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El nuevo auditor general del estado debe salir de un consenso: Zeferino

 * Si es “empleado del priísmo y no del Congreso será más de lo mismo”, advierte el alcalde * El ex secretario de Finanzas zeferinista lamenta que no se haya aprobado que el titular sea nombrado por dos tercios de los diputados

 Ossiel Pacheco y Aurelio Peláez * El titular de la nueva Auditoría General del Estado debe ser un representante de todos los actores políticos y, por lo tanto, nombrado por consenso de todas las fracciones, pues de lo contrario será un empleado del priísmo, cuando lo debe ser del Congreso del Estado, opinó ayer el alcalde de Acapulco Zeferino Torreblanca Galindo.

Agregó que en teoría “la idea es transparentar el uso de los recursos, pero todo depende de quien sea el hombre”. Por eso, insistió, el auditor general del Estado debe ser elegido por “una mayoría calificada, porque si es elegido por mayoría simple será más de los mismo”.

Por su parte, su ex secretario de Finanzas, Carlos Alvarez Reyes, señaló que la sustitución de la Contaduría Mayor de Hacienda por la Auditoría General del Estado implica avances importantes para alcanzar en Guerrero la rendición de cuentas, pero coincidió en que es necesario que este nuevo organismo sea en realidad independiente, y lamentó que no se haya aprobado que su titular fuese designado por dos tercios de los diputados.

Confió no obstante en que dado el equilirbio de fuerzas en la Legislatura que entra en funciones el 15 de noviembre, se pueda esperar que la Auditoría sea realmente un organismo autónomo que cumpla con profesionalismo su labor de vigilar cómo aplican los recursos públicos los gobiernos estatal y municipales.

Insistió: “La autonomía y la independencia está prevista en la Constitución; la Contaduría depende del legislativo, no es una entidad aislada, pero creo que debe tener toda la autonomía que corresponde a un órgano autónomo”.

Alvarez Reyes indicó por otro lado que esta nueva Auditoría no debe limitarse a investigar sólo el desvío de recursos, sino también cuando los gobiernos municipales, estatal o las paraestatales se aparten de las metas presupuestales y no las cumplan. Sostuvo que la falta de cumplimiento de las metas planteadas es una responsabilidad pública: “Si yo digo ‘una obra tendrá alcance para tal número de beneficiarnos’ y no se logra, ahí hay responsabilidad administrativa”.

Alvarez Reyes contó que en el país hay una modernización de la fiscalización y Guerrero era uno de los estados que faltaban, aunque señaló que el Congreso local debió aprobar que el titular de esta nueva figura de la Auditoría fuese elegido con el voto de las dos terceras partes de los diputados y no con la mayoría simple de los votos de los diputados del PRI, porque esto hubiera garantizado una mayor independencia al órgano que sustituye al Contador Mayor de Hacienda

En cuanto al nuevo Auditor, explicó que falta conocer detalles para saber cuándo es el término del periodo del auditor, y ver si esta instancia moderniza los métodos en cuanto a la ley de comprobación, porque hasta ahora los documentos de comprobación se tienen que llevar a Chilpancingo, cuando hay nuevos instrumentos como el internet para enviarlos, y se puede tener una red estatal de información, para que los alcaldes no tengan que desplazarse hasta la capital del estado a presentar sus comprobaciones.

Propuso además que se creen delegaciones en las ciudades más importantes de la entidad y de esa manera los gobiernos municipales de la región acudan a presentar sus cuentas, además de que estas delegaciones tengan auditores para verificar las obras en el sitio donde se realizan.

Agregó que para los municipios representa un gran gasto tener que presentar la comprobación de su ejercicio de obras como se ha realizado con la Contaduría Mayor.En el mismo sentido, Torreblanca dijo que los alcaldes no requieren de ser más vigilados, porque ya lo hacen la Contaduría Mayor de Hacienda, la Contraloría del Gobierno del Estado y hay revisiones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y abogó porque haya más transparencia y “menos ortodoxia, más facilidades y el que incumpla que se le apliquen sanciones”.Esto –porque– entre más burocratismo haya, en la misma proporción habrá más oportunidades para corruptos y corruptores, por eso “deben ser más sencillos el control de los trámites fiscales y el que no cumpla, a la cárcel”, insistió.Por otro lado, Carlos Alvarez consideró que en el caso del ayuntamiento de Acapulco que preside Torreblanca Galindo, donde el diputado federal Manuel Añorve presentó una demanda por una presunta desviación de recursos al no haberse cumplido las obras programadas, esta tiene elementos infundados.Dijo que en ese caso, las presuntas pruebas que ha presentado Añorve se refieren a obras que quizá no han sido terminadas pero que llevan un avance del 30 o el 50 por ciento, y que estarían por concluirse en los plazos previstos.

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