Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Propone Montemayor incluir materias de cultura indígena en los planes de estudio

Raquel Santiago Maganda* El escritor Carlos Montemayor dijo ayer durante una conferencia que la educación se han convertido en un producto de patente, donde se han excluido las raíces del país, por eso sugirió que si en los planes de estudios se incorporan algunas materias de cultura indígena y dialectos, en 20 años el país mejorará en sus valores culturales.

El escritor de la novela histórica Guerra en el paraíso que relata la guerrilla encabezada por Lucio Cabañas, estuvo ayer en el Encuentro nacional de intercambio de experiencias curriculares en formación de inicio de profesores de educación indígena que se realiza en el hotel Tortuga.

Allí el conferencista mencionó a los más de 80 asistentes su apreciación de que los conocimientos ya no son un patrimonio de la humanidad sino una mercancía de patente que no se comparte por los países ricos que los generan.

Montemayor insistió en que se debe rescatar a la educación como parte del desarrollo social, político y cultural del país, al considerar que ésta se aleja más del proceso de formación humana.

Después preguntó a los asistentes ¿qué queremos hacer con la educación, qué queremos seguir siendo a partir de la propia generación de conocimientos?

Como respuesta a uno de los asistentes, consideró que los maestros indígenas deben generar sus conocimientos como parte de su identidad para mantenerse actualizados, de no hacerlo entonces “no contribuirá con sus tareas de formación”.

Y sin temor de ser utópico, sugirió que si se incorporan materias en los planes de estudios de dialecto y cultura indígena, entonces en 20 años el país puede tomar un giro de verdadera identidad.

El escritor señaló que por la globalización los conocimientos no son compartidos en el aspecto educativo porque estos se comercializan y ejemplificó con el caso de los transgénicos.

Informó que según cifras del Banco Mundial existen 7 mil universidades en el mundo, y la población de estudiantes asciende a 570 millones de pesos de los cuales sólo acceden 80 millones de jóvenes.

Precisó que en los países ricos uno de cada dos jóvenes puede realizar sus estudios, en contraste en las naciones pobres –entre los que se considera a México– sólo uno de cada 10 aspirantes logra continuar su carrera universitaria. Por si fuera poco, también mencionó que los países de primer mundo invierten en el rubro de la educación 218 por ciento más que los países pobres en busca de la generación del conocimiento.

Carlos Montemayor dijo que en México existen 2 millones de estudiantes de la educación superior, de los cuales el 72 por ciento se encuentra inscrito en universidades públicas y representa una inversión de 20 a 30 mil pesos, y el resto de los estudiantes en instituciones privadas en los cuales se invierte de 45 a 100 mil pesos.

Ante este panorama desfavorable para la mayoría de la sociedad, aseguró que el Estado debe ser responsable de la educación y dejar de convertirse en un fenómeno de mercado donde sólo se prepara al personal de los consorcios.

468 ad