Declara López Rosas el 13 de diciembre como Día de la Bahía de Santa Lucía

 * Encabezan la celebración Felipe Aguirre Franco y Rafael Bello Ruiz * El arzobispo agradece a la OCSS haber levantado el plantón, que ya tenía dos meses

Ossiel Pacheco * Ante autoridades estatales y municipales, y la jerarquía de la Iglesia católica en el puerto, el alcalde Alberto López Rosas declaró el 13 de diciembre Día de la Bahía de Santa Lucía.

Esto en la conmemoración del 481 aniversario del descubrimiento de la Bahía de Santa Lucía, que empezó con una misa tras la llegada por mar de una tercera efigie de fibra de vidrio de la Virgen de los Mares, venerada en la parroquia del barrio de Tambuco, que fue colocada en el altar a cielo abierto, al igual que una imagen de Jesucristo.

La celebración religiosa fue encabezada por los arzobispos de Acapulco Felipe Aguirre Franco y el emérito Rafael Bello Ruiz, aunque además asistieron los párrocos Adolfo Silva Pita, rector del Seminario del Buen Pastor; Blandino Bárcenas Agatón, Pedro Rumbo Alejandri, Rafael Ayala, Silvino Moreno, Salvador Cisneros, Ramón Celis, Angel Bustos y Mariano Núñez, así como diáconos y seminaristas.

Entre los funcionarios asistentes a la misa y al acto oficial se encontraban la titular de la Sefotur, Guadalupe Gómez Maganda, y el subsecretario de Asuntos Religiosos del estado, Javier Bataz Benítez, así como la esposa del alcalde porteño, María Eugenia Díaz; los síndicos Fernando Donoso Pérez y Marcial Rodríguez Saldaña, y regidores de la comuna.

Estuvo además la secretaria general María de la Luz Núñez Ramos, y el subcoordinador de asesores, Ramiro Solorio Almazán, quien, al igual que el ex candidato del PRI a diputado local Julio César Bernal, se encontraba en primera fila. Hasta último momento se esperó la presencia del gobernador René Juárez Cisneros, quien estuvo representado por Gómez Maganda.

Ante unos 200 asistentes, en una de las plazoletas del bulevar Papagayo, Aguirre Franco agradeció a la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que levantara ayer el plantón que por más de dos meses mantuvo en el asta bandera, y permitiera los festejos del Día de la Bahía.

En su homilía recordó que la Bahía de Santa Lucía fue descubierta por el almirante Francisco Alvarez Chico el 13 de diciembre de 1521, apenas consumada la conquista de Tenochtitlan por Hernán Cortés y 10 años antes de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac.

El arzobispo calificó los festejos en presencia de la Virgen de los Mares como la tornafiesta de los festejos guadalupanos, y dijo que esta conmemoración era un acto “justo y necesario”, pues la bahía ha sido un regalo que Dios dio al pueblo de Guerrero. Terminada la misa, que estuvo amenizada por el coro musical Santa Lucía y el coro carismático CAEV, la efigie mariana fue despida con aplausos.

López Rosas, por su parte, aseguró que este festejo es una forma de enaltecer lo que tiene Acapulco, pues la bahía es un orgullo para los acapulqueños y para México, “creo que ha sido una gran iniciativa para relanzar y enaltecer al puerto”.

Durante la misa y el acto oficial de la declaratoria del Día de la Bahía de Santa Lucía, el buque escuela Cuauhtémoc lució como fondo pues se encontraba anclado en medio de la bahía, y al concluir el acto –amenizado por la banda de música de viento de la octava Zona Naval–, juegos pirotécnicos fueron lanzados al aire, iluminando el anochecer.

Antes, como parte del programa, a las 15 horas, de la bahía de Caleta, sin la participación de las lanchas de fondo de cristal, como estaba previsto, zarpó la embarcación Discovery de la Escuela de Buceo Swiss Drivers con una réplica de fibra de vidrio de la Virgen de los Mares para hacer un recorrido por la Isla de la Yerbabuena, donde se encuentra la antigua efigie mariana que fue sumergida en 1958.

La antigua efigie elaborada por el escultor Armando Quezada, pero diseñada por el arquitecto Héctor Mestre, uno de los fundadores del Grupo Aca, a solicitud de Amelia Sodi de Palmares, tras ser restaurada por el escultor Alberto Chessal fue colocada en las rocas de la isla de la Yerbabuena en septiembre pasado, donde luce una concha de fondo, que diseñó el secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del gobierno estatal Juan Farill Herrera.

Esta obra de bronce, que pesa una tonelada 300 kilos, fue elaborada por artesanos de la Tierra Caliente, contó con financiamiento del gobierno del estado, que aportó 400 mil pesos y por la pasada administración municipal que aportó 40 mil pesos, según informó el buzo Beto Fares, responsable del traslado de la efigie.

El buzo narró que el miércoles pasado durante el desayuno que sostuvieron los obispos católicos de Guerrero con el gobernador René Juárez Cisneros en Casa Guerrero, se le obsequió al mandatario estatal una efigie de la Virgen de los Mares de 25 centímetros.

De igual forma, se le regaló una réplica similar al ex alcalde Zeferino Torrreblanca Galindo, poco antes de terminar su administración.

La lancha con la efigie dorada, pasó por el punto exacto donde se encuentra sumergida en las aguas de la bahía la réplica de bronce que artesanos de Tierra Caliente elaboraron y que fue bendecida en dos ocasiones por el papa Juan Pablo II en su pasada visita a la ciudad de México para canonizar a San Juan Diego en la Basílica de Guadalupe.

La liviana imagen de la Virgen mariana, de fibra de vidrio, se encuentra en la parroquia de San Judas Tadeo del barrio de Tambuco. En su traslado marítimo fue resguardada por dos lanchas de la Capitanía de Puerto de la SCT hasta llegar a la bahía de puerto Marqués.

De este sitio fue trasladada sin contratiempos a la playa Papagayo, donde se encontraban los feligreses, que alertados por las sirenas de las lanchas de la SCT, que anunciaban la llegada de la Virgen, y los cohetones lanzados al aire desde la embarcación, se acercaban a la playa para recibirla.

Ahí fue recibida por el párroco Juan Carlos Flores Rivas, quien ha sido promotor de la Virgen de los Mares, acompañado de seminaristas.

Hubo vivas y aplausos de los feligreses que se dieron cita en la misa que oficiaron los arzobispos Aguirre Franco y Bello Ruiz.

De acuerdo con un boletín oficial, la declaratoria “se hizo en sesión de Cabildo en días pasados”, y al acto asisitió también el capitán de corbeta Francisco Rivera Pacheco, en representación de la Marina