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Son de Tierra Caliente dos meloneras que exportaban con salmonella: Sagarpa

 Gregorio Urieta, corresponsal, Ciudad Altamirano * Dos de las empresas guerrerenses productoras de melón que generaron una señal de alerta en Estados Unidos para evitar que se comercialice melón marca Cantaloup Viva, debido a que encontraron bacterias de salmonella en la cáscara del producto, son de la Tierra Caliente.

De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagarpa), las empresas que no observaron la normatividad exigida son Legumbrera San Luis, propiedad del americano Lee Shepley, que administra Gerzaín Martínez González, ubicada en la localidad de Rivapalacio, Michoacán, localidad conurbada a Ciudad Altamirano. Y la otra empresa que es de la localidad de Villa Nicolás Bravo, municipio de Ajuchitlán, y es propiedad de Santana Ríos Bahena.

La historia se remonta al año pasado, cuando en Estados Unidos se detectó residuos de excremento de tlacuache en la cáscara del melón. De acuerdo con las mismas fuentes oficiales, la Food and Drougs Administration detectó el problema en melón proveniente de la Legumbrera San Luis y prohibió la comercialización del melón cantaloup de esa empresa. Sin embargo, cuentan las fuentes oficiales que la empresa se las arregló para exportar el melón a nombre de otra empresa y continuó enviando el producto, hasta que a mediados del año pasado se volvió a detectar la bacteria de la Salmonella.  La empresa fue rastreada por la Food and Droug Administration y exigió a las autoridades agropecuarias la aplicación del programa de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), que consisten en que se utilice un sistema de acolchado para reducir al mínimo probable los riesgos biológicos y físicos en el producto y que en las empacadoras se cuente con las condiciones mínimas necesarias para que el producto llegue a su destino sin contaminantes.

De parte del gobierno federal, a través de la Dirección General de Sanidad Vegetal, se estableció que se cumplieran con esa normatividad y se agudizó la supervisión, con lo que encontraron que en otra empresa, de Villa Nicolás Bravo, no se tenían las condiciones de manufactura del producto, ya que tenían piso de tierra, e incluso lavaban el melón con agua del canal de riego.

Las fuentes afirman que a través de la Dirección Federal de Sanidad Vegetal se apoyó a esas empresas para que se aplicara el programa de BPA y BPM, aportando recursos económicos en coordinación con los empresarios.

Mientras tanto, en la frontera se emitió un comunicado de alerta a los importadores del melón cantaloup para que se comercialice hasta en tanto no se supervise que se están observando las normas BPA y BPM.

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