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Condena mundial a imágenes de soldados de EU orinando sobre cadáveres de talibanes

DPA

Washington / Nueva Delhi

El gobierno de Estados Unidos condenó ayer en los más duros términos el comportamiento de los presuntos soldados estadounidenses orinando sobre cadáveres ensangrentados de talibanes revelado en un video difundido en Internet y aseguró que se buscará y castigará a los responsables.
El jefe del Pentágono, Leon Panetta, calificó de “completamente deplorable” el comportamiento de los supuestos soldados y anunció que ha ordenado una investigación para castigar a los responsables.
“He visto el video y considero el comportamiento mostrado en él completamente deplorable. Lo condeno en los términos más duros posibles”, dijo el secretario de Defensa norteamericano en un comunicado.
Según reveló, le ha ordenado al comandante de la ISAF, John Allen, investigar “inmediata y completamente” el incidente y prometió que los autores de este tipo de conducta serán hechos responsables “en sus máximas consecuencias”.
“Esta conducta es totalmente inapropiada en miembros del Ejército de Estados Unidos y no refleja los estándares o valores que nuestras fuerzas armadas han prometido defender”, agregó Panetta.
El video, de tan sólo 39 segundos, circuló el miércoles por la mañana por primera vez en Internet. En él se ve a cuatro presuntos infantes de la Marina en uniforme de combate burlándose mientras orinan sobre el cuerpo de tres hombres.
Un subtítulo de la cinta describe a los militares que orinan como miembros de un equipo de francotiradores de Camp Lejeune, estado de Carolina del Norte, y a los muertos como talibanes.
De acuerdo con el diario The Washington Post, los cadáveres visten ropas al estilo afgano, pero resulta imposible afirmar si se trata de civiles o rebeldes muertos en combate.
También la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se manifestó “totalmente consternada” por las imágenes y dijo compartir la dura condena de Panetta al comportamiento de los presuntos soldados.
“Me uno en su condena a este comportamiento deplorable que se refleja en el video”, agregó en declaraciones tras reunirse con el ministro del Exterior de Argelia, Mourad Medelci, en el Departamento de Estado.
La actuación de los soldados es algo “totalmente inconsistente con los valores estadunidenses, con el tipo de comportamiento que esperamos de nuestro personal militar y con la vasta mayoría de éste (…) cualquiera que sea hallado culpable de haber participado o conocido (del video) debe ser hecho totalmente responsable”, agregó.
Las condenas oficiales estadunidenses también llegaron desde Afganistán.
En ausencia del país de Allen, su “número dos”, el general Adrian Bradshaw, emitió una declaración grabada en video en la que, con semblante muy serio y un enfado apenas contenido, calificó las imágenes de “completamente inaceptables” y aseguró que ya se ha iniciado una investigación “concienzuda”.
El video “parece mostrar a personal militar estadunidense cometiendo un acto repugnante con cuerpos de insurgentes”, dijo Bradshaw, quien sostuvo que “cualquier acto que trate a los muertos, ya sean enemigos o amigos, con falta de respeto son completamente inaceptables y no representan los estándares de las fuerzas de la coalición”.
“ISAF condena duramente cualquier acción que trate a los muertos de forma irrespetuosa”, subrayó.
“Estas acciones no representan a la vasta mayoría de las fuerzas de coalición, este tipo de comportamiento traiciona los valores fundamentales de cualquier soldado que aquí representa a las 15 naciones de la coalición”, insistió.
Adelantó que “ya se ha iniciado una investigación criminal estadunidense” para analizar este “vergonzoso” acto y que será “concienzuda”.
“Cualquier individuo cuya participación sea confirmada será considerado totalmente responsable y castigado de forma adecuada”, prometió.

Talibanes y la OTAN coinciden en el repudio

En tanto el portavoz talibán Sabiullah Muyahid, calificó de “inhumano, inmoral y brutal” la vejación de cadáveres de insurgentes por parte de soldados estadunidenses.
No sólo los talibanes, sino también la OTAN condenaron lo ocurrido.
La mayor parte de los soldados extranjeros tratan con respeto a la población local, pero siempre hay algunos que se encargan de suministrar titulares negativos a la prensa. Como ejemplo en los últimos años basta recordar las fotografías en las que soldados alemanes posaron junto a calaveras y restos humanos. O el denominado “Kill-Team”: cinco estadunidenses que en 2010 mataron sin motivo alguno a civiles y mutilaron sus cuerpos.
A ello se unen las acusaciones de tortura contra las tropas estadunidenses en cárceles de Bagram y las víctimas civiles en operaciones militares. La imagen de las tropas internacionales, que en un primer momento fueron bien recibidas por gran parte de la población, están hoy dañada. Según una encuesta realizada el pasado otoño por la fundación alemana Konrad Adenauer, la mayor parte de los afganos considera “invasores” a los soldados extranjeros.
Este reciente escándalo servirá posiblemente para acrecentar el odio, sobre todo contra los estadunidenses. Nada podría minar más los intentos de la ISAF por ganarse “el corazón y la cabeza” del pueblo que las imagenes de soldados norteamericanos orinando sobre los cadáveres de afganos.
Que se tratara de los cuerpos de supuestos insurgentes es un dato irrelevante, incluso para el Ejército. “Ese acto irrespetuoso es inexplicable y no se corresponde con los altos principios morales que esperamos de las tropas de la coalición”, apuntó la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).
Con igual claridad reaccionó el presidente afgano, Hamid Karzai, quien reclamó a la ISAF y los estadounidenses que respeten a Afganistán como un país soverano en el que sus tropas no pueden actuar de forma autorritaria. En un comunicado, su gobierno se mostró “profundamente consternado por un video que muestra cómo soldados estadounidense deshonran los cadáveres de tres afganos”.
Aún cuando Estados Unidos cumpla con las exigencias de Karzai y castigue tan duramente como sea posible a los responsables, es de esperar que este episodio dañe las ya de por sí maltrechas relaciones bilaterales de ambos países. Tampoco servirá para acelerar las negociaciones sobre un acuerdo estratégico entre Kabul y Washington que se retrasa desde hace meses.
También la imagen de Karzai podría verse dañada: a pesar de todas sus peticiones, amenazas y estallidos de ira, el presidente afgano no consiguió mantener a raya a las tropas internacionales. Los propios talibanes ya advirtieron hoy que no piensan reconocer al “gobierno cómplice” de Karzai.
Al menos los insurgentes no utilizaron este escándalo para retroceder en los tímidos pasos en dirección a una solución política en el país. Según su portavoz Muyahid, el video no tendrá consecuencias sobre el plan para abrir una oficina de los talibanes en Qatar.
Sin embargo, Muyahid reiteró que la oficina no abordará conversaciones de paz y que la “guerra santa” continuará. Respecto al video vejatorio, Muyahid aseguró que contribuirá a que “los norteamericanos y sus aliados tengan una vida corta en Afganistán”.

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