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Debe exigir el síndico que el PRI aclare la corrupción: Amador

  * Defiende el alcalde el derecho del PRD a manifestarse “como cualquier otra organización”

 Maricela Santos, corresponsal, Zihuatanejo * El alcalde Amador Campos Aburto dijo que respeta a su partido, el PRD y a su dirigencia, y consideró que la manifestación de perredistas que se registró ayer en contra del síndico Joaquín González Ramírez es un derecho tanto de ese instituto político como de cualquier otra organización.

Media hora antes de que iniciara la manifestación de perredistas de Azueta contra el síndico, el alcalde había insistido en que no tenía problemas con González Ramírez y que las diferencias eran parte de la apertura democrática interna del cabildo, pero después consideró que el síndico ve “moros con tranchete” y lo criticó por no dedicarse a exigir que se aclare la transición de bienes, muebles e inmuebles que dejó en forma irregular la anterior administración, del PRI.

Luego señaló que en este conflicto hay cuestiones  políticas debido a las diferentes corrientes que convergen en el ayuntamiento “y desde luego que el señor González ha hecho declaraciones fuertes y ha dicho cosas que son mentiras”, como en el caso específico de la puesta a consideración de la petición de un descuento al hotel Radisson.

“Yo no tengo problemas con el señor síndico, pero hay cosas que algunas personas ven como si hubiera un golpeteo dentro de la administración yo les repito que las reuniones de cabildo se dan como se deben dar en un cabildo plural. No pasa nada, se discuten las propuestas se saca la mejor y siempre ha ganado lo mejor”.

Campos Aburto dijo que fue informado con anticipación de la protesta, y agregó que respeta “al partido, a la dirigencia y si ellos quieren manifestarse están en su derecho, como también puede ir a manifestarse cualquier otro partido o cualquier organización”.

Debido a que los manifestantes propusieron un plebiscito también para la revisión de salarios aprobados por el cabildo, Campos Aburto dijo que este caso “se está manejando mal” porque hubo una sesión de cabildo dónde se aprobaron sueldos “y no estamos jugando, creo que si acaso sucede esto será para el otro año y así se va”.

Negó que sean sueldos desmedidos como criticó el dirigente del PRD y los justificó diciendo que “ya se acabaron los bonos”, aunque admitió que “si la ciudadanía nos exige que cambiemos las cosas tenemos que obedecer”.

“Creo que el síndico ve moros con tranchetes, el señor está vigilando mucho la administración (y) está dejando pasar lo de afuera, que tiene una gran responsabilidad de empezar a exigir a la administración pasada lo que es del municipio y aquí nos vigila con todo y deja aquello al descubierto”, señaló Amado Campos. Ejemplificó que entre tantas cosas falta una Suburban modelo 1997 que no está y que “es por ahí por donde debe entrarle mi síndico”.

Acusó que el síndico Joaquín González provocó la permanencia de “algunos empleados corruptos” al haber recorrido las oficinas del ayuntamiento diciendo que la nueva administración no pretendía despedir a nadie sin sus prerrogativas de ley.

Se sienta un mal precedente: Gobernación

El jefe de Gobernación municipal y ex dirigente del perredismo en Zihuatanejo, Silvano Blanco de Aquino señaló que la manifestación de perredistas sienta un mal precedente y podría poner en riesgo la gobernabilidad del ayuntamiento azuetense debido a que el dirigente del Comité Ejecutivo Municipal del PRD Miguel Angel Méndez Villasana ignoró los llamados al diálogo y los acuerdos que se tomaron para evitar fricciones.

Señaló que con el precedente de ayer “casi cualquier otro ciudadano que no coincida con una autoridad vendrá clausurar simbólicamente oficinas” e indicó que la postura de los perredistas “fue irregular”.

Blanco de Aquino mantuvo llamados a la mesura desde las 9 horas de ayer que se empezó a reunir el contingente perredista afuera del ayuntamiento para hacer la primera manifestación del trienio, en contra del síndico, y en un acto que dijeron era de respaldo al alcalde Campos Aburto.

A las 11 horas logró convencer a Méndez Villasana de formar una comisión de 10 personas que expondrían sus peticiones al secretario General Gonzalo Castro Reyes, pero al pasarlas al ayuntamiento estas se dirigieron directamente a las oficinas de sindicatura que pretendían clausurar de forma simbólica y que no habían aclarado al de gobernación. Cuando le pidió a Méndez respeto a los acuerdos que habían tomado éste le exigió exhibir el documento con su firma al respecto. Aquino se limitó a llamarlo a dialogar pero sólo le respondió:  “Si gustan después (de clausurar) con gusto podríamos platicar con ustedes”. Acto seguido fue increpado por la gente exacerbada que empezó a echarle en cara que si ocupaba un cargo era por ellos.

Respecto a este desencuentro Blanco de Aquino exigió respeto hacia quienes ahora son autoridades y expuso que en su caso su único objetivo era salvaguardar los intereses del ayuntamiento y por eso hizo ver que la colocación “ponía un mal ejemplo a la ciudadanía” además de que mancillaban a una institución, pues al interior de la oficina clausurada había dos secretarias y dos asesores del síndico que por temor prefirieron poner seguro a la puerta, a la que por la tarde se le colocó una chapa de seguridad extra.

Blanco de Aquino llamó a los militantes perredistas a diferenciar “entre lo que es el partido político y lo que son las autoridades” así como a “guardar la distancia adecuada entre partidos políticos y gobierno”.

Pero en contraparte el secretario General del ayuntamiento, Gonzalo Reyes se limitó a pedir a los perredistas responsabilidad y orden. Negó que se ponga en riesgo la gobernabilidad con el hecho de que los perredistas sellaran simbólicamente la puerta de sindicatura y que dejaran dentro a algunos trabajadores.

Durante el acercamiento de Castro Reyes con los manifestantes les pidió “respeto a la autoridad y mayor comunicación” antes de cualquier actuación dentro del Palacio Municipal. Los conminó a ejercer el derecho de petición “dentro del marco de las atribuciones” así como ser responsables de sus actos “porque de lo contrario la autoridad actuará conforme a derecho”.

Dijo que “cada quien es libre de manifestar sus ideas, la autoridad no puede ser represora, si un ciudadano o un instituto político manifiesta su postura sobre alguien o sobre un funcionario público esta en su derecho de hacerlo siempre que actúe conforme a la ley”

Defendió a Méndez Villasana al decir que la irrupción sólo fue simbólica.

El regidor perredista Enrique González, uno de los cuestionados durante la manifestación exigió al dirigente perredista Méndez Villasana una explicación de las críticas en su contra y pruebas al respecto, pues dijo que en su caso está al corriente de sus cuotas partidistas y que además no pertenece a ningún grupo en específico del cabildo.

Dijo que consta en actas que actúa por criterios propios y que ha votado por iniciativas tanto del síndico como del alcalde o del regidor del PAN.

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