Marcial Rodríguez Saldaña

El Congreso en disputa

 La resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Estado (TEE), de otorgar 23 diputaciones a la Alianza PRI-PVEM, 19 al PRD y al PAN, PT, PCD y PRS una para cada quien, ha sido impugnada por el PAN y por CD ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que en breve resolverá en forma definitiva cómo queda integrada la Cámara de Diputados de Guerrero.

El Consejo Estatal Electoral (CEE), decidió en un primer momento que en la distribución de las curules se asignaran al PRI-PVEM 22, al PRD 18, dos al PAN y al PCD, PT, y PRS una a cada quien, con las cuales el PRI-PVEM tendría minoría frente a los demás partidos.

El criterio que utilizó el TEE para establecer la distribución de diputaciones se orientó a privilegiar a los partidos que obtuvieron más votos –PRI y PRD– y castigar a los demás partidos, en particular al PAN y a CD. Como se puede analizar, la fórmula de asignación de diputados de representación proporcional que establece el Código Electoral del Estado, está sujeta a diferentes formas de interpretación.

A nuestro juicio, el sentido que debe prevalecer en la decisión que va a tomar el TEPJF, es el de la mayor proporcionalidad entre los partidos contendientes. Es cierto que nuestro sistema de representación en el caso de la Cámara de Diputados federal y local, se caracteriza por dos métodos de asignación: el de mayoría relativa (MR) y el de representación proporcional (RP) con dominante del primero. Sin embargo, en esta elección existe en términos de diputaciones de MR obtenidas por el PRI (15) y del PRD (13) un equilibrio, así como en términos de votos obtenidos por ambos partidos, de tal manera que los diputados de RP que se asignen sean una forma de garantizar que no haya sobrerrepresentación de ninguno de los partidos más votados –PRD y PRI–, así como que no exista subrrepresentación de los otros partidos que no obtuvieron curules de MR, pero sí lograron votos suficientes para tener derecho a una o más diputaciones de RP.La votación emitida por los ciudadanos guerrerenses el pasado 6 de octubre para legisladores locales, refleja una tendencia para que lo que hasta ahora ha sido oposición en el Congreso, pase a ser una nueva mayoría en la Cámara de Diputados, lo cual permitiría reformar su Ley Orgánica y establecer nuevas formas de organización en lo que se refiere al gobierno interior. Por otra parte, una nueva mayoría en el Congreso daría paso a un verdadero equilibrio entre los poderes en el estado, ya que se aplicarían mecanismos de control sobre las actividades del Ejecutivo, sobre todo en lo que se refiere al gasto público.Estaremos atentos a la resolución que emita el TEPJF, pues de ella va a depender en gran medida el desarrollo democrático de Guerrero en los próximos tres años.