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Discutir el aborto desde la perspectiva humanitaria, propone Jesús Mendoza

*Los jaloneos ideológicos y políticos no llevan a nada, dice el párroco. El “reto de la Iglesia” es formar conciencias para que a pesar de que el aborto sea permitido, no haya mujeres dispuestas a hacerlo

Daniel Velázquez

El tema de la despenalización del aborto es de los políticos y la Iglesia católica debe formar conciencia, opinó el párroco de la iglesia de San Nicolás de Bari, Jesús Mendoza Zaragoza.
Planteó que la discusión no debe ser la despenalización del aborto sino la condición de vulnerabilidad de la mujer por cuestiones internas y externas, que la llevan a tomar la decisión de abortar.
Mendoza Zaragoza fue consultado sobre el tema del aborto luego de que el presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, pidió a la iglesia católica que deje a los laicos hacer las leyes, además de señalar que usa argumentos falsos y confunde a los ciudadanos.
En declaraciones en la parroquia de San Nicolás de Bari, Mendoza Zaragoza dijo que la despenalización del aborto “es una decisión política” y la iglesia “tiene que formar, educar y puede dar su opinión”.
“Las leyes son decisiones políticas”, insistió.
Dijo que el “reto de la iglesia” es el de formar conciencias para que a pesar de que el aborto sea permitido por la ley, no haya mujeres dispuestas a hacerlo y no entretenerse en “la maraña de despenalizar o penalizar”.
“Yo reconozco que desde la iglesia no hemos atendido la formación de la conciencia de las mujeres ni de los hombres, porque muchas veces el aborto es inducido por el varón y tiene igual responsabilidad el varón que la mujer”, expresó.
Agregó que el tema de la despenalización del aborto se ha prestado a una crispación social con la que él no está de acuerdo y se han generado jaloneos ideológicos y políticos que no llevan a nada.
Sobre la propuesta de realizar foros para discutir el tema, dijo que debe haber un debate en el que se escuchen las opiniones a favor y las opiniones en contra, pero en un ambiente de diálogo, no de confrontación.
Mendoza Zaragoza dijo que la discusión sobre la despenalización del aborto se debe zanjar mediante el diálogo de respeto a la diversidad, a las diferencias y no usar lenguaje de confrontación, “si estamos defendiendo derechos nadie tiene que hacerlo de manera violenta”.
Agregó que esto no tiene que generar polarizaciones sociales, enfrentamientos o rencillas en el ámbito social y político
“Debe escucharse a todos, todas las opiniones deben tomarse en cuenta y claro, son los legisladores los que tienen que decidir”, reiteró.

Discutir desde el punto de vista humanitario

Consideró que el derecho a la vida del no nacido y el derecho de la mujer a decidir no deben discutirse desde posiciones ideológicas o políticas, sino desde el punto de vista humanitario, porque “va de por medio la dignidad del no nacido y la dignidad de la mujer”.
Dijo que no se deben confrontar dos derechos, el derecho a la vida y el derecho de las mujeres a la salud reproductiva y ambos tienen que complementarse.
El párroco explicó que los derechos humanos se complementan y son indivisibles, por tanto se debe “madurar” un concepto que permita “el respeto de uno como condición para que el otro sea respetado”.
“Tenemos que llegar  a un momento de madurez en que es posible defender los dos derechos”, dijo.
“Si prevalece el interés humanitario vamos a poder sacar cosas buenas, pero hay que privilegiar el interés humanitario, no lo político, no lo ideológico”, insistió.
Indicó que debe haber condiciones para que las mujeres tomen las mejores decisiones, porque “el aborto es un asunto de conciencia en el que cada quien debe decidir y cada quien decide de acuerdo a los elementos que tienen en su conciencia y a las condiciones que están a su alrededor”.
Mendoza Zaragoza opinó que la discusión sobre la despenalización del aborto no toca el fondo del problema “sino unas aristas que se derivan del verdadero problema”.
“El asunto es que en la realidad tenemos mujeres muy vulnerables, en situaciones de alta vulnerabilidad por condiciones económicas, culturales, políticas, religiosas, ese es el problema de fondo, penalizar o despenalizar resolverá algunos aspectos pero no toca el fondo de la problemática”, dijo.
Señaló que el machismo, la violencia intrafamiliar y la pobreza son problemas añejos y situaciones que llevan a algunas mujeres a tomar la decisión de abortar, los cuales ni la iglesia con la formación ni el gobierno con la educación ni la sociedad civil han hecho algo para superarlos.
Consideró que el tema de fondo debe ser el de fortalecer las capacidades de la mujer en el conocimiento y la espiritualidad para que ella tenga los elementos para tomar decisiones que no sean en detrimento de la vida.
“Penalizar o despenalizar no arregla los problemas y vamos a seguir abandonando a la mujer a una situación de postración”, expuso.
Dijo que desde el gobierno se debe promover el desarrollo integral de la mujer y la iglesia debe hacer lo suyo en el plano de la conciencia, “es ahí donde está nuestro papel”.
Expuso que muchas mujeres después de la decisión de abortar “sufren un drama doloroso” y no se ha informado lo que sucede después de un aborto.

El impacto de la violencia

Dijo que al papa Francisco se le informó sobre el choque de problemáticas antiguas y con las nuevas que han generado la violencia en el estado.
El pasado lunes los obispos de Guerrero fueron recibidos por el Papa como parte de una visita pactada con todos los obispos mexicanos, quienes le informaron sobre la situación del país.
El informe que entregó el arzobispo Carlos Garfías Merlos en el Vaticano tiene que ver con “el subdesarrollo, la amplitud de la pobreza extrema, la migración, el desempleo, lo que se ha conectado con la violencia generada por el crimen organizado y el impacto que ha tenido en el estado es inmenso”.
“Se cruza el impacto de la pobreza extrema con el impacto de la violencia y se genera toda una dinámica de descomposición social, que es la que está prevaleciendo en estos momentos”, explicó el párroco.
Mendoza Zaragoza informó que el informe fue elaborado por diferentes comisiones que integraron las pastorales profética, litúrgica, juvenil y familiar y cada comisión elaboró una parte del informe.
Dijo que él participó en la elaboración del análisis de las condiciones sociales y las respuestas que da la Iglesia católica para atender el problema de violencia.

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