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Acusan en una primaria de la colonia Sinaí que el IGIFE se niega a construir una cocina ya aprobada

*Padres y maestros piden apoyo para mejorar las condiciones del terreno, en la zona suburbana más pobre de Acapulco, para que el programa de alimentos, que beneficia a más de 160 niños, no sea retirado

Docentes y padres de familia de la primaria bilingüe Acamapichtli, ubicada en la parte alta de la colonia  Sinaí, en la zona suburbana más pobre de Acapulco, denunciaron que el Instituto Guerrerenses para la Infraestructura Física Educativa (IGIFE) se niega a construir el espacio que albergará una cocina del programa de alimentación, a pesar de que son beneficiados desde el año pasado, porque el terreno “no es apto” y sólo pueden construir sobre planicies.
Pidieron a los tres órdenes de gobierno su apoyo para mejorar las condiciones del terreno, para que el programa de alimentos, que beneficia a más de 160 niños, no sea removido, pues la primaria que cuenta con 12 años que se fundó, está inscrita en el programa Escuela de Tiempo Completo de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Docentes y padres de familia pidieron de manera adicional, la construcción de una barda para evitar que haya más accidentes en la escuela, pues al haber sido construida en un terreno accidentado, el terreno que rodea sus nuevas aulas fue cortado para edificarlas, dejando una altura de más de dos metros entre unos salones y otros.
La directora del lugar, Lucía Antonio Nieves comentó que el 10 de febrero, funcionarios del IGIFE acudieron a la primaria y acordaron de manera verbal que construirían el local en el área que habían mostrado.
Mostró un documento firmado por Nahúm López Rivera, del IGIFE, en el que se establece el dictamen del terreno y que rechaza la aplicación de 400 mil pesos, para la construcción del local en el área que propusieron los padres de familia y los docentes.
Los profesores comentaron que los funcionarios del IGIFE que visitaron la primaria, dijeron que el terreno en el cual proponen que se construya la cocina, lo utilizan como zona de reguardo cuando se registra algún sismo. Se trata de un espacio que no rebasa los 20 metros cuadrados y es por donde se ingresa a la escuela.
Comentaron que el regidor Ernesto González consiguió la construcción de un techado en ese espacio, donde también pretenden desarrollar los homenajes y programas cívicos porque en la actualidad, los efectúan en el único pasillo que divide la escuela, pero que carece de una barda que reduzca el riesgo de que alguien caiga.
Antonio Nieves y los siete profesores que allí laboran pidieron al gobernador que les permita contar con un espacio que favorezca a los niños, y les ofrezca consumir sus alimentos sin riesgo de caer de una altura de dos metros.
Los docentes comentaron también, que debido a la gran cantidad de niños que llegan a la escuela sin consumir algún alimento en su casa, habían solicitado al coordinador del programa de cocinas, adelantar la comida y ofrecerla a las 10:30 del día, hora del almuerzo, sin embargo señalaron que el funcionario se negó porque debían ceñirse a las reglas del programa y si no las cumplían serían retirados del mismo.
Dijeron que han registrado desmayos de los niños que allí acuden, cuyo origen es de familias de las cuatro etnias indígenas.
Reprocharon que algunos regidores y funcionarios de administraciones pasadas incumplieran con sus compromisos, como fue el caso del ex presidente municipal Félix Salgado Macedonio, quien se comprometió a gestionar la donación de un terreno aledaño a la escuela, para que contaran con un patio más amplio.
Mencionaron también la gestión “fallida” que hicieron ante el síndico Napoleón Astudillo, a quien pidieron apoyo de material para construir parte de la barda; y del ahora delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Fermín Alvarado Arroyo, quien según comentaron, tampoco les entregó el material escolar que le pidieron y supuestamente les entregaría.
Los padres de familia pidieron a las autoridades que les ayuden a rellenar una parte del terreno y se construya un muro, área donde pretenden construir la cocina, para evitar que el dinero aprobado por el IGIFE sea redirigido a otra institución educativa. (Karla Galarce Sosa).

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