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Si no consignan a Figueroa será una nueva simulación, advierte Núñez Ramos

 * Critica la falta de resultados de esa instancia de la PGR * Demanda que se investigue la desaparición del campesino Gilberto Romero Vázquez y la conducta de algunos dirigentes de la OCSS

Ante el fiscal especial, Ignacio Carrillo Prieto, la ex alcaldesa de Atoyac, María de la Luz Núñez Ramos, demandó ayer que Rubén Figueroa Alcocer sea citado de inmediato como presunto responsable de la masacre de Aguas Blancas, y exigió la inmediata consignación de él y de sus cómplices, de acuerdo con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En la sede de la Fiscalía Especial que investiga crímenes políticos del pasado reciente, en la ciudad de México, Núñez Ramos compareció este miércoles para ratificar la denuncia que hizo contra Figueroa Alcocer el 16 de julio de este año, y aportar datos adicionales que le solicitó el fiscal, y respondió un cuestionario de 62 preguntas sobre su misma declaración.

Al inicio de su comparecencia leyó un texto, en el que advierte: “El caso de la masacre de Aguas Blancas no tiene vuelta de hoja. Si no consignan de inmediato estaremos frente a una nueva simulación que contribuirá al cultivo de la impunidad y a incrementar la desconfianza en el sistema civil mexicano de procuración de justicia”.

Agregó que “en recientes declaraciones a los medios surianos, el licenciado Rubén Figueroa Alcocer, principal responsable de las graves violaciones a las garantías individuales, dijo estar dispuesto a declarar ante esta Fiscalía. Demando sea citado de inmediato como presunto responsable de los delitos que se le imputan. Exijo la inmediata consignación de él y de sus cómplices”.

Núñez Ramos dedicó una parte de su texto al caso del campesino desaparecido el 24 de mayo de 1995, miembro de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Gilberto Romerto Vázquez, de quien demandaban la presentación los manifestantes de esa organización que fueron reprimidos por la Policía Motorizada y otras corporaciones en el vado de Aguas Blancas, en la sierra de Coyuca de Benítez, el 28 de junio de 1995. Asimismo, pidió que se investigue la conducta de algunos directivos de la OCSS, sin precisar a quienes.

Manifestó: “Amerita una muy profunda investigación la desaparición de Gilberto Romero Vázquez. En mi libro aporto los detalles que conozco. Parece fruto de la imaginación más refinada que alguien desaparezca sin dejar ninguna huella. Su presentación, localizar su paradero, es una pieza clave para atar cabos sueltos. Además solicito que se indague a fondo la conducta de algunos directivos de la OCSS; sus acciones estuvieron encaminadas a provocar al Ayuntamiento democrático de Atoyac”.

Asimismo, se refirió a las indemnizaciones para las víctimas que debe procurar la Fiscalía, y demandó que sean determinadas, en el caso de los  asesinados en Aguas Blancas, “de por lo menos cinco años del salario referente”.

El texto que llevó Núñez Ramos a su comparecencia es crítico de la Fiscalía Especial, porque “más allá del espectáculo no hay resultados tangibles”, y pone como ejemplos los casos que debe resolver esa instancia de la Procuraduría General de la República de Luis Echeverría, Alfonso Martínez Domínguez y Elba Esther Gordillo.

En tono crítico, dijo sobre el caso Aguas Blancas: “Ustedes deben proceder en consecuencia consignando ante el juez a quienes la máxima autoridad judicial de México considera responsables de las graves violaciones a los derechos humanos y a las garantías constitucionales. La SCJN los señala por sus nombres y los encabeza el licenciado Rubén Figueroa Alcocer”.

Expon: “Basta ya de traer a las viudas de los masacrados, a las víctimas y a quienes pretendieron involucrarnos y provocarnos de la seca a la meca. Basta ya de hacer como que hacen; de ganar tiempo para que los culpables sean protegidos por el reino de la impunidad.

“¿Qué más necesitan para consignarlos si la SCJN ya determinó que son culpables? El caso de la Masacre de Aguas Blancas no tiene vuelta de hoja. Si no consignan de inmediato estaremos frente a una nueva simulación que contribuirá al cultivo de la impunidad y a incrementar la desconfianza en el sistema civil mexicano de procuración de justicia.

“La Fiscalía debe dejar de ser el limbo donde los funcionarios delincuentes políticos esperan la hora del juicio final. La Fiscalía debe dejar de ser el confesionario donde esos seres ganan indulgencias y reciben el perdón de sus pecados. La justicia y la reparación del daño, las indemnizaciones no deben ser rehenes de los trucos del poder ni de los caprichos de quienes tras un falso orgullo, un maquillaje de dignidad en realidad actúan aliados a los culpables de la era más negra del estado mexicano ante la sociedad”.

A pesar del cuestionamiento a la Fiscalía en el texto que llevó preparado, Núñez Ramos dijo que en su estancia de cinco horas, en las que le hicieron las 62 preguntas, se dio cuenta de que la Fiscalía Especial ha estado haciendo investigaciones, que hay avances, y expresó: “creo que va por buen camino”.

Como un ejemplo, señaló que ya tomó la declaración a la esposa del campesino desaparecido Gilberto Romero Vázquez, María de Jesús Mazón. Señaló que la esposa del desaparecido coincide con lo que ella declaró ayer en la Fiscalía.

Núñez Ramos propuso a la Fiscalía Especial que haga un llamado abierto a todos los que tengan que declarar sobre la masacre de Aguas Blancas.

Entre los documentos que presentó están ejemplares de sus libros Palabra de Diputada y El municipio Libre Para el Tercer Milenio, un video sobre la masacre de Aguas Blancas, una colección del periódico El Sur de 1995 y 1996 que contienen los detalles de dos años en los cuales la violencia fue el signo más relevante de la relación del gobierno con la sociedad. Propuso al fiscal investigar en El Sol de Acapulco cuyas ocho columnas del 29 de junio de 1995 “Masacre en Aguas Blancas” fueron contundentes para deshacer la versión del enfrentamiento y en el Diario 17 donde aparecen datos sobre los hechos.

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