Vendedores de oro del Centro exigen vigilancia policiaca tras nuevos asaltos

Mariana Labastida

Integrantes de la Unión de Joyeros del Centro pidieron a las autoridades municipales más seguridad, luego de que asaltaron a una de las vendedoras de oro de la calle Velázquez de León.
Los comerciantes aseguraron que desde que los policías preventivos están en paro laboral se incrementaron los robos a los vendedores y asaltos a los transeúntes porque “el centro está solo, abandonado”.
Los integrantes de la Unión de Joyeros del Centro, quienes prefirieron guardar el anonimato por temor a represalias, señalaron que se incrementó la inseguridad en esa zona de la ciudad porque no hay vigilancia, “si cuando los policías preventivos resguardaban por la cercanía del módulo que está en el mercado del Parazal había robos, ahora que no hay vigilancia, se han incrementado”.
Recordaron que el último de los asaltos fue perpetrado ayer alrededor del mediodía, cuando dos hombres despojaron de la mercancía que tenía en un cajón de madera a una de las vendedoras de oro de la calle Velázquez de León, a quien amenazaron con una pistola para llevarse anillos de graduación y de matrimonio.
Según relataron testigos, mientras los dos hombres se acercaron a la vendedora, otros dos vigilaban en la esquina donde está el módulo de policía, e incluso cuando otra comerciantes alertó a la víctima para que pusiera atención, uno de los que vigilaba la amenazó para que se callara y pudieran llevar a cabo el atraco, luego de robar piezas de oro como aretes, cadenas, anillos y dijes, escaparon rumbo al mercado del Parazal.
Entonces, los comerciantes llamaron al número de emergencias, pero no tuvieron una respuesta pronta, por lo que después amenazaron con bloquear las calles para que les atendieran.
Más tarde llegaron militares, policías federales y estatales a atender el reporte de robo.
Tras las pesquisas, los militares detuvieron a dos jóvenes que una de las comerciantes identificó como uno de los hombres que participó en el asalto.
Finalmente, los vendedores expusieron que desde que no hay policías cierran a las 6 de la tarde porque los robos han incrementado, ya que los delincuentes “nada más están viendo la oportunidad” y por ello es que cierran más temprano porque no hay resguardo policial.
Ese día, luego del asalto, los comerciantes de oro de la calle Velázquez de León levantaron sus puestos y guardaron sus cajones para evitar que otro de ellos fuera sorprendido.