Exhorta Fox a los marinos a combatir el narcotráfico y delitos en altamar

 * Tras nueve meses por los mares del mundo, concluyen sus prácticas profesionales 73 guardias marinas  

Alfredo Mondragón * Al atracar el buque escuela Cuauhtémoc de la Armada de México después de una travesía de nueve meses por puertos del mundo, el presidente de la República Vicente Fox Quesada exhortó a los marinos a combatir el narcotráfico y las actividades ilícitas en altamar para que sean un ejemplo de honestidad para los mexicanos. 

Fox Quesada hizo un reconocimiento a la tripulación del buque Cuauhtémoc por haber obtenido en este viaje la copa Tetera Boston, de la Asociación Internacional de Entrenamiento a Vela, al haber navegado a pura vela mil 342 millas náuticas, a una velocidad promedio de 10.83 nudos, equivalente a 20 kilómetros por hora, en 124 horas, desde el puerto de Alejandría Egipto al puerto Bombay India del 22 al 27 de junio.

Además, el jefe de las fuerzas armadas del país otorgó mención honorífica a los terceros maestres Miguel Peña Enríquez, Allen Sánchez Baños y Miguel Fernández Sierra así como a los cabos de mar Raymundo Solís de la Cruz, Luis de la Cruz Martínez, Francisco Rangel Pineda y al marinero Ricardo González Barrientos por haber rescatado con vida en playa Victoria del puerto de Cádiz España a dos bañistas que se ahogaban.

Por ello, el mandatario dijo a los tripulantes que “son dignos herederos de la historia y conocimiento de este velero, 20 generaciones que les han precedido estarán satisfechos y orgullosos de ustedes; estoy seguro de que esta nueva generación de guardias marinas regresa a puerto con un espíritu renovado de servicio, que se reflejará en una conducta institucional y responsable, una vocación de trabajo tenaz en beneficio del país”. 

En la ceremonia, el capitán del buque escuela Cuauhtémoc, Alfredo Lázaro Ortega Jaramillo, destacó la presencia por primera vez en la historia del barco durante el zarpe y atraco del 23 viaje de instrucción, del presidente de la República Fox Quesada porque “nos elevó la moral y generó un compromiso por ser portadores de su confianza y la del alto mando para representar a nuestro país, gobierno, compatriotas y familias mexicanas llevando un mensaje de respeto a todos los países del mundo”.

El capitán del buque escuela Cuauhtémoc, que zarpó de Acapulco el 18 de febrero, informó al jefe de las fuerzas armadas y al secretario de Marina, Marco Antonio Peyrot González, que se concluyó con el programa de prácticas profesionales, conferencias y seminarios para la nueva generación de 73 guardias marinas, que egresarán del colegio naval este año tras presentar su examen profesional en ingeniería de Ciencias Navales y obtener el grado de Teniente de Corbeta.

Ortega Jaramillo dijo que durante el crucero estuvieron como invitados oficiales de la Fuerza Aérea Mexicana y Ejército, tanto de México, Chile, Brasil, Venezuela, Perú, Guatemala, Panamá, Alemania, Israel, Italia, Francia, Corea y Estados Unidos, quienes acompañaron a los oficiales mexicanos sólo de algunos puertos a otros y algunos se quedaron en sus lugares de origen, pero “apreciaron la cocina mexicana”.

En este viaje los 73 guardias marinas y 120 integrantes de la tripulación visitaron  los puertos de Balboa, Panamá, Norkfol y San Francisco de Estados Unidos, Cádiz, Valencia y Barcelona de España; Civitavecchia, Italia; Alejandría, Egipto; Bombay, India; Singapur; Bangkok, Tailandia; Shanghai, China; Tokio, Japón; Honolulu, Hawai y finalmente de regreso en Acapulco.

Eran las 10 de la mañana cuando empezó el ingreso de alegres madres, padres, esposas e hijos de los jóvenes guardias marinas (antes cadetes) y personal de tripulación a las instalaciones de la Sexta Zona Naval para recibir a sus familiares tras nueve meses y tres días de travesía en diferentes partes del mundo, quienes eran revisados, al igual que reporteros y corresponsales, minuciosamente por el Estado Mayor Presidencial. 

Cientos de marinos se apostaron en columna a lo largo del muelle de ZN-8 de la Sexta Zona Naval, quienes conducían a la gente, dependiendo el rango naval de su pariente, hacia unas vallas donde se apreciaban los familiares de los guardias marinas y hacia el buque Justo Sierra, los parientes de Tenientes o Almirantes, que, más tarde, sirvió de palco para los reporteros de medios informativos nacionales y locales. 

Reporteros y fotógrafos acreditados por la Armada de México abordaron el buque patrulla Bautista, clase Azteca,  para apreciar la llegada del Caballero de los Mares, que ingresó a la bocana de la Bahía de Santa Lucia a las 10:44 horas, efectuando el tradicional saludo con 21 cañonazos de salva, mientras era escoltado por dos lanchas interceptoras, clase Polaris y más tarde, apareció un turista a bordo de una motoacuática.    

El velero de tres palos, 10 velas de cuadras y 13 de cuchillo, con un peso de mil 800 toneladas, tipo Brick Barca, cumplió 20 años de operaciones tras haber sido construido en un astillero de España, tiene 60 metros de eslora (largo)  y 12 de manga (ancho); cuando fue entregado el constructor dijo: “Que tengan buenos vientos, buenos mares y ojalá nunca encuentren la virgen de Guadalupe, que tiene escondida porque el día que la localicen se acabó”, se comenta en la tripulación.

En la proa, cubiertas y palos del Cuauhtémoc cientos de marinos, vestidos de pantalón blanco, playeras a rayas color azul y blanco, tras escuchar el silbato del capitán en sincronía hizaron las velas para virar hacia el muelle de la Zona Naval, al cual atracó en el puerto exactamente a las 12:00 horas y fueron recibidos con el mariachi de la Armada y la canción México Lindo y Querido y Caminos de Guanajuato, la tierra del presidente.

En la cubierta del buque Justo Sierra, la elegante señora Julieta Castillo Martínez y sus hijas gritaba con júbilo al ver a su hijo José Díaz Castillo porque “es una emoción muy grande, saber que pueden pasar muchas cosas en un viaje así, tuvieron bastantes contratiempos por el clima (…) me habló de los lugares donde llegó, hubo cosas muy bonitas pero también tristes como la India que es muy pobre. Le espera una nueva noticia, tiene una sobrina nueva”.

Más tarde, aproximadamente a las 12:30 horas, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad llegó el presidente Fox Quesada, acompañado del gobernador René Juárez Cisneros, el alcalde Zeferino Torreblanca Galindo, quienes al término del discurso, se reunieron en una oficina del barco más de una hora y 45 minutos, mientras los reporteros y familiares de los guardias marinas esperaban su salida para culminar el acto y salir.