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La reforma al campo busca proteger a la gran industria, advierte Sebastián de la Rosa

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

Durante el sexto congreso estatal de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) en el estado, el diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez expresó que la reforma al campo que impulsa el gobierno federal pretende proteger a las grandes industrias y no beneficia a los pequeños y medianos productores del estado.
Los asistentes demandaron mayores apoyos al campo, en especial con el fertilizante y el subsidio que otorga el gobierno a través del ramo 33, que ha sido limitado en el presupuesto destinado a los ayuntamientos en un 20 por ciento.
Al acto de inauguración acudieron el senador perredista Sofío Ramírez Hernández, el diputado federal Vicario Portillo Ramírez y el local Evencio Romero Sotelo, el representante del presidente de la CIOAC a nivel nacional, Gilberto Silvestre León, y la secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga.
Ante más de 400 campesinos del estado reunidos en el salón Diamante de la capital, en su intervención el diputado perredista y dirigente de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas ?acusó al gobierno de armar la reforma con la cúpula de la Confederación Nacional Campesina (CNC), sin la participación de las organizaciones campesinas y agrícolas del país.
Además de ser una reforma de protección desde el gobierno hacia los intereses de las grandes industrias y el decremento al desarrollo de los pequeños y medianos productores del campo, dijo.
De la Rosa Peláez sostuvo que se está realizando una agenda de discusión a la par, que es distractora del verdadero trasfondo de la ley al campo.
Porque así como se presentó la ley ante la Cámara de Diputados se están justificando las actividades mineras “depredadoras” en el país, dijo.
Pero señaló que se está buscando que los apoyos y los proyectos para el campo lleguen a manos de los campesinos y no de las grandes industrias.
Por su parte el diputado local Evencio Romero, de Movimiento Ciudadano, dijo que la reforma es una “puñalada” a los campesinos, y que el presidente Enrique Peña Nieto está retomando lo que Carlos Salinas de Gortari no pudo realizar en 1992.
Además de que la reforma pretende desaparecer la figura de los ejidos para que las grandes industrias puedan comprar la tierra de los campesinos aprovechándose de la necesidad de los ejidatarios. Romero Sotelo dijo que no se puede seguir comparando y por lo tanto tratando igual el campo de los estados de sur del país que a los del norte.
Y expresó que antes de que se apruebe la reforma debe someterse a una consulta a los campesinos en cada estado, porque en el caso de Guerrero el 80 por ciento del territorio pertenece a los campesinos, que suman más de 2 millones.

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