Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

 Raúl Caballero impuso al rector y esto provocó el conflicto de 1960: Jorge Vielma

* Cumple 43 años la masacre en Chilpancingo

* La caída del gobernador por el movimiento popular no por políticos del centro, dice
Aurelio Peláez * Alfonso Ramírez Altamirano, el primer rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, era un buen hombre, un buen maestro, pero sin título universitario y además, fue impuesto por el gobernador Raúl Caballero Aburto, lo que motivó el descontento estudiantil. Así resume Jorge Vielma Heras el origen al descontento estudiantil en 1960, ante el nuevo estatus del ex Colegio del Estado, que no había concretado su real autonomía.
El movimiento universitario –que comenzó el 21 de octubre– derivó en la matanza de al menos 17 ciudadanos en la Alameda Granados Maldonado de Chilpancingo, el 30 de diciembre de 1960, sobre todo de ciudadanos que se habían unido a los estudiantes, demandando además la renuncia del gobernador Raúl Caballero, a quien se acusaba de nepotismo. Los poderes son declarados desaparecidos el 4 de enero y es nombrado gobernador Arturo Adame.
La lucha estudiantil era por una real autonomía universitaria, y le antecedía un descontento ciudadano en contra del gobernador Raúl Caballero.
Ya antes, su campaña de despistolización había provocado inconformidades, sobre todo por el asesinato en Zihuatanejo del señor Luis Lara Solorio, como parte de esa acción policiaca.
Después devino la lucha universitaria, que fue origen de la ingobernabilidad del estado y permitió que el Congreso de la Unión decretara la desaparición de poderes en la entidad, luego de la matanza del 30 de diciembre. También, la aparición de un novedoso sistema de democracia popular, en donde los habitantes de los municipios eligieron en asamblea a sus alcaldes, desapareciendo en los hechos al PRI, el único partido existente, aunque también su fracaso y el cierre de las opciones de participación política, de lo que derivó la aparición de los movimientos guerrilleros.
Un auténtico movimiento popular
Jorge Vielma Heras, actual funcionario municipal del Ayuntamiento de Acapulco, tenía 19 años en ese entonces cuando se dio esa lucha por la real autonomía de la universidad, que implicaba crear estatutos y reglamentos para la institución académica. Estudiaba el tercer año de bachillerato. Su hermano, Bernardino, fue el primer presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad, ya en su etapa de ficticia autonomía, pues el gobernador Raúl Caballero tenía el control de la casa de estudios.
El segundo presidente estudiantil fue Jesús Araujo Hernández, quien después se acercó al priísmo, y a quien tocó gestionar las demandas de los estudiantes, las de un rector con título, y de la creación de nuevos estatutos para la universidad, así como la supresión de carreras supra universitarias, como la de Contaduría, a la que se accedía solamente luego de estudiar la secundaria. Pero a ninguna de estas demandas accedió el gobernador.
–¿Hay quienes defienden la tesis de que el movimiento por la autonomía de la universidad y la caída de Caballero fueron orquestadas por los grupos de poder del centro? – se le pregunta a Jorge Vielma, entrevistado ayer en sus oficinas.
–De ninguna manera, al contrario, los grupos de poder del centro, el de Donato Miranda Fonseca (secretario de la Presidencia con Adolfo López Mateos), que era un grupo poderoso, lo sostenía. Lo tumbaron hasta que hubo las muertes.
–¿Fue un auténtico movimiento de la sociedad civil?
–Fue un auténtico movimiento popular. Porque lo mantenían, entre otros, la doctora Corazón, Yolanda Vargas Dulché. Mandaba dinero. Venían (recursos) de brigadas en México. Fracasaron los grupos políticos de ese entonces (que pugnaban por la caída de Caballero). El de Ruffo Figueroa, estaba con él; el de Carlos Román Célis, siendo senador de los más jóvenes del país, declaraba a favor de él. (En tanto) Brena Torres, que fue gobernador de Oaxaca, y Castillo Tielma, que fue gobernador de Chiapas, eran senadores y declaran que ya en Guerrero no necesitaban declararse desaparecidos los poderes, los poderes estaban desaparecidos de hecho y declaran a favor de los guerrerenses que estábamos en el movimiento, y encuentran los diputados guerrerenses que no hacían nada, Herón Varela, Moisés Ochoa Campos. Mara López estaba unida al movimiento, que fue la primera a la que derrotó Macrina Rabadán para ganar la posición para el PPS. Entonces quién apoyaba, nadie apoyaba a los grupos, eran gentes de la sociedad civil que tenía dinero.
Uno de ellos era la Coalición de Organizaciones Populares, en la que participaban priístas como Gildardo Valenzo, del PPS, como Pedro Ayala, y del Partido Comunista, como Pablo Sandoval Cruz. Era  un grupo plural.
–¿Fue una primera expresión de la sociedad civil porque antes los conflictos se resolvían entre grupos armados y desplazamientos entre grupos de poder, estos serían los primeros del siglo?
–El primer movimiento civil, porque los grupos políticos fracasaron (en concretar la caída de Caballero) como la Asociación Cívica Guerrerense, que la forman Genaro Vázquez Rosas, Sóstenes López Carmona, todos esos fracasaron. Aprovecharon el movimiento universitario y la golpiza que nos dieron el 24 de diciembre (del Ejército a universitarios, cuando estos tenían tomado el campus de la UAG), y que decidió al pueblo y a Chucho Araujo, que no quería darle el cariz político a esto porque venía Jorge Montufar, que era secretario particular del secretario de la Presidencia, y era su primo, y le decía que no le diera cariz político al movimiento. Entonces los jóvenes más aventados, Juan Sánchez Andraca, Rubén Fuentes Alarcón, Armando Rivera, Felipe Medina, encabezados por Imperio Rebolledo y un servidor, decidimos irnos a la calle, al último dejar la universidad e irnos a la calle con el movimiento popular. Ya habíamos rebasado la cuestión estudiantil. Y fue lo que obligó a Chucho Araujo a lanzarse, él no quería.
–¿No hay la sospecha de que (Araujo) obedeciera a dictados del centro?
–Estaba tratando de que no fuera cariz político, que ya no regresara ese maleficio que tenía Guerrero de que todos los gobernadores no terminaban.
Hace 40 años, acabamos con el PRI
–¿A 43 años cómo se ve ese movimiento, porque después viene la guerrilla, como que se vuelven a cerrar o no se abren los canales políticos.
–La verdad es que faltó un liderazgo verdaderamente. Porque Arturo Martínez Adame viene como gobernador y nos da mucho chance, nos da poder. Una diputación, ‘quién la quería’. Tuvimos una reunión, y había honestidad, no había ambición por parte de los universitarios, coincidimos entre todos los guerrerenses que fuera Salvador Castro Villalpando el diputado. Pudo ser Chucho Araujo, pudo ser Bernardino Vielma, mi hermano que ya estaba en edad, porque nosotros todavía no llegábamos a los 25 años, teníamos 20, no podíamos… Luis Camacho, Eduardo Alfaro.
Jorge Vielma recuerda que para entonces, el respaldo de la población a los universitarios y la fuerza de la Coalición de Organizaciones Populares era amplia. Esto, al grado tal que después de la golpiza a los estudiantes tras el 24 de diciembre y “de las desapariciones de algunas gentes nuestras, el pueblo y la universidad, los padres de familia, estábamos involucrados, inclusive la gente dormía en la Alameda. Hubo muchos matrimonios, muchos divorcios. La gente estaba cansada y el día 30 de diciembre venía yo llegando de Chilapa, porque habíamos tomado el Ayuntamiento, habíamos tomado 17 ayuntamientos de 75, pero los que no estaban tomados se hicieron anticaballeristas, se sumaron al movimiento, el único que siempre se rehusó fue el de Iguala y fue donde hubo los actos terroristas, y fue donde volaron un carro, volaron el Ayuntamiento de Iguala. Sánchez Arreola (un periodista) que fue a orinar y en realidad estaba tirando la gasolina, era de la Cuarta Internacional.
–¿Se llega luego a la masacre?
–Aparte de alguna orden del procurador era, que quede asentado, Javier Olea Muñoz y era quien venía casi adelante del pelotón y por eso le dije al PRD que voy a pedirle que se le quite el nombre a la calle de Iguala (Jorge Vielma es ahora perredista). Inclusive lo lanzan como candidato a gobernador. Yo no sé cómo se le perdonó la llegada si antes zapoteaban la llegada de los caballeristas, y él en la avenida Guerrero, a la altura de mueblerías Mondragón, se para delante del ejército, pero ya se había oído una denotación y es cuando habían matado a Enrique Flores (un electricista que conectaba un cable de energía para el sonido del mitin), que siempre andaba acomedido para todo, muy hábil y acomedido, le dieron un balazo y fui a verlo, bala expansiva en la espalda. Esto yo pienso que ya iba a pasar porque la gente ya andaba echándose saliva a las manos y se la tiraba a los soldados. Y tenía que suceder una masacre de estas.
Antes, el ejército había rodeado las instalaciones universitarias, creando un cerco, y luego, los comerciantes instalaron su tianguis alrededor de las posiciones de los militares.
–¿Estos grupos de poder que defendieron a Caballero, se volvieron a reagrupar después para recuperar estos espacios para conservar sus parcelas?
–No, le faltó a los jóvenes de esa época más preparación, más experiencia para poder sostener esto porque prácticamente desaparecimos al PRI de esa época, no había caballeristas en Guerrero, todos los caballeristas salieron, y el que llegaba a Chilpancingo era destrozado por la ira popular a tomatazos, con zapotes. No entraba un caballerista a Chilpancingo, porque la gente nomás decía ‘ahí va un caballerista’, ya de pronto era un destrozo a pedradas, una cosa escalofriante, inclusive el secuestro que hicieron de Nereo Omar Ramos, un connotado jurista de Iguala, ‘acá está uno’ y empezó la gente y el hombre se desmayó, el Animal (un gatillero), Candelario Ríos, los zapoteaban en Chilpancingo. Entonces no hubo capacidad para fortalecer este movimiento y desde entonces lograr un verdadero estado democrático en Guerrero dentro de Guerrero dentro de la República, que fuera Guerrero el primer estado democrático, porque se decidieron muchas presidencias municipales, por un plebiscito. Acapulco, primero nombran a Teófilo Berdeja. ‘No, no’ y eran Consejos municipales porque como no había Cámara no había quien determinara. Se decidía por la Coalición de Organizaciones Populares de Guerrero y la comunidad, por ejemplo aquí nombran a Teófilo Berdeja, ‘no’, a Alfonso Villalbazo, ‘no’, hasta que se decide la gente por Canuto Radilla, y entonces luego entra el convenio con el secretario de Gobernación  y hasta las chambas.
“Era una democracia que luego no supimos manejarlo. Genaro Vázquez Solís, ambicioso en la cuestión personal, decidió presidencias municipales en Tecpan, Petatlán, Atoyac, y nos faltó a los dirigentes estudiantiles más ambición, más capacidad para absorver este movimiento y llevarlo a otras instancias de lucha y ya tranquilizado el estado pues vienen las inconformidades. Viene Jorge Joseph pretende ser gobernador, Juan Estrella pretende ser gobernador, se vienen los movimientos en México, formándose grupos de lucha, nosotros nos vamos, ya formada la universidad, a querer meter a Eli de Gortari –un académico marxista, como rector– en la reelección de Virgilio y nos ganan. Un movimiento romántico. Imperio leyó en la Revista Política… Pepe Alvarado, Abreu Gómez, Eli de Gortari… éste, para rector. Vamos a verlo y él nos dice: ‘yo no puedo porque acabo de tener un problema’, no nos engaña, pero Imperio lo impulsa
El episodio Eli de Gortari provoca el reflujo de este primer grupo universitario. A pesar de que Eli de Gortari declina a ser candidato para el segundo periodo de rector con autonomía, “lo lanzamos como compromiso y todo. Teníamos todo el Consejo para ganar, contamos, sí ganamos, ganábamos, pero al saber que era el candidato el gobierno federal dice, ‘se tiene que reelegir a Virgilio’. Virgilio No quería reelegirse, Virgilio nos tenía miedo porque nosotros ya interceptábamos llamadas. Las novias de uno en esa época… los enemigos como (José Rubén) Robles Catalán en esa época (interceptaban) en teléfonos y nosotros teníamos otra novia en teléfonos y así, entonces obligaron a Virgilio a reelegirse y nos metieron al ejército, de civil. Yo vi a Imperio ya arriba (de la Prepa 1) queriéndose tirar como niño héroe arriba de la prepa y vi a gente que nos golpeaba que no era gente conocida no eran estudiantes. Ahí nos golpearon nos salimos ya nosotros. Y toda la generación. Ahí vino la nueva generación de la universidad que se queda en la lucha contra Virgilio, que es Carmelo Cortés Castro, Octaviano Santiago Dionisio y Lucio Cabañas se viene de Ayotzinapa. Cómo llega Lucio a darnos el apoyo, a pie desde Ayotzinapa. Lucio se forja con nosotros en el movimiento. El organizaba y era presidente de los ayotzinapos, a pie se vino y estuvieron adentro de la universidad y estuvieron a tiempo todo el tiempo. Nosotros los conocimos, porque antes había concursos de oratoria.
Descabezamiento de la dirigencia
–¿Entonces se empieza a radicalizar el movimiento y se pierde la posibilidad de la democracia?
–La democracia en la universidad ahí con que se reelige Virgilio y nos expulsan a más de 80, entre ellos a Javier Aguirre Utrilla que es notario. Los primeros tres expulsados somos Imperio Rebolledo, Utrilla y yo. Después María de la Luz Núñez y sus hermanos y todos nos fuimos a la ciudad de México o a Michoacán y abandonamos la universidad.
Después entra la generación de Octaviano Santiago Dionisio y Carmelo Cortés Castro, que después se van a la guerrilla, además de Pablo Sandoval Ramírez, hijo de Sandoval Cruz, “que nunca abandona el movimiento. Nosotros nos integramos en México. Jesús Araujo estaba ya con Fuentes Díaz y empezamos a oficializarnos. El único que mantiene siempre una línea radical era Pablo Sandoval”.
–¿Se perdió una posibilidad de que consolidaran un movimiento democrático y al paso de los años se radicaliza y deviene en guerrilla?
–Así es. Cuando es de los universitarios que luchamos en esa época dejamos el espacio de la universidad, entonces muchachos jóvenes con la influencia ya del movimiento del 68 de movimientos guerrilleros se incrustan el FAR y en una serie de cosas y Pablo Sandoval no pierde el contacto. Lucio se va a la sierra en el 64 y no se pierde el contacto con Lucio, muchos tuvimos el contacto. Ya había adoctrinamientos como la segunda declaración de La Habana, Cuba –que habla de generalizar la experiencia armada a Latinoamérica.
Este 30 de diciembre, como todos los años, se recordará la matanza de la Alameda Granados Maldonado. A diferencia de otros años Jorge Vielma, a nombre de los estudiantes, no hará uso de la palabra. Cederá su lugar a Cuauhtémoc Sandoval Cruz, hermano de Pablo, y los otros oradores serán Pablo Sandoval Cruz, por los padres de familia de esa época, y Jesús Araujo, por la Federación de Estudiantes.

468 ad