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Recuerdan al pintor Víctor Otero a través de sus textos

Xavier Rosado * En una bohemia e íntima reunión en el Bar del Puerto, Humberto Aburto, Angélica Gutiérrez, Arturo Martínez Reyes y Joaquín Pérez García leyeron textos del fallecido artista tecpaneco, Víctor Otero.

En la reunión efectuada el sábado a las 20 horas, se leyeron ante una escasa audiencia poemas, cuentos y una carta de agradecimiento que escribió la familia del artista a los organizadores de este homenaje póstumo.

“A lo largo de su vida, Víctor le dio a nuestra familia incontables satisfacciones, no sólo en cuanto a sus creaciones artísticas dentro de la literatura, la pintura y la escultura, sino que también nos dejó recuerdos imborrables de su ingenio, inteligencia y pasión por lo que hacía”, leyó Humberto Aburto de parte de la familia Otero Gutiérrez.

En esta carta, sus familiares destacan la calidad humana del fallecido artista, su bondad, su inquietud por conocer la naturaleza humana y sobre todo, su pensamiento libre de ataduras convencionalistas.

Con un sencillo escritorio improvisado con mesas de bar y una lámpara de noche al lado de la sinfonola, los amigos de Otero leyeron poemas como Quién apagó la luz, Génesis, La risa de Mizquish, La abuela, El origen y punzantes y breves textos a los que el autor llamó Cuentillos.

Humberto Aburto leyó para finalizar el programa, su poema titulado Los cocodrilos que le ganó el apodo por el que será recordado El cocodrilo.

También leyó el último texto que redactó Victor Otero en ese mismo bar:

 

La furia es mi capitán

Yo soy el sargento

He ganado nunca

Pero es de caballeros

Estar en el perder

Sólo los buitres ganan

¿o no?

No habiendo espada, nariz,

No lengua, corazón

Y si no hay corazón

Güevos ¿o no?

¿Si no hay güevos? –pregunta una voz–

¡Chale!… no mames.

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