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Llueva o truene, el cartero ejerce su diario oficio por los caminos del puerto

 * Es necesario reordenar la nomenclatura de Acapulco, dice el coordinador operativo del Servicio Postal Mexicano

Xavier Rosado * Sorteando las inclemencias del tiempo y algunas veces hasta adivinando nombres de calles y números de domicilio, los carteros de Acapulco hacen su trabajo día a día y, de ocho de la mañana a tres de la tarde, se convierten en  portadores de noticias, buenas y malas, que invariablemente llegan a sus destinatarios.El oficio de mensajero –para el que los griegos contaban con el dios Hermes, convertido en Mercurio por los romanos– o cartero, celebra su día cada 12 de noviembre, pero lejos de ser reconocidos por su labor, al parecer están destinados a engrosar el número de los oficios perdidos que alguna vez enlistó René Avilés Fabila.

 Un oficio de familia  

Oscar Jiménez Gómez es uno de los 70 empleados del Servicio Postal Mexicano en Acapulco que recorre más de 10 kilómetros en su motocicleta todos los días para repartir el correo en las zonas de Ejido, Las Playas y Caleta.En sus 16 años de servicio ha recorrido a pie, en bicicleta y en moto prácticamente todas las calles de Acapulco ya que le han asignado todas las áreas de reparto en el puerto y sus zonas aledañas. Oscar Jiménez Gómez empezó a trabajar en el servicio postal hace 16 años gracias a su padre, quien se jubiló después de haber cumplido 30 años de servicio en Acapulco.“Este es un oficio familiar que empieza desde mi papá y mis hermanos mayores, yo soy de los hermanos menores que trabajamos de carteros. Mi padre fue servidor público en esta institución más de treinta años y ya está pensionado”, expresó.Mencionó que en este lapso ha tenido muchas satisfacciones, la principal es que de este trabajo mantiene a su esposa y a sus dos hijas y que ya cuenta con una casa propia gracias al Fovissste.“Lo más satisfactorio es que salgo adelante con mi sueldo… la gente de mi rumbo es muy amable, nunca he tenido problemas con ellos, además de que el servicio nos ha apoyado con buenas motocicletas, eso es un gusto enorme para nosotros. Antes teníamos muy poco, ahora ya contamos con uniformes y accesorios, además del medio de transporte”, indicó. Dijo que a pesar de que al principio funcionaban con muy pocos implementos para su trabajo, nunca se han quejado, porque tiene un trabajo que asegura su futuro y el de sus familias.Agregó que el oficio del cartero es muy satisfactorio porque les permite tener un contacto directo con la gente, “El trato con la gente es diario, desde que uno empieza a cubrir su rumbo hasta finalizarlo, pero hablar con la gente es lo máximo que tenemos nosotros, estamos muy apegados con ellos porque la correspondencia la tenemos que entregar en la mano del usuario para que el servicio sea al cien por ciento”.

 Un día de trabajo  

Para un cartero en Acapulco el día comienza a las ocho de la mañana, hora en que tienen que clasificar la correspondencia de acuerdo al recorrido que harán en su zona. El cartero deberá comenzar y terminar su reparto en el mismo sitio, haciendo un circuito de acuerdo a la correspondencia diaria. “El compromiso de nosotros es sacar la correspondencia del día, para que no se acumule. Es nuestra obligación conocer perfectamente las calles y la nomenclatura no sólo de nuestra zona de reparto, sino de todo el municipio porque luego nos cambian de rumbo y de todos modos tenemos que saber por dónde vamos a trabajar”, explicó el cartero y agregó que para esto el Servicio Postal Mexicano les otorga constantemente cursos de capacitación. Ante la responsabilidad que implica ser el mensajero de noticias, documentos y paquetes de vital importancia para sus destinatarios, el cartero Jiménez Gómez dijo estar muy orgulloso de su misión en la vida.“Me siento muy bien con este trabajo porque te enseña a ser muy responsable, es tu obligación, pero es más importante cuando se vuelve parte tuya. Es una responsabilidad muy grande desde que sales hasta que terminas, tienes que seguir un procedimiento para la entrega de una correspondencia ordinaria hasta una carta certificada, un impreso. Es muy delicado porque la gente, muchas veces ya sabe que va a recibir un documento o información y si no les llegara, pues sería muy grave”, señaló el empleado postal. Indicó que cuando se llega a extraviar un documento, se notifica a la administración por medio de un acta para responder legalmente al afectado según sea el caso.La figura antagónica para los carteros ha sido siempre el perro, su más acérrimo enemigo que como guardián de la integridad de los hogares, no permite, por su instinto, que los empleados postales hagan su trabajo.“Si son un problema porque el perro es un animal que cuando no te conoce, te muerde o por lo menos te ladra, no sabemos cuándo el perro es noble o es agresivo, los perros significan para nosotros mucho descontrol en el trabajo porque luego no te dejan llegar hasta el buzón que quieres y a veces, pues hasta te corretean”, comentó.Agregó que otro problema en Acapulco es el intenso tráfico que se presenta en las principales avenidas del puerto, “hay demasiados carros, hay rutas que tienes que trasladarte por ejemplo en el centro y se vuelve muy tedioso y complicado. Yo tuve un accidente bastante aparatoso cuando choqué con la moto a causa de una alcantarilla que estaba semiabierta”.Recordó que en sus 16 años de servicio ha tenido muchas rutas a pie, en las que ha tenido que caminar muchísimo, “hay que tener cuidado sobre todo en colonias como La Morelos, La Vista Alegre que están en los cerros y que hay que fijarse bien al pisar, al subir escalones para no tener accidentes”. Respecto a otro tipo de enemigos del sistema de correo tradicional, la tecnología, explicó que “no nos afectó el internet cuando empezó; para mí el correo siempre va a existir porque nunca se va a comparar recibir un mensaje de una máquina, a tener en tus manos una carta que alguien se tomó la molestia de escribirte, meterla en un sobre y llevarla hasta el correo para que te llegue, es mucho más íntimo, te expresas mejor, es lo más tradicional, lo más bonito”, finalizó.

 Es necesario reordenar las nomenclaturas en Acapulco

 El coordinador operativo del Servicio Postal Mexicano, Armando Casarrubias Leyva, expresó que en el municipio de Acapulco, además de cubrir la zona urbana, los carteros llegan a lugares como barra de Coyuca, Los Mogotes, San Isidro, Cerrito de Oro, Lomas de Chapultepec, Puerto Marqués, Barra Vieja y la zona del Aeropuerto.“El año que entra estamos planeando ampliar nuestros servicios hasta el área de El Bejuco, Tres Palos, Tunzingo y por la parte norte hasta los kilómetros 30 y 40”, anunció el director.Mencionó que como institución postal se reunirán próximamente con las autoridades electas del municipio para consolidar un proyecto que ordene las nomenclaturas de los domicilios en Acapulco.“Más que nada para platicar acerca de la urgencia de una reordenación de las nomenclaturas de esta importante ciudad, que desde sus inicios, ha numerado sus domicilios casi arbitrariamente. Este rubro es muy importante para nosotros porque si se logra este orden, se aumentará considerablemente la efectividad de nuestro servicio. Muchas veces nuestros carteros regresan con la correspondencia sin entregar porque les resulta imposible encontrar los domicilios”, concluyó Casarrubias Leyva.

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