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Enero de 2004, mes clave para saber si se concreta o no el proyecto de La Parota

* El 9 de ese mes René Juárez se reunirá con inconformes

* El tiempo para decidir se le acaba a la Comisión Federal de Electricidad

Karina Contreras, segunda y última parte * El mes de agosto de 2003 resultó clave para definir el rumbo de los acontecimientos relacionados con el conflicto suscitado por el proyecto de la presa hidroeléctrica de La Parota, pues tanto su promotora, la Comisión Federal de Electricidad, como los campesinos opositores, redefinieron sus estrategias a seguir.
Agosto, mes de fricciones
El segundo día de ese mes la CFE determinó retirar a todo el personal de su campamento tras la crisis desatada por el plantón-bloqueo que campesinos inconformes instalaron en el paraje conocido como El Fraile y quienes amenazaron con quemar las instalaciones.
Ante esa situación por vez primera se reunió el gobernador del estado, René Juárez Cisneros, con el alcalde acapulqueño Alberto López Rosas y el director general de la CFE, Alfredo Elías Ayub.
El 8 de agosto, en otro encuentro del gobernador, ahora con los dos grupos de comuneros –los que apoyaban el proyecto y los que se oponían a él–, Juárez Cisneros se comprometió a ser arbitro en el conflicto y anunciaba la creación de una comisión tripartita, conformada por el gobierno estatal, municipal y la Comisión Federal de Electricidad, para dialogar con los comuneros y convencerlos de que accedieran a que los estudios preliminares se concluyeran.
Mientras que en un acto de “buena fe” la CFE anunció que retiraría la maquinaria del lugar, el gobernador manifestó en aquella ocasión que a la empresa le faltó una estrategia  de comunicación y acercamiento con las comunidades.
Días después de esa reunión, el que hasta ese momento había sido el coordinador del proyecto La Parota, Carlos Pérez Aguirre, fue removido del puesto y el 12 de agosto Juárez Cisneros se reúne en Protur con el nuevo coordinador del proyecto, Eugenio Laris Alanís y los cinco alcaldes de los municipios que comprende el área donde se pretende construir la presa.
Ahí, el gobernador informó que en la reunión se establecieron tres criterios para poder concretar el proyecto, al que calificó como el más importante del siglo para Guerrero: dijo que tenía que ser rentable, socialmente deseable y ecológicamente sustentable y a partir de ahí empezar a trabajar.
Cuatro días depués por vez primera interviene la comisión especial del cabildo porteño para dialogar con los comuneros inconformes. En esa reunión no llegan a ningún acuerdo y los campesinos sólo exigen que la CFE saque la maquinaria de sus tierras.
El 17 de agosto personal de la CFE termina de retirar la maquinaria que empleaban en los estudios preliminares de la presa; mientras los campesinos continuaban con su bloqueo-plantón en El Fraile.
El 19 de agosto los comuneros y funcionarios de la CFE hicieron un recorrido por varios puntos donde se llevaban a cabo los estudios preliminares para comprobar que la empresa había sacado la maquinaria, y aunque la CFE cumplió, los comuneros continúan con el bloqueo y se niegan a dialogar. Ese día nace el Consejo de Comunidades Inconformes con la presa La Parota.
El 21 de agosto los comuneros inconformes reconsideran y terminan el bloqueo que por 23 días mantuvieron en el paraje conocido como El Fraile debido a la apertura al diálogo mostrada por la CFE. Recién incorporado como residente de Asuntos Sociales de la CFE para el proyecto La Parota, Víctor Hugo Chávez Chávez, dijo que había voluntad de ambas partes y se iniciarían mesas de trabajo.
Una semana después funcionarios de la CFE se reúnen con diputados locales y les presentan formalmente el proyecto, al tiempo que solicitan que sean el aval para garantizar el pago de las indemnizaciones a los campesinos afectados.
Dos posiciones, dos estrategias
El 2 de septiembre, el gobierno del estado llama a una reunión en donde un grupo de comuneros de Acapulco y Juan R. Escudero aceptan el reinicio de las obras preliminares de la presa. Pero a ese acuerdo los comuneros inconformes se oponen y señalan que no fueron invitados y acusaban de traición al gobierno estatal y a la CFE. Además advertían que bloquearían nuevamente.
Tres días más tarde los comuneros inconformes anuncian el rompimiento del diálogo con la CFE por los acuerdos tomados días antes de que continuarían los estudios preliminares, y le recriminan al gobernador René Juárez Cisneros su doble lenguaje , pues primero dice que apoya a los campesinos y después se reúne con la otra parte a puerta cerrada y a escondidas.
El 19 de septiembre, y en una estrategia del gobierno del estado para que continuaran los estudios preliminares de la CFE, Juárez Cisneros llamó a una reunión informativa, y cuando se llevaba a cabo en las oficinas de la Promotora Turística, el secretario de Gobierno estatal, Luis León Aponte, determinó convertirla en una asamblea comunal. Tras la votación, se dedfinió que “por mayoría” se daba la anuencia para la continuación de los estudios del proyecto.
Esta medida causó enojo entre los comuneros inconformes con el proyecto y advirtieron que no permitirían la continuación de los estudios, aún, con la supuesta anuencia de los otros municipios.
Luego de la asamblea los comuneros inconformes decidieron reinstalar nuevamente el plantón-bloqueo y advirtieron que para que la CFE volviera a introducir la maquinaria a su base, primero “tenían que pasar sobre ellos”.
En esa reunión ya se empezaba a notar la división entre los dirigentes Marco Antonio Suástegui Muñoz y Gumersindo Joaquín Prudencio, pero que ellos mismos trataban de minimizar.
En una aparente nueva estrategia para lograr la aceptación del proyecto La Parota, la CFE se abre y el 8 y 9 de octubre presenta el proyecto de la presa en el grupo ACA y en la Universidad Loyola de Acapulco. En ambos eventos el encargado del proyecto, Víctor Hugo Chávez Chávez informa de los beneficios y bondades del proyecto. En ambos lugares recibe el total respaldo de los asistentes.
Un día después, comuneros que trabajaban en la obra hasta que fue suspendida llevan a cabo una mini protesta para exigir al alcalde Alberto López Rosas que desaloje a los comuneros que no quieren la presa y advierten que de lo contrario, ellos mismos lo harían.
A esa misma hora en el Ayuntamiento también se encontraba una comisión de los inconformes con La Parota, quienes acusaron a la CFE de provocarlos organizando la marcha de cerca de 150 comuneros.
“A la chingada La Parota”
Ante la poca efectividad de sus funcionarios para encontrar una solución al problema de la parota nuevamente el gobernador René Juárez Cisneros sostiene una reunión con los comuneros inconformes en Protur.
Ahí, el gobernador diría que “si los campesinos  dicen no, a la chingada La Parota” pero también pidió a los comuneros no cerrarse a analizar el proyecto y reiteró que la presa no se haría en Guerrero si los campesinos no estaban de acuerdo y que no los obligaría a aceptarlo.
Dijo que le resultaba incomprensible que los inconformes tampoco permitieran la realización de los estudios de impacto ecológico, cuando esa era la primera parte del acuerdo al que se había llegado al principio.
Para presionar a las autoridades los comuneros inconformes anuncian el 21 de octubre una marcha en el puerto e informan que mantienen cinco bloqueos en diferentes puntos, ya que la CFE,  según ellos, estaba introduciendo nuevamente la maquinaria.
Ante las criticas señalan que no son ni cerrados, ni guerrilleros y que solo defienden sus tierras.
Dos días después la CFE continúa con su estrategia de informar del proyecto a los sectores sociales para recibir el respaldo. En esa ocasión acudió a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) en donde informó que sólo eran 10 líderes y 150 personas los que se oponían a La Parota.
Mientras que el rector Nelson Valle López brindó su respaldo al proyecto, y afirmó que la obra traería más beneficios que afectaciones. El rector también solicitó que estudiantes de la máxima casas de estudios de las diferentes carreras participaran en la obra.
Para esas fechas a los estudiantes de la UAG se llevaban a cabo los estudios socioeconómicos en las comunidades afectadas.
El 29 de octubre día marchan en Acapulco cerca de 2 mil personas entre comuneros y organizaciones que los apoyan para exigir la cancelación de la presa La Parota. Está fue la primera movilización fuera del área que sería afectada.
En la marcha salen las consignas de que primero muertos los sacarán de sus tierras.
Ese mismo día en una estrategia para contrarrestar fuerza a la marcha de los comunero inconformes, funcionarios de alto nivel de la CFE, encabezados por el coordinador de proyectos hidroeléctricos en el país, Humberto Merengo Mogollón, visitan los medios locales para dar se versión del conflicto.
En declaraciones a El Sur Merengo Mogollón precisó que casi la mayoría de los pueblos afectados apoyaban La Parota. Asimismo el funcionario federal pidió tres meses para que se terminaran los estudios y demostrar que era técnicamente viable, ambientalmente sustentable y socialmente aceptable.
También reconoció en esa entrevista amplia con El Sur que ya no eran tiempos de imponer proyectos, pues la sociedad y México ya cambiaron, reconoció.
Luego propuso para La Parota un referéndum  así como un ombudsman de desarrollo social y se comprometió a que no pasarían 40 años  como en la presa La Venta para terminar de indemnizar a lo afectados.
Por primera vez la empresa reconoció que de no ser aceptada en Guerrero la paraestatal consideraba llevarse el proyecto a Oaxaca, Nayarit o Sinaloa.
En otro intento por que los comuneros inconformes acepten el proyecto La Parota, el comisariado ejidal, Cresencio Jerónimo Aparicio, convocó a una asamblea. La primera fue suspendida porque no hubo quórum legal y la segunda asamblea también fue suspendida ya que no había condiciones para llevarla a cabo.
Y es que durante el desarrollo de la misma –que tuvo lugar en la comisaría de Cacahuatepec el 16 de noviembre–, se suscitaron hechos de violencia entre ambos bandos y en ese momento por primera vez la autoridad ejidal llamaba al gobierno a intervenir y declaraba sería mejor que la CFE se llevará el proyecto del estado.
El 3 de diciembre nuevamente la Comisión Federal de Electricidad  (CFE) llama a los comuneros inconformes a que permitan terminar los estudios de La Parota y luego anuncia que los campesinos tendrán beneficios como los que se están generando con la presa de El Cajón, en Nayarit.
A esta petición, el 5 de diciembre los comuneros responden que no dejarán que la CFE haga los estudios para el proyecto La Parota y afirman que en Nayarit también hay inconformidad por la construcción de la presa.
El 14 de diciembre el Frente  Estatal en Defensa de la Soberanía Nacional brindó su respaldo total a los campesinos inconformes con la presa La Parota para exigir a las autoridades la cancelación definitiva de la presa y se comprometen a brindar a apoyo económico para que continúen con su lucha.
El 22 de diciembre unos 120 comuneros inconformes llevan a cabo una marcha de La Base-Centro Internacional Acapulco (CIA) para exigir al gobernador René Juárez Cisneros declare públicamente que la presa se va de Guerrero.
En la marcha se nota claramente el divisionismo que durante los dos últimos meses se manifestaba cada vez más entre Marco Antonio Suástegui y Gumersindo Joaquín Prudencio (quien no participó en la protesta), dos de los principales voceros de los inconformes.
Luego de esto los comuneros se instalaron en plantón en la explanada del CIA y en donde su interior se llevaba a cabo la Novena Feria Acapulco.
Finalmente el 23 de diciembre, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, encabezado por el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Arturo Lima Gómez que amenazaba con desalojarlos del CIA, los comuneros inconformes aceptan retirar su plantón y deciden esperar hasta el 9 de enero del próximo año para sostener una audiencia con  el gobernador René Juárez Cisneros.
Esa reunión con el ejecutivo estatal tendría carácter de definitoria para ver qué rumbo toma el conflicto, tomando en cuenta que la CFE) tenía que haber terminado los estudios preliminares en diciembre de este año que está por terminar. La pregunta todavía está en el aire ¿Se va o se queda en Guerrero la hidroeléctrica de La Parota?

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