Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Recuperar la herencia de Lucio y la unidad, plantea el EPR-TDR

 La importancia de los actos de inhumación de Lucio Cabañas significan la recuperación de una experiencia de lucha que el gobierno pretendió borrar de la historia, y la posibilidad de unificación de diversas organizaciones, como las que participan en la inhumación que se lleva a cabo este 2 de diciembre en Atoyac, manifestó el Ejército Popular Revolucionario Tendencia Democrática Revolucionaria (EPR-TDR).

Plantea que el hallazgo de los restos de Lucio Cabañas es una conquista de los sectores democráticos, populares y revolucionarios identificados con la lucha por la democracia y el socialismo.

En un comunicado difundido ayer, la organización recuenda que el 2 de diciembre de 1974 cayó en combate contra el Ejército federal el profesor Lucio Cabañas Barrientos, fundador y dirigente del Partido de los Pobres y de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento.

Afirma que “los poderosos de ayer y sus beneficiarios de hoy pretendieron ocultar a toda costa los restos de Lucio, oscurecer las causas e ideales de su rebeldía, deformar su memoria y suprimir el filo crítico de su ideología”.

Plantea que “frente a la creciente miseria, explotación, exclusión, sometimiento y represión que ha traído consigo la globalización neoliberal, la figura de Lucio Cabañas adquiere cada vez mayor relevancia como símbolo revolucionario de la autodefensa y de la lucha armada revolucionaria a las que se ha visto obligado a recurrir, en distintos momentos, el pueblo mexicano”.

Considera que “la mayor importancia que reviste el hallazgo de los restos de Lucio reside en la función unificadora y articuladora que la recuperación de su memoria podría desempeñar en la lucha por la libertad de los presos políticos y luchadores sociales, la presentación de los desaparecidos políticos y el castigo a los responsables intelectuales y materiales de la guerra sucia en nuestro país, como lo ponen de manifiesto las exequias que diversas organizaciones y sectores populares decidieron organizar con motivo de la inhumación de los restos de Lucio”.

Califica de farsa grotesca el supuesto enjuiciamiento “por homicidio” y no por genocidio, como debiera corresponder, de los generales Francisco Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, llevado a cabo por la institución castrense mexicana y no por tribunales civiles.

Dice que la justicia contra los responsables de la guerra sucia vendrá “del poder de los de abajo”.

Plantea que “el mejor homenaje que podemos rendir al profesor Lucio Cabañas Barrientos, en el 28 aniversario de su muerte, reside en la recuperación de su ideario político y del fundamento ético, profundamente humano y tolerante, que caracterizó su práctica revolucionaria. Reside en la lucha por la rearticulación y reunificación de los sectores del movimiento democrático, popular y revolucionario cada vez más debilitados por la intolerancia, el dogmatismo y el espíritu de secta que nos ha caracterizado a las organizaciones de izquierda. Reside en la construcción de un bloque de fuerzas, verdaderamente amplio, que en el marco de la creciente lucha popular latinoamericana contribuya crítica y prácticamente a la transformación social profunda de nuestra sociedad, con base en el desarrollo y la combinación de todas las formas de lucha, incluida la autodefensa y el recurso supremo de las armas”.

468 ad