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Manifiestan los obispos a René Juárez su preocupación por la guerrilla

  * Reunión de rutina en Casa Guerrero este miércoles, informa el arzobispo de Acapulco Aguirre Franco

Ossiel Pacheco * Ante el gobernador René Juárez Cisneros, en una reunión en la residencia oficial Casa Guerrero, los obispos católicos de Guerrero manifestaron “su preocupación” por la presencia de grupos armados en la entidad, pues consideran que no es el camino para lograr la unidad y la paz de los guerrerenses.

Lo anterior lo informó ayer el arzobispo Felipe Aguirre Franco, quien dio a conocer que el miércoles, en la víspera del festejo guadalupano, los prelados católicos desayunaron con Juárez Cisneros en la capital del estado, donde además hablaron sobre la “madurez” que demostró el pueblo de Guerrero en las pasadas elecciones del 6 de octubre.

Se le preguntó al arzobispo Aguirre Franco si conversaron sobre la propuesta que hizo el ombudsman del estado, Juan Alarcón Hernández, de crear una comisión de pacificación para convencer a grupos guerrilleros como el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) de que regresen a la vida civil, y el prelado dijo que no se trató directamente la propuesta, pero sí se habló de la existencia de grupos armados en Guerrero.

“Es una de las preocupaciones, nos preocupa porque no es el camino para lograr la paz ni la unidad de los guerrerenses, ningún bien nos han traído los grupos que se levantan, eso lo compartimos, de que no es el camino para lograr el bien de Guerrero, lo tratamos en ese sentido, hablamos de dar un mejor servicio a todos para lograr un mejor desarrollo”, dijo.

Sobre la propuesta de Alarcón Hernández, Aguirre Franco opinó que todo lo que sea propiciar la reconciliación y el diálogo es favorable, si esta comisión puede llamar a una mesa de deliberaciones y de las consideraciones a los grupos armados, “en hora buena la propuesta, porque ese es el camino, no el derramamiento de sangre ni de la violencia”.

Durante el desayuno en Casa Guerrero compartieron proyectos y programas, y hablaron de cómo están llevando a cabo los trabajos cada cual desde su propio ámbito, y se realizó una evaluación “muy positiva” de lo que hasta el momento ha sido la jornada preelectoral, electoral y poselectoral. “Reconocimos el avance democrático y la madurez del pueblo guerrerense por su participación en los comicios del 6 de octubre”, dijo.

Asimismo de las dificultades que se han dado, pues “nunca faltan los prietitos en el mismo arroz” que se pueden dar, pero que se ha salido adelante en los conflictos poselectorales y las tomas de algunas alcaldías, “afortunadamente no ha habido hechos de violencia ni de muerte, y se han dado las garantías para seguir caminando democráticamente”.

Además los jerarcas de la Iglesia católica hablaron de las miserias que siguen padeciendo miles de personas en la entidad, de la pobreza, las agresiones, y secuestros que persisten todavía en los municipios, pero que “sabemos se está trabajando con seriedad”.

Dijo Aguirre Franco que los obispos expusieron al Ejecutivo las preocupaciones pastorales y se habló de las fiestas guadalupanas, como una forma de expresión del pueblo de Guerrero, que “es único” en la República Mexicana, porque tiene una cultura especial de manifestar su fervor hacia la Virgen de Guadalupe.

El prelado católico dijo que se trató de una reunión “de rutina”, pero a la vez de una reunión programada, hay la intención de reunirse con el jefe del Ejecutivo estatal y los funcionarios públicos estatales, “esta nueva modalidad que existe creo es provechosa porque nos une el mismo interés por el pueblo de Guerrero”, justificó.

Al desayuno asistieron además el arzobispo emérito, Rafael Bello Ruiz, y los obispos Efrén Ramos Salazar, de Chilpancingo–Chilapa; Alejo Zavala Castro, de Tlapa; y Carlos Garfias Merlos, de ciudad Altamirano. No asistió a la reunión el obispo de Lázaro Cárdenas, Salvador Flores Huerta, pero envió a un párroco de aquella diócesis en su representación.

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