Félix Castellanos Hernández

¿Todos deseamos la paz en Chiapas?

El pasado primero de noviembre fui seleccionado por segunda ocasión para presidir la Comisión de Concordia y Pacificación, y a pesar de que en los últimos meses la actividad de dicha Comisión ha sido prácticamente nula, decidimos aportar nuestros modestos esfuerzos para abonar al tan necesario proceso de pacificación de Chiapas y de nuestro país.

Se debe mencionar, que las iniciativas de paz de la Cocopa, prácticamente dependen de lo que las partes, es decir, el gobierno federal y el EZLN declaren, realicen, emprenden o desarrollen en relación con el conflicto armado en Chiapas y en México.

Debemos recordar que desde hace dos años, el EZLN en voz del subcomandante Marcos, anunció que regresarían a la mesa del diálogo y negociación, siempre y cuando, el gobierno federal que estaba iniciando su gestión cumpliera con tres señales: 1) el retiro de 7 bases militares, 2) la aprobación de la Ley Cocopa y 3) la liberación de los presos zapatistas.

Pero hagamos un modesto balance de lo que ha ocurrido en los últimos 24 meses. En relación con la primera señal, la Cocopa pudo constatar en varios recorridos que realizó por el estado de Chiapas, que efectivamente por instrucciones del presidente Fox, las bases militares que el EZLN exigió se retiraran, éstas fueron totalmente reubicadas, vale decir, que en abril del año pasado, también en mi calidad de presidente de la Cocopa, nos tocó atestiguar el desmantelamiento del último campamento que el Ejército Mexicano tenía en Guadalupe Tepeyac, por lo que podemos decir que esta primer señal fue cumplida, aunque sea parcialmente, ya que debemos decir, no se ha reducido el número de efectivos del Ejército.

Con relación a la segunda señal, como es de todos conocido, el gobierno federal sin el cabildeo y el oficio político necesario, envió (con modificaciones sustantivas) al Congreso de la Unión, la iniciativa de reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígena que la Cocopa elaboró, ahí en el Senado de la República, la mayoría priísta, panista y perredista y en la Cámara de Diputados la mayoría priísta y panista la deformaron y en su lugar aprobaron una reforma constitucional que no correspondía a los anhelos, reclamos y aspiraciones de los pueblos indígenas.

Esta modificación constitucional se aprobó de igual forma en 18 Congresos locales (entre ellos el de Guerrero), que echaron por la borda los aspectos más relevantes que se habían acordado y firmado por las partes en San Andrés Larrainzar, ahora se tiene una reforma constitucional que no es la que inicialmente formuló la Cocopa, y por lo tanto, podemos afirmar, que esta segunda señal exigida por el EZLN no ha sido cumplida plenamente.

Se ha investigado, que para ponerla acorde con todo el cuerpo jurídico de nuestro país, se hace necesario modificar alrededor de 39 leyes reglamentarias federales, además de que se deja a los congresos locales y a los ejecutivos de los estados la obligación de legislar e instrumentar políticas públicas dirigidas a los pueblos indígenas de cada entidad, aquí vale reflexionar que pasará con aquellos grupos indígenas que habitan territorios de varios estados, por ejemplo, los mixtecos que se encuentran en Guerrero, Oaxaca y Puebla o los amusgos que están en nuestra entidad y en el vecino Oaxaca y que tendrán diferentes legislaciones y programas locales, aunque padezcan y compartan los mismos problemas y necesidades.

Por otro lado, en lo que respecta a los presos zapatistas, debemos comentar que el arquitecto Fernando Yánez, nombrado interlocutor por el EZLN para con el gobierno federal, como para la Cocopa, entregó a los integrantes de la comisión legislativa, un listado con 110 presos que estaban recluidos en varios penales del país, de ellos, fueron liberados más de 90 en una sola acción por mi amigo el gobernador Pablo Salazar Mendiguchia, esta iniciativa del gobernador chiapaneco fue congruente con su trayectoria política, ya que debemos recordar fue integrante de la primer Cocopa y que con esa representación, él me platicaba cuando fui a apoyar su campaña a la gobernatura, tuvo que enfrentar las instrucciones, los desaires y los embates del presidente Zedillo, por su profunda vocación pacifista.

Sin embargo, actualmente quedan cuatro presos que liberar, dos en Tabasco compañeros indígenas, padre e hijo, que ya fueron sentenciados a 20 y 25 años de prisión respectivamente, acusados de violación y homicidio, pero que todo indica que fue la lucha por la defensa de la tierra de sus comunidades la que los envió a la cárcel. Aquí quiero invitar a reflexionar a mi camarada Pablo Salazar ya que después de más de 2 años de negociaciones, se logró convencer al gobernador de Tabasco de que los enviara a Chiapas para cumplir sus condenas, con la intención de que llegando a esa entidad, se beneficiaran de la Ley de Amnistía que para el caso se aprobó en aquel estado, pero la respuesta que se ha obtenido del gobierno del estado, es que no hay espacio en los centros de readaptación de Chiapas, compa Pablo, no se vale.

Los otros dos presos se encuentran en Querétaro, están acusados de motín, sedición, despojo y demás medallas que los gobiernos intolerantes les prenden a los luchadores sociales. Sergio Jerónimo y Anselmo Robles, son dirigentes de organizaciones urbanas y campesinas que desde hace años se conformaron en aquella entidad para defender los intereses de los más desposeídos.

El viernes 15 de noviembre, estuve con los dos presos en el Cereso de Querétaro y como hace 20 años cuando formamos una organización política con uno de ellos, o como hace 12 años cuando constituimos el PT junto con Sergio Jerónimo, los encontré colmados de compromiso, convicción y plena conciencia solidaria; inicialmente no aceptaban el indulto del gobernador, pero ahora también tienen los beneficios de la preliberación que consisten en los días que han estado presos, días trabajados, días dedicados a la educación y a la cultura.

Saben que su liberación va a coadyuvar al proceso de pacificación, por ello ahora aceptan el posible perdón (de que diría Marcos) del gobernador, que aunque diga que no lo ha hecho porque la mayoría de sociedad queretana se inconformaría, (yo tengo mis dudas), si tengo la seguridad de que la sociedad mexicana y sobre todo los pueblos indígenas se lo reconocerían.

Pero ahora, están sumamente dispuestos cuando salgan de la prisión hasta de dejar la entidad, y lo hacen también por sus familias, sobre todo por sus esposas, quienes se han caracterizado por su perseverancia y han prometido no descansar hasta verlos en libertad, aunque ahora una de ellas también esta en la cárcel acusada de un supuesto fraude, pero como dice Irma la esposa de Sergio, al final vamos a demostrar quien tenía la razón y a quien les asistía el derecho, yo no tengo duda, pronto saldrán.

Finalmente, es importante resaltar que el presidente Fox, en su última gira por Europa, particularmente en Inglaterra, declaró que en México ya no hay presos zapatistas y que tenemos muy cerca una paz plena en Chiapas, ante ello nos preguntamos ¿quien sólo pronuncia discursos y quienes verdaderamente están coadyuvando en la construcción de la paz? Basta de simulaciones.