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Clausura Reglamentos y Espectáculos cinco negocios que no tenían licencia

Jorge Nava * Durante la clausura de cinco locales que llevaron a cabo ayer inspectores de la Dirección de Reglamentos y Espectáculos, en dos de ellos los propietarios opusieron resistencia a la sanción.

En la acción, encabezada por Benjamín Goiz Sandoval, estuvieron más de 30 inspectores y 10 agentes de Tránsito, quienes tenían como objetivo cerrar 17 establecimientos, que –de acuerdo con Goiz Sandoval– no cuentan con el permiso expedido por esa dependencia.

El primer establecimiento que se clausuró fue un bar que se localiza en el interior del mercado de la calle Feliciano Radilla.

Allí, el propietario, José Guadalupe Flores Bibiano, se opuso a la sanción al argumentar que cuenta con un amparo que le concedió el juez Sexto de Distrito.

Argumentó que sus pagos están en regla ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el departamento de Ingresos de la Secretaría de Administración y Finanzas.

Flores Bibiano dijo que pertenece al Sindicato de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), e impidió que los inspectores de Reglamentos colocaran los sellos en el bar.

Flores Bibiano era respaldado por tres personas que retaron a los inspectores para que no colocaran los sellos e inspeccionaran el lugar, mientras que los policías que los acompañaban se limitaban a observar.

Goiz Sandoval dijo que allí era una casa y que cuando se ha requerido la presencia de Flores Bibiano en Reglamentos, los inspectores son amenazados por sus familiares, quienes dicen ser “judiciales y militares”.

Mientras algunas personas que resguardaban a Flores Bibiano, otros se dedicaban a tomarle fotos a los inspectores, con la amenaza de que serían denunciados penalmente.

Otro lugar donde hubo resistencia fue en el autoservio Pick Up, donde la propietaria del lugar, Maricela Jiménez, soltó a un perro contra el fotógrafo Urbano Valencia, pero el can sólo alcanzó a morder una libreta que llevaba el trabajador en un bolsillo.La afectada aseguró en entrevista que hace cuatro días un empleado de Reglamentos le pidió dinero para no multarla al encontrar allí a estudiantes que bebían caguamas, pero que por oponerse en el acta se indicó que eran 40 menores, a pesar de que eran menos.Señaló que la multa ascendió a 16 mil pesos, por lo que acudió a hablar con Goiz Sandoval, quien –aseguró– la trató “mal”, a pesar de que ella llevó un documento de la regidora perredista Lucía Juárez Jiménez.Lo anterior fue negado por Goiz Sandoval, quien argumentó que no está permitido expender bebidas embriagantes a menores de edad.

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