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Lucio Cabañas hablaba con lentitud que desesperaba, recuerdan en Ayotzinapa

 Sergio Ocampo Arista, corresponsal, Chilpancingo * Este día estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos y representantes de 17 normales del país que integran la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), rendirán homenaje póstumo al profesor Lucio Cabañas Barrientos.

La profesora Esthela Cervantes Basilio, con 29 años de servicio en la Normal de Ayotzinapa, y que actualmente labora en la biblioteca de ese plantel, narró parte de la historia y de la vida de quien fuera uno de los guerrilleros más buscados en nuestro país.

La maestra, quien está terminando el primer borrador de lo que será un libro con la historia de la Normal, donde se incluirá parte del legado de Lucio Cabañas, mostró avances del texto y recordó que lo conoció cuando era soltera: “Me acuerdo que cuando iba a ver a mi mamá en el cine Esperanza, de Tixlta, en ese tiempo los estudiantes cerraban el cine a manera de presión, pero les pedíamos que no lo hicieran, entre aquellos estudiantes estaba Lucio, que era muy tranquilo”.

Dijo que Lucio tenía una mirada muy diferente a la de los demás, agachaba la cabeza, un tanto desconfiando: “Era una mirada cabizbaja ”. Recordó que Lucio nació en El Provenir, municipio de Atoyac, el 21 de diciembre de 1938; sus padres fueron Cesáreo Cabañas Iturio y Rafaela Barrientos, y dijo que Lucio no tenía fama de ser una persona aguerrida, desde niño se vino a vivir en Tixtla, y acabó la primaria en la escuela Vicente Guerrero; trabajaba en la tienda de don Carlos Campos, hasta que se fue a vivir a Acapulco, y luego se iba a la Normal de Ayotzinapa, en donde había secundaria; ahí trabajaba de mandadero.

Explicó que durante su estancia en Tixtla vivió en el hogar de don TachoAlcaraz, en la calle Adolfo Cienfuegos y Camus; tiempo después ingresó a la Escuela Prevocacional Baltasar R. Leyva Mancilla, para iniciar sus estudios de secundaria, pero por falta de dinero inició gestiones para ingresar a la Normal de Ayotzinapa que cursó de 1957 a 1959; para el 3 de junio de 1959, solicitó al entonces director Javier Santos Cevallo, permiso para trasladarse a la Normal del Mexe, Hidalgo, debido a “las circunstancias”, según la solicitud, pero luego regresó y terminó sus estudios en 1963.

Señaló que lo conoció más a fondo cuando era secretario general de la FECSM, sus compañeros lo querían mucho, incluso aseguran que fue un buen alumno, tranquilo y trabajador aunque en sus actividades como dirigente estudiantil siempre se haya manifestado inquieto.

En ese tiempo, de 1959 a 1960, fue presidente del Club de Orientación Política e Ideológica (COPI), y ese mismo año y hasta 1961, fue secretario general de la FECSM, lo que influyó en su ideología socialista. También Lucio Cabañas participó en el movimiento de 1960 en la UAG, encabezando al comité de lucha de la Normal de Ayotzinapa contra del gobierno de Raúl Caballero Aburto.

Afirmó que de acuerdo con el periódico de la FECSM, la COPI tenía como objetivo formar células de estudio de la teoría marxista-leninista, e ir preparando cuadros revolucionarios que serían la vanguardia del movimiento revolucionario.

Resaltó que como profesor, Lucio Cabañas obtuvo su primera plaza en la comunidad de Mezcalapa, municipio de Acatepec; luego pasó a Atoyac de Alvarez, y fue ahí en donde se inició como dirigente magisterial, lo que también le trajo nuevos problemas al grado de el gobernador Raymundo Abarca Alarcón pidió que lo trasladaran al estado de Durango en 1965, donde luchó para que no se cerrara un aserradero pero por presiones de sus compañeros de zona nuevamente lo regresaron.

Indicó que Lucio siempre defendió a sus compañeros del magisterio y que no toleraba las injusticias y atropellos a los derechos humanos, y precisamente esta situación provocó que en la escuela Juan Alvarez se suscitara un conflicto el 18 de mayo de 1967, que lo obligó a tomar el camino de las armas que ya todos conocen, iniciando su etapa de guerrillero que se prolongó hasta 1974 al frente del Partido de los Pobres (PDLP).

La profesora dijo que en Atoyac prestó sus servicios en la escuela Modesto Alarcón, donde se inició como líder magisterial, luego se unió al conflicto que existía en la primaria Juan Alvarez, donde los profesores estaban en contra de la directora Julia Paco Piza a quien acusaban de ratera y dinerera, porque cobraba cuotas muy altas y muchos útiles.

Lucio Cabañas militó en el Partido Comunista Mexicano (PCM); y años después cuando Genaro Vázquez y Braulio Maldonado crearon el Movimiento de Liberación Nacional, se sumó a ese movimiento de inmediato y participó en algunas actividades.

La maestra Esthela Cervantes mostró también los testimonios de algunos compañeros de generación del profesor Lucio Cabañas, por ejemplo el de Isaías Cruz, quien lo describió como una persona que “hablaba con una lentitud extrema que sacaba de quicio a todo el alumnado, y se subía a las sillas para que sus compañeros lo pudieran ver bien y una de sus frases famosas era decir lentamente: “Compañññeros del Bravooo al Suchiaaate del orieeentee al poonientte todos somos hermaaanos”.

Dice que según sus ex compañeros Lucio nunca invitó a los jóvenes a seguirlo a la sierra, aunque sí les decía que se prepararan y por medio de unos casetes que les hacía llegar, les trasmitía la doctrina marxista-leninista, misma que acogió y lo lanzó a la lucha por los pobres, en donde lo acompañaron Inocencio Castro Arteaga, Rafael Castro Hernández, Pablo Cabañas Barrientos, Francisco Ríos Fierro , Carmelo Cortés Castro y Valentín Nava Loza, entre otros.

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