Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

También turistas de otras ciudades de Guerrero disfrutan las playas acapulqueñas

Salvador Serna

En playa Tlacopanocha el agua está más mansita. Ese fue ayer el sentir de la familia Morales García, que desde el municipio de Tlapa, ubicado en La Montaña del estado, se vinieron de vacaciones al puerto de Acapulco para disfrutar en familia.
“Tenemos varios años viniendo a playa Tlacopanocha, también hemos ido a las playas de Caleta, Caletilla y Papagayo, pero allá hay mucha corriente. Aquí nos gusta más porque el agua está mansita”, dijo en entrevista el jefe de familia Onorio Morales García.
De profesión docente, Don Onorio señaló que se gana la vida como maestro de primaria indígena, que él y su familia viven en la colonia Tepeyac, y que desde el pasado sábado en la tarde llegaron al puerto de Acapulco, para pasarlo a todo dar, para disfrutar en familia.
“Acapulco es el puerto turístico mas bonito del mundo, hago una cordial invitación a toda la gente de Tlapa de Comonfort para que vengan a darse unas merecidas vacaciones. Acapulco es hermoso, es un privilegio que esté enclavado en nuestro estado de Guerrero. Hago un llamado a toda la gente, de cualquier parte del país, para que vengan a descansar y relajarse”, dijo el patriarca de 52 años.
Los Morales García, primero disfrutaron del buen clima que se dio ayer en playa Tlacopanocha, que lucio al 65 por ciento de su capacidad. Prevaleció el buen ambiente, por lo que turistas nacionales y gente residente se dio el tiempo y espacio para convivir mutuamente, disfrutando de la quietud del balneario que invitaba a darse un merecido chapuzón.
Y allá fueron los Morales García, a pasarla de lo lindo en las pequeñísimas olas que rompían con gracias los niños Geovanni, Jenny y Willy, sobrinos de Onorio y su esposa Guadalupe. También su hija  Kezaltzin y su cuñada Laura se daban tiempo para departir en la arena y hacer algunas esculturas.
“Primero fuimos a playa La Angosta allá por la Quebrada. Pero estaba muy sucia y montones de basura apiladas en la arena. Sí había muchos turistas, pero algunos se intoxicaron por el agua, le hace falta una buena limpia. Mejor nos venimos para acá y primero caminamos por el Malecón y ya después para acá en Tlaco”, señaló Don Onorio, al tiempo que terminaba de engullirse una deliciosa orden de quezadillas que se compró en la plazoleta de la playa.
Cumplido el primer chapuzón, los más pequeños de la familia acudieron con su mamá y su tía para secarse, cambiarse de ropa e iniciar los preparativos para la hora de la comida. Antes, Geovanni, Jenny y Willy comieron algunas botanas y antojos para atenuar la espera. La finalidad era divertirse y aprovechar el último día de descanso de los turistas de Tlapa.
Así las cosas, se fue el día y se terminó la diversión de la familia de estos carismáticos y gentiles ciudadanos tlalpeños, quienes dijeron que hoy por la mañana regresaran a la zona de La Montaña, pero que pronto volverán al denominado Paraíso de America, “para seguir disfrutando de las bondades del Acapulco tradicional y del mercado central, ya que ahí se come bien”, finalizó Don Onorio.

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