Destaca el cineasta Óscar Menéndez los aportes de José Revueltas al cine mexicano

*Ofrece conferencia en el Centro Cultural Acapulco sobre la relación del escritor con el cine

Óscar Ricardo Muñoz Cano

La vocación por el cine en José Revueltas (1914-1976) era una de las más entrañables puesto que más allá de que le sirvió como medio de manutención, le dio la oportunidad de exponer sus ideas a través de decenas de guiones escritos, expresó el cineasta Óscar Menéndez Zavala, quien compartió su trayectoria como tal pero principalmente, las experiencias cercanas de Revueltas con el cine, la tarde del martes al Centro de Lectura Carlos Fuentes del Centro Cultural Acapulco.
Como parte el ciclo de actividades culturales nacionales en honor al escritor e intelectual mexicano en el centenario de su nacimiento, el decano cineasta ofreció ante una veintena de personas la conferencia La pasión cinematográfica de José Revueltas, que resultó en una amena charla con alguien que además fue testigo de diversos movimientos sociales en México.
El cineasta partió de la infancia de Revueltas y su primer acercamiento con el cine en su natal Durango, cuando de niño vio las funciones proyectadas sobre una sábana en la plaza pública, y continuó con su llegada al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos como maestro de guión, para continuar con su trabajo como secretario general de la Sección de Autores y Adaptadores del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica.
Al respecto, Menéndez Zavala, recordó una de muchas anécdotas: cuando Revueltas inició un largo conflicto con William Oscar Jenkins, quien poseía un monopolio en el país sobre la distribución y proyección de cine; el 80 por ciento de las salas del país en los años treinta eran de su propiedad y según varias fuentes financiaba casi en su totalidad la producción de cine nacional.
Sobre el trabajo de Revueltas, que decayó junto con la industria a finales de los sesenta, éste comprende 26 guiones para la pantalla, entre argumentos originales y adaptaciones cinematográficas, y una treintena o más quedaron inéditos, destacando que la mayoría de estos trabajos, 12 de ellos, los realizó en colaboración con el director Roberto Gavaldón. No obstante, cintas como El apando de 1976 fueron sin duda los mejores y últimos trabajos.
La veta intelectual y política de Revueltas no pudo quedar aislada, lo mismo que la historia de su familia, una de las más importantes en la historia cultural de México, destacando a los hermanos Fermín Revueltas, pintor; Silvestre Revueltas, músico, y a Rosaura, bailarina y actriz, que incluso triunfó en Europa.
Rosario Castellanos y Elena Garro; Juan Rulfo y Gabriel García Márquez; Juan de la Cabada y Luis Espota, fueron algunos de los hombres que estuvieron cerca o colaboraron con Revueltas, ya sea en el campo cinematográfico como político pues luego de que Revueltas, conocido por su militancia comunista, saliera de la cárcel en 1969, una de tantas veces desde los quince años, se convirtió en una celebridad en los círculos estudiantiles y académicos, y lo mismo impartía conferencias tanto en el país como en el extranjero.