Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone

Relatos de lealtad y dignidad

 Cuéntase que en los tiempos de la Revolución Mexicana, cuando la División del Norte era el ejército más poderoso y triunfante sobre la faz de la República, los generales del Estado Mayor del Centauro del Norte, Francisco Villa, pidiéronle una reunión pero donde no estuviera uno de ellos, de nombre Rodolfo Fierro.

El general Villa concedió a sus generales la audiencia solicitada, en donde elevaron queja y reclamo por la conducta del general Fierro. Manifestaron a Villa que ya no lo aguantaban más; solicitándole lo sacara del Estado Mayor del ejército villista porque era punto menos que imposible coordinarse con él, para seguir batallando contra la soldadesca federal del general Victoriano Huerta.

No obstante que le reconocían valentía y arrojo en la hora de los combates, lo acusaron de irreverente y majadero para con ellos; poseyendo además, lengua larga. Que cometía tropelías y rapacerías sin fin en los pueblos a donde llegaba; violaba a cuanta muchacha se le ponía enfrente, cuando no las buscaba para tal fin; era de costumbre fusilar para después averiguar, feroz y sanguinario contra el enemigo y que cuando no mataba, bebía como órdago. Por esas y otras muchas razones le pedían a Villa que lo destituyera.

La respuesta de Francisco Villa a sus muchachitos no se hizo esperar: les concedió la razón sobre el comportamiento reprobable de Rodolfo Fierro, de lo que ya tenía conocimiento. Pero les reconvino y recordó que nadie había comentado, que la prenda destacable de Rodolfo Fierro era la lealtad aparte de ser buen combatiente, razones por las cuales lo seguía manteniendo a su lado, a pesar de su actuación réproba.

Les refirió que los triunfos y el poder mantenían a todos ellos aglutinados y cohesionados en torno a su persona, que encarnaba toda la fuerza que tenía la División del Norte. Pero también les recordó que las mieles de la gloria y del triunfo no serían eternas. Cuando empezaran las derrotas y el ejército del norte triunfante pasara a ser ejército vencido, muchos de los ahí reunidos, aquellos que no estuvieran ya muertos, andarían buscando como acomodarse en las filas de los nuevos generales victoriosos. Y entonces, el único que lo seguiría a él, a Villa, en la hora de la derrota y la persecución; en la hora de la soledad, sin poder alguno, andando a salto de mata, sería Rodolfo Fierro. Y cuenta la historia que tal cual, así sucedió después.

En otro tema y orden de ideas, mi suegra Deva Garro, solía decirme que en la política como en el servicio público, el guardar congruencia entre lo que se hace y se dice, acorde con principios y valores, muchas veces conlleva riego y costo. Por pretender ser fiel uno mismo a su conciencia, puede perderse cargo y salario, por lo tanto, habrase perdido algo. Puede uno además, perder lugar de residencia y labor: habrá perdido uno algo más. Puede perderse incluso la libertad o la salud, y entonces la pérdida será mucha, importante y valiosa. Pero cuando se pierde la dignidad, entonces se pierde todo, absolutamente todo. Por eso hijo, por lo que más quieras, nunca pierdas tu dignidad.

Con el correr de los años, al conocer y testimoniar, en diferentes circunstancias y condiciones, lo que es la miseria de la conducta humana, que doblega su decoro y honestidad, una y otra vez, por un plato de lentejas, aún cuando el plato sea de oro. Cuando por preservarse en el poder o en el puesto, los hombres son capaces de vender hasta a su propia madre o cuando por conveniencias desconocen principios y amistades, me percato cada vez más de cuanta razón le asistía a mi suegra.

PD1.–En palabras de Gabriel Gómez López, ¿Puede haber algo peor que vivir en la quietud y comodidad de la nadería, para quienes aman la libertad, aborrecen la injusticia y se sienten parte íntegra de la humanidad?. Volvamos otra vez, agregaría yo, a contemplar el magnifico mural del hombre en llamas de José Clemente Orozco, en el Hospicio Cabañas en Guadalajara, Jalisco, para redoblar votos de inquietud sin tregua para el próximo año.

PD2.–Como regalo de Navidad el PRD-Guerrero le obsequia al pueblo guerrerense la ignominia del trafique descarado de su diputación local plurinominal, consumada entre la claudicante y el perverso. Ver para creer.

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