El informe de Torreblanca, discurso de mensajes con dedicatoria al PRD

 * En el acto, marcada ausencia de la clase política priísta y de los posibles contendientes perredistas

 Aurelio Peláez * De aquí, a Casa Guerrero.Así dijo Zeferino Torreblanca Galindo ayer, al rendir su tercero y último informe de gobierno.Este viernes, en el teatro al aire libre Netzahualcóyotl, por lo menos ese día, había como un apabullamiento del todavía presidente municipal a sus posibles contendientes en el PRD a la candidatura al gobierno del estado. No estuvieron en el acto el senador Armando Chavarría Barrera ni el diputado federal Félix Salgado Macedonio.

En el informe hubo una marcada ausencia de la clase política priísta. Apenas el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Huicochea, representante del gobierno del estado, quien recibió una rechifla desde la galería, como un adelanto de lo que podría suceder al gobernador René Juárez si accede a estar en la toma de posesión como alcalde de Alberto López Rosas, quien también llegó por el PRD.

Entre los asistentes, el ex candidato de Convergencia por la Democracia a la alcaldía, Luis Walton Aburto, y el flamante diputado local y presidente estatal del Partido Verde Ecologista, Marco Antonio de la Mora. Ningún ex alcalde priísta en este acto. Y es que, precisamente dijo Zeferino, su llegada al gobierno municipal fue resultado de una movilización de ciudadanos contra los gobiernos priístas y su imagen de corrupción.

Del PRI, apenas los regidores de la comuna, entre ellos Herminia Olea, quien terminó aliada al alcalde.

El discurso de Zeferino, de unos 40 minutos, fue directo, con mensajes con dedicatoria, como dirigido a los mismos perredistas y como adelantando una propuesta de liderazgo: “El político que hoy requiere el país es aquel que no vea la política solamente por hacer política: se requiere del trabajo administrativo, de la honestidad y de la visión de Estado que ofrezca”.

La noche de ayer era de un calor ligero. Algunos asistentes llegaron con cachucha amarilla con la Z estampada. Alberto López Rosas, quien llegó al comienzo de la sesión de Cabildo, se había retirado antes, “como un acto de respeto al informe del alcalde”, había dicho. Regresó al final, acompañado de su hermano Alfredo.

A la próxima administración de López Rosas Zeferino le dijo que a diferencia de él, que se encontró sin recursos, se hallará “con la sola preocupación de trabajar hacia fuera, de redoblar esfuerzos en obra y administración ciudadana, pues el trabajo interno, el que no luce, está prácticamente concluido”.

Luego le esbozó las prioridades que dejó inconclusas: la reforma política que incorpore al municipio plenamente en el gobierno del estado; transformar el cabildo en parlamento municipal; buscar la plena autonomía financiera ante el gobierno estatal.

Exhortó: “Debemos pensar en ser políticos con sentido de riesgo, políticos que se atrevan, no en políticos con lenguaje críptico o que practican el doble discurso, que en público son críticos de las formas de gobernar pero en privado sostienen una relación vergonzosa, sumisa y convenenciera”. Como recordando la distancia que mantuvo de las reuniones en Casa Guerrero con el gobernador René Juárez Cisneros.

También conminó a los diputados de oposición en la 57 legislatura “a no adoptar una actitud sumisa, complaciente y dependiente del Ejecutivo estatal”. Como dando línea –que llegó dos días después– a los legisladores de oposición, sobre todo a los del PAN y los de Convergencia por la Democracia, que este jueves legitimaron al PRI en el gobierno del Congreso del Estado.

Zeferino recibió dos nutridos aplausos: al empezar su discurso, después de la postura expuesta el perredista Javier Secundino, y cuando hizo pública su política de relación con los medios de comunicación. El alcalde sostuvo que se evitó “el dispendio y los gastos suntuarios”, y que lo ahorrado se invirtió en ampliar la carretera Escénica y la calzada Pie de la Cuesta.

Como tomando distancia del acercamiento que el alcalde electo Alberto López Rosas ha tenido con los medios que fueron adversos a su administración, Torreblanca recomendó “mantener una línea verdadera de comunicación social, ajena a los intereses de los medios”, y recordó que por parte de las empresas a las que se retiraron privilegios, “fuimos objeto de infundios, ataques diarios y sistemáticos, porque rechazamos su chantaje”. Dijo que “el veredicto resultante del caso lo ponemos en manos de la opinión pública”.

“¡Viva Zeferino gobernador!”, se escuchó en galeras.

El alcalde, ex diputado federal por el PRD, atajó a quienes lo definen como buen administrador pero poco político, como el senador Chavarría: “No quiero ser calificado como un presidente que sólo enderezó las finanzas municipales, prefiero ser recordado, en dado caso, por haber servido a mis paisanos entregando obras y servicios en donde más se necesitaban, a los más desprotegidos”.

Torreblanca Galindo en el último discurso como autoridad, y con una administración exitosa de por medio, adelantó: “Ya logramos la mayoría de la población gobernada por los partidos de oposición, ya logramos la mayoría en el Congreso del Estado, es tiempo de no bajar la guardia y menos el paso. Nos falta realizar el sueño… nos falta justicia social. Nos falta llegar a Casa Guerrero”, la sede oficial del gobernador del estado. Entre los asistentes, su público, se entendió esto como el banderazo para trabajar por la candidatura a la gubernatura, independientemente de la búsqueda de una diputación federal en 2003.