Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Otra vez se topan en el Congreso católicos y defensoras de los derechos de la mujer

Lourdes Chávez

Chilpancingo

En un ambiente tenso, de posiciones confrontadas, se manifestaron ayer durante cuatro horas afuera del Congreso del estado católicos en rechazo a la propuesta que despenalizaría el aborto hasta las 12 semanas de gestación, y feministas en pro de la iniciativa.
Como el martes, los dos grupos coincidieron en el Congreso para manifestarse, pero en esta ocasión el número de activistas era similar en cada bando, alrededor de 200 personas en cada posición.
Con pancartas y gritos expusieron sus posturas.
La ocasión anterior, cuando los católicos eran mayoría, prácticamente rodearon a las feministas; ayer se acercaron a poca distancia, al grado que de cada grupo se colocó una persona en medio, como para evitar una agresión.
Mientras, los diputados de las comisiones unidas de Equidad de Género, Salud y Justicia estaban reunidos a puerta cerrada en un restaurante frente al Congreso local, para revisar la controvertida iniciativa que diez días antes les envió el gobernador Ángel Aguirre Rivero.
A las dos de la tarde, las feministas anunciaron su retirada, argumentando los señalamientos agresivos y la violencia por parte de la iglesia, y los católicos continuaron un rato más colocando leyendas en vehículos, que decían “no al aborto, sí a la vida”.
El momento más intenso fue cuando un grupo de hombres jóvenes respondió de forma directa a las consignas de las feministas, que también replicaron; asimismo, cuando las activistas por los derechos sexuales y reproductivos solicitaron a los católicos que evitaran detener el tránsito de vehículos para escribir sus leyendas en los parabrisas.
Los manifestantes se instalaron sobre calle El Trébol, en dirección de sur a norte, sin obstruir el tránsito que, sin embargo, era lento.
Las feministas denunciaron que en Guerrero había una doble moral, porque el secretario de Salud, Lázaro Mazón, negó las cifras de abortos clandestinos, y que la iglesia católica apoyada por el PAN y el PRI quieren que siga penalizado el aborto.
Los contrarios respondían que “piensa en Guerrero, qué pasará si matamos a nuestros hijos”, “no vamos a permitir que se escuche la voz de los acarreados”.
“Fuera los chilangos acarreados de Mancera”, decía una lona en alusión al jefe de gobierno del Distrito Federal, el único lugar de la república donde se permite la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas.
“Castigo a los curas pederastas protegidos por la jerarquía católica”, “iglesia hipócrita, tú también abortas”, “mujeres libres, Estados laicos”, respondían.
Así continuaron las replicas: “tú mamá dijo sí, por eso estas aquí”; “mi mamá está aquí, por eso decidí”, “Si Sor Juana viviera, con nosotros estuviera”; “si Sor Juana viviera, la Biblia defendiera”.

Poco antes cerrar la pelea directa, las mujeres preguntaron a hombres jóvenes que gritaban contra la iniciativa, si usaban métodos anticonceptivos, “porque la responsabilidad del embarazo no sólo es de la mujer, usen condón”.
Añadieron: “escucha, escucha comadrona, el huevo no es gallina y el cigoto no es persona”.
Con pancartas, los católicos también denunciaron que “Aguirre da 2 millones para matar bebés”, y demandaron la destitución de la secretaria de la Mujer, Rosario Herrera Ascensio, a quien acusaron de maquillar cifras.
En el lugar distribuyeron un folleto titulado “El evangelio de la vida”, y dulces con formas de chupón.

“Envenenan a sus hijos”, grita activista

En las intervenciones, los católicos señalaron que el aborto es una “carnicería” que no va a resolver la pobreza, y Anabel Aranda de Estrada, del municipio de Iguala, denunció que el método químico que se propone en la interrupción legal del embarazo puede generar secuelas de las que nadie informa.
Señaló que convencer a las mujeres de Guerrero para “envenenar” a sus hijos, o darles inyecciones salinas para “quemarlos” dentro de su cuerpo, es engañarlas, “porque no saben lo que está haciendo, es una abominación, porque alguien no le dio información correcta, porque el gobierno se niega a legislar los derechos de la mujer, a la vida, los derechos de los niños que van a venir al mundo y que no se les puede negar la vida sólo porque sus padres no quieren”.
Añadió que la solución de la pobreza no es el aborto, sino acciones que garanticen la distribución equilibrada de la riqueza, “no se dejen engañar guerrerenses, dense cuenta que lo único que vale la pena es la vida, con todo nuestro corazón y nuestros pulmones gritamos sí a la vida”.
Por otro lado, la representante de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser), e integrante de la organización de mujeres indígenas Zihuame Xotlametzin, Libny Dircio Chautla, llamó a los obispos a no intervenir en la vida pública del estado.
Particularmente en el tema del aborto, dijo, donde los jefes de la Iglesia condenan a las mujeres, amenazan a la ciudadanía, al gobernador y a los legisladores porque quieren impedir la legislación.
Aseguró que el derecho canónico no excomulga a nadie por la interrupción del embarazo.
Aclaró que ninguna mujer se somete a esta práctica por gusto, es obligada por las circunstancias que la rodean, y las más pobres ponen en riesgo su vida, por ello insistió en que los diputados actúen con ética pública y legislen en favor de las mujeres.
Aseguró que los grupos feministas de Guerrero han apoyado a quienes deciden continuar su embarazo sin el apoyo de su familia o su pareja, pero también quieren hacerlo con quienes deciden interrumpir el proceso, para que no mueran.
Reiteró que Guerrero es el primer lugar en el país de muertes por abortos mal practicados, pero no lo reconocen la iglesia ni muchos políticos.
En cuanto a la contracampaña de la iglesia, dijo que están conscientes de que seguirán presionando a la población con propaganda ideológica, van a recoger firmas ilegítimas de personas desinformadas, pero “nosotros seguiremos apelando a los derechos humanos, a los tratados internacionales que reconocen a las mujeres”.
Es decir, para que se garanticen métodos anticonceptivos en centros de salud y hospitales, educación sexual a los jóvenes y la legalización de la interrupción del embarazo para que las mujeres no sean encarceladas.

468 ad