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Florentino Cruz Ramírez

David Molina debe ser liberado de inmediato

 Varios días estuve dando vueltas en torno a cómo hacer la introducción para el artículo sobre la necesaria y obligatoria libertad para David Molina Francisco, y no la encontré; no la encontré porque no se necesita. Ante un caso como este de evidente injusticia y clara violación del más elemental de los derechos humanos: el de la libertad, cualquier palabra elegante o pensamiento filosófico profundo, sale sobrando: no hay ninguna razón para que el gobierno del estado mantenga en la prisión a nuestro amigo y compañero David Molina Francisco.David Molina es un profesor de la Universidad Autónoma de Guerrero desde 1978, es militante destacado del Partido de la Revolución Democrática, es un luchador social, es un padre, un esposo; es un hombre necesario para su comunidad; es un hombre común y corriente que ha tenido la desgracia de caer en las manos de ese segmento del gobierno que se niega a morir; donde a los inocentes los hacen culpables, donde a los hombres los hacen violadores y guerrilleros; cayó donde se violan las garantías de muchos hombres y mujeres que por aspirar al progreso de sus comunidades, por demostrar valentía y honradez, son convertidos en víctimas de las más oscuras fuerzas represivas que hasta hoy permanecen impunes en Guerrero.

Los guerrerenses rechazamos rotundamente que persista todavía en algunas esferas del poder político, ideas que provienen de la década de los 70, en el sentido de que a los disidentes se le apliquen las “tres p”: prisión, plata y panteón, que es propio de regímenes que creíamos erradicados.Con David Molina tuve la suerte de estudiar la preparatoria en los mismos tiempos; él en la Prepa 18, yo en la 8; fuimos delegados de nuestras casas estudiantiles al Frente Independiente de Casas de Estudiantes Guerrerenses (FICEG); fuimos también delegados de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG); en el Consejo Directivo de 1986-1988 de la FEUG, Molina fue secretario de Relaciones y yo presidente, fuimos compañeros en la Escuela Superior de Ciencias Sociales, él en la especialidad de Economía, yo en Psicología; junto a muchos universitarios respaldamos en la práctica la lucha de los colonos de Acapulco, la de los campesinos en la Costa Chica, la Tierra Caliente y la Costa Grande.

La necesidad de empleo lo llevó a Coyuca de Benítez, a la Preparatoria 16, donde impartió clases y se convirtió en líder indiscutible del movimiento ciudadano y del Partido de la Revolución Democrática.David Molina lleva en su cuerpo las marcas que deja la consecuencia política; jamás ha sido diputado ni senador; su lucha no es por puestos ni cargos; lleva además de las huellas de golpes de toletes policiacos, la satisfacción fundamental de ser un hombre que actúa como piensa, que tiene claro y ha decidido que la vida toda vale apostarla por el destino de los pobres.David Molina es un hombre apreciado en la sociedad y muy querido en la universidad.En una ocasión tuve la oportunidad de expresarle al ciudadano gobernador del estado la injusticia que significaba la detención de David Molina Francisco; me contestó que eran de las cosas no deseadas del ejercicio del poder, pero que haría todo lo posible por liberarlo.Ha pasado un año y dos meses de su detención y sigue en prisión.Como ciudadano, como guerrerense, como amigo y compañero, no pido, exijo la liberación inmediata de David Molina; no hay una sola razón para mantenerlo en prisión.Llamo a todos a que hagamos algo para sensibilizar al gobernador y lo libere. Este es un asunto entre guerrerenses, nada tiene que ver el gobierno federal. Reitero, David Molina debe ser liberado ahora.

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