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En el teatro primero hay personas y después personajes, explica Luis Daniel Gutiérrez

Óscar Ricardo Muñoz Cano

El argumento pareciera sencillo: un joven cuya madre está en coma contrae una deuda que le es casi imposible de pagar al tiempo que sufre diversas crisis emocionales; va del “valemadrismo” a la angustia y a la histeria, sin embargo, todo se complica aún más cuando Daniel, el director y dramaturgo y su único actor, nos lo confiesa.
Presencia y ausencia o la muerte no deseada, obra de teatro presentada este jueves en la sala Luis Zapata del Centro Cultural Domingo Soler, es un monólogo que apela a las técnicas modernas del teatro al jugar con dos planos (realidades) dentro de una misma puesta en escena, a la par que se nos narra el argumento ya relatado, Daniel da cuenta de sus experiencias personales y como actor.
En ese sentido, poco más de 20 personas que asistieron al estreno, pudieron escuchar en voz de Luis Daniel Gutiérrez Salinas sus inquietudes por la muerte, el vacío, la presencia y la ausencia de los seres humanos, haciendo una comparación con la vida y la muerte en el teatro, donde todo está permitido, incluso matar.
Después de todo, un actor vive a través de un personaje que recita palabras que no son las suyas convirtiéndolo en una vía para mostrar lo que otros quieren o sienten.
En entrevista, Gutiérrez Salinas explicó que el texto pretende exponer que en el teatro primero hay personas y después personajes sobre la escena, “y empecé hablando de mí”, refiriéndose a la creación del texto; “empecé conmigo hablando de mí porque quería expresar algo sobre mi persona”.Agregó que tomó algunos cursos de biodrama para afinar el trabajo que indicó, “es una especie de autoexploración porque cada función es distinta”.
No obstante, acotó el licenciado en teatro por la UANL y que a la fecha lleva más de seis montajes escritos y dirigidos, que “uno debe trabajar sobre uno mismo, sobre sus emociones y sus pensamientos porque aunque uno sea el personaje, se debe tener cierto control para distinguir la línea que separa la ficción de la realidad”.
Para ello, y dentro de un espacio limitado a un par de metros cuadrados y una silla, se basa por un lado en juegos de luces y poder separar los planos realidad-ficción; por otro, en frases que recuerdan al maestro Julio Cortázar y la poesía de Alejandra Pizarnik que dan como resultado una amalgama que conduce al espectador hacia un final poco esperado.
Presencia y ausencia o la muerte no deseada se presentará todos los jueves en la sala Luis Zapata del Centro Cultural Domingo Soler, como parte del programa Acá teatro, de la Dirección de Cultura Municipal.

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