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No he pensado en el retiro pues la edad es un estado mental, no físico: Mil Máscaras

 * El día que diga adiós a la lucha libre me gustaría ser diplomático, dice el luchador de casi 65 años

Adalberto Valle * Es una noche más en sus casi cinco décadas de carrera dentro de la lucha libre profesional “y no estoy nervioso. Nunca me he puesto nervioso antes de salir a luchar. Lo que hago es leer antes de subir al ring. Quince minutos antes caliento, hago sentadillas, lagartijas y estoy listo. No importa quién sea el contrincante, ni en qué lugar del mundo esté”.

Es Mil Máscaras, la máxima figura del pancracio nacional que se mantiene en activo. El mismo que compartió la época en que gladiadores como Santo, Blue Demon, entre otros, tomaron el cine como un escaparate y que a los casi 65 años (según se pudo saber por personas allegadas ya que él mantiene el dato tan en secreto como su identidad) se siente en “excelente condición física” para seguir dando batalla encima de los encordados de México y de otras partes del mundo.

“Ni siquiera en mi primera lucha hace algunos años me sentí nervioso. Cuando debuté consideré que era la prueba para ver si me había preparado bien para el examen. Era como una carrera y era el momento adecuado para ver si pasaba de año”, comentó a El Sur, en entrevista en los vestidores de la Arena Coliseo, ahí donde el luchador adopta la personalidad de un guerrero que tiene que vencer a los del bando contrario.

“La clave aquí es mantenerse bien físicamente. Mientras haya buenas piernas y estés bien preparado puedes seguir. Al luchador lo retira el tiempo, los golpes y la falta de piernas”.

“La edad es relativa”, respondió a la pregunta sobre si Mil Máscaras tenía edad. “Es un estado mental, no físico. Si tienes activo el cerebro el físico responde”, añadió.

Aún no piensa en el retiro

Aunque son muchos años en esta “difícil” actividad, aseguró que aún no piensa en el retiro, por lo que si alguno de sus hijos quieren utilizar su nombre tendrá que esperar a que diga adiós.

“Nunca se piensa en el retiro. Cuando lo vaya a hacer lo hago. Digo, me voy y punto. No voy a andar subiéndome en cada lugar diciendo que ya me voy (quizá refiriéndose al Perro Aguayo). Hago una presentación en grande y ahí digo adiós. Pero todavía no pienso en eso”.

“Si mi hijo quiere luchar, se tendrá que esperar para ponerse la máscara hasta entonces, antes no. Porque no es cuando ellos quieran”.

Dijo que su hijo tiene una maestría en artes marciales, es campeón del mundo en karate y “en una semana lo tengo entrenado y listo para que luche”, aunque también platicó que “tiene un título universitario y a veces eso es más importante que una carrera deportiva”.

“Yo creo que faltan muchos años para decir no más. Tal vez el día que me retire podré ser promotor o diplomático. Ir a Japón, ser embajador en Francia, Italia, Alemania, lugares donde me conocen y podrían recibirme muy bien porque conozco el entorno y su historia”.

Sobre su incursión en la lucha libre en Japón, Mil Máscaras aseguró que él fue a enseñar.

“Cuando llegué tenían una sola llave. Yo llegué y le di más variedad al repertorio. Hice planchas, patadas voladoras y más llaves. Por eso es que tuve tanto éxito allá. Por eso mi nombre está muy arriba”.

Por ello dijo, que Japón para los luchadores mexicanos no es “nada extraordinario”, porque los “mexicanos tenemos calidad. La escuela de allá es la que llevamos de México y también a Estados Unidos”.

Tuve ventaja porque yo estudie

actuación

Tocando el tema del cine, herramienta que denominó como una “publicidad extraordinaria”, Mil Máscaras dijo que les permitió adoptar una faceta de “estrellas de la pantalla”.

“El cine tiene la ventaja de que perdura. Yo estoy activo en la televisión por las 21 películas que filmé y que se pasan en México, en Estados Unidos, en Centro y Sudamérica”.

“Claro que todos actuamos diferente. Yo tuve la ventaja que yo estudié eso. No es ningún chiste decir que los superaba (a El Santo y Blue Demon) en actuación, porque estudié para eso”.

Respecto a las ganancias monetarias que pueden obtenerse de la industria cinematográfica, señaló que “es como toda empresa. Se busca hacer negocio, se invierte pensando en recuperarlo y tener una ganancia”.

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