voluntarias.
El mensaje fue leído por el comandante del 56 Batallón, Juvenal Cortés González.
Durante la ceremonia cuatro jóvenes, entre ellos tres mujeres voluntarias se desmayaron debido a los fuertes rayos del sol y fueron atendidos por soldados del Ejército.
Asistieron el comandante de la Octava Región Naval, José Rafael Ojeda Durán y el comandante del 22 Batallón de Infantería René Alberto Canto Oliva. (Carlos Moreno A.).

Torturan militares a un joven de Lagunillas, La Unión, y acosan a las mujeres, denuncian

Brenda Escobar

Zihuatanejo

Vecinos de la comunidad Lagunillas, en el municipio de La Unión, denunciaron que han sido víctimas de abusos por soldados del Ejército, quienes han allanado viviendas y golpeado a sus ocupantes, ?además de que han ofrecido dinero a menores de edad para que les informen si conocen a personas relacionadas con la delincuencia organizada.
Las denunciantes fueron amas de casa de esa de localidad que solicitaron la omisión de sus nombres por temor a represalias.
Dijeron que hace cinco días un grupo de militares llegó a acampar en la casa ejidal de ese lugar y que desde el primer día se distinguieron por acosar a las mujeres del pueblo a las que se ofrecen a acompañarlas con frases cargadas de connotación sexual.
Una de las quejosas denunció que ante ese hecho en particular los esposos de las mujeres casadas que han sido ofendidas por los militares no pueden reclamarles porque en los pocos días que llevan asentados han dado muestra de sus abusos pues, sin orden de cateo, hace dos días allanaron la vivienda de Ángel Torres Sánchez, un joven que vivía solo en esa comunidad.
Según las denunciantes, los militares torturaron al joven: lo golpearon y lo obligaron a tomarse por completo el agua de un garrafón mientras lo interrogaban y acusaban de trabajar para la delincuencia organizada, además de que le robaron sus pertenencias, entre éstas una televisión, un DVD, una colchoneta y un ventilador, así como 20 pesos que llevaba en su cartera, posteriormente lo amenazaron que si denunciaba o daba a conocer el hecho regresarían para matarlo, razón por la que a las pocas horas abandonó la comunidad.
Según las amas de casa, desde que llegaron, los soldados se han acercado a menores de edad a los que les ofrecen dinero y les preguntan si saben de alguien que esté relacionado con la delincuencia organizada, por lo que ellas expresaron su indignación, “son niños, no tienen por qué pararlos para ofrecerles dinero y preguntarles cosas”.

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