Juan Manuel Olea

Las incongruencias del Tribunal Electoral

 La resolución emitida por el Tribunal Electoral del Estado, en la que se quitó una curul al Partido Acción Nacional y se les otorgó una más a la alianza PRI-PVEM y al PRD, ha quitado la mayoría a la oposición en el próximo Congreso local y le ha dado el empate al PRI (23 a 23), que con un solo diputado –que bien podría ser el del PRS– logrará la tan ansiada mayoría que tiene preocupado al gobernador.

El Tribunal Electoral del Estado ha caído en una serie de incongruencias, que lo ponen en entredicho, comenzando porque nos quisieron vender la idea de que su presidenta, Virginia López Valencia, cuya afinidad al PRI data desde sus épocas de estudiante de derecho de la UAG, quería otorgarle cuatro curules al PAN, pero ¡oh sorpresa! los magistrados le dieron golpe de estado y fue el magistrado Javier Vázquez (considerado independiente), el encargado de presentar el nuevo dictamen que quita mayoría a la oposición y le allana el camino al PRI. Pero resulta que es la misma presidenta del TEE quien designa entre los magistrados al que debe presentar el nuevo dictamen y por si eso fuera poco, ahora Javier Vázquez asegura que la nueva resolución fue elaborada también por la magistrada presidenta Virginia López. ¡Qué inocencia del magistrado Vázquez, quien se presta a hacer suyo un proyecto que le elaboró la presidenta del TEE!

Pero las cosas no quedan ahí, pues Virginia votó en contra de ese proyecto que ella elaboró. Podría ya no entender nada, pero afortunadamente lo entiendo todo. La presidenta elaboró dos proyectos, uno que daba la idea de un TEE plural e independiente y debía tranquilizar a los panistas y otro que favorecía al PRI y tenía el consenso de la mayoría de los magistrados –algunos como Javier Vázquez más cercanos al PRD–, pero que como otorgaba también un diputado más a ese partido, mantenía a las dos principales fuerzas políticas del estado tranquilas dándole al PAN atolito con el dedo.

Me acordé de la frase del jurista Radbrush: “Cuando un juez se convierte en parte, se necesita a Dios como abogado”. En el TEE muchos jueces fueron parte y así lo ha confirmado la actuación del magistrado Rodolfo Montes Alcántara, al revocar las constancias de mayoría a las perredistas Yolanda Villaseñor y Gloria Sierra, luchadoras sociales con un arraigo claro en los distritos en que ganaron, pero además con una clara animadversión a la forma de hacer política del gobernador René Juárez. El magistrado Alcántara le dio un gusto al gobernador y ha dejado manchada su trayectoria ya que además existen antecedentes de que en un caso igual, falló a favor del PRI y no revocó una  constancia como lo hizo ahora contra el PRD.

Muchas incongruencias en el TEE. El magistrado Javier Vázquez es mi amigo y tiene mi aprecio, pero no escapa a mi crítica, pues ha presentado una resolución vulnerable que no se sostendrá en el Tribunal Federal. Lamento su decisión porque también mancha su trayectoria y aunque argumenta que en otras ocasiones ha fallado contra el PRD, no puede soslayar que hoy por hoy el PRD tiene muchas posibilidades en Guerrero de ser gobierno y atrae las simpatías que el poder siempre lleva en forma consustancial. Dice que se utilizó la misma fórmula que aplicó el Consejo Estatal Electoral hace tres años, sólo que pasa por alto que hace tres años Acción Nacional tuvo menos de la tercera parte de la votación que obtuvo ahora. Además comienza su resolución citando la definición de Representación Proporcional que da el Diccionario de la Real Academia Española, lo que deja muy mal parado a Javier, porque pudo haber citado a Sartori o a Michels, pero utilizar el mismo diccionario que dice que hombre público es el que participa en los negocios del Estado y mujer pública es igual a prostituta, para una tesis tan importante denota una simplicidad ominosa. No me imagino que opinaría Nikito Nipongo, autor de Madre Academia de esto.

Yo le daría la explicación de Representación Proporcional que cita Rodrigo Borja Soriano en su conocida Enciclopedia de la Política: “La representación proporcional se contrapone a los sistemas electorales de mayoría que entregan la totalidad de los escaños a los triunfadores, deniegan el acceso a las minorías y por tanto pueden resultar desproporcionados e injustos”. Y más adelante: “El hecho de que la voluntad de la mayoría pase como voluntad de la totalidad no significa que el poder de la mayoría esté exento de limitaciones. Todo lo contrario: la primera limitación que soporta es precisamente el respeto a la minoría. Respeto que es un supuesto legal y moral del sistema. De otro modo se implantaría la tiranía de la mitad más uno sobre la mitad menos uno”.

Este solo argumento rebate la tesis de Vázquez, en el sentido de que sería injusto no darles otro diputado al PRI y al PRD con una votación mayor a los 350 mil votos. Tal vez no entiende el mecanismo de la representación proporcional que da un acceso con sólo el 1.5 por ciento de la votación total válida. Habrá que señalar que el PRS tendrá un diputado con unos 16 mil votos y el PAN uno también con más de 83 mil votos. La simple lógica nos dice que hay inequidad al dar la misma cantidad de diputados al PAN con una votación más de cinco veces mayor.

Qué pena tener órganos electorales partidizados. Qué pena que cuando el TEE pudo haber hecho historia, prefirió supeditarse a sus ataduras y facilitarle al PRI su trabajo en el próximo Congreso. La justicia electoral en Guerrero está vergonzosamente supeditada a los grupos de poder. Me da gusto que pudiera entrar la fórmula de la perredista María Luisa Méndez Ríos, una voz valiente y crítica, pero me preocupa que esta diputación pueda ser tan costosa para el estado, pues significa la pérdida de la mayoría opositora al cambiar dos curules de oposición por una y además dificulta el trabajo del PRD en el próximo Congreso al quedar el PRI con 23 diputados y el PRD con 19, pero con menos posibles aliados opositores pues con CD, PAN y PT tendría 22 contra 24 PRI-PRS (recordando que ya han hecho coalición anteriormente).Así las cosas, esperaremos el fallo del Trife, que se debe dar antes del 15 de noviembre y que deja la posibilidad de volver a dar a la oposición mayoría en el Congreso, abriendo una etapa de división de poderes sin precedente en nuestro estado. Vale.