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Ofrecen Eugenia León y la OFA un concierto entre el café y la naturaleza

  * Me llenó de inspiración el hecho de cantar en un lugar tan lleno de magia y energía, afirmó la cantante

 Xavier Rosado * Casi todos los habitantes del poblado de La Pintada, casi 500 personas, se congregaron en el salón de bailes de la comunidad para presenciar el concierto que ofreció la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA), con la presencia de la cantante mexicana Eugenia León.El concierto fue parte de las actividades del Cuarto Festival de la Selva Cafetalera La Pintada 2002 que se celebra desde 1999 por la Cooperativa de Producción Agropecuaria de La Pintada.El programa incluyó música guerrerense y clásica interpretada por los 76 músicos que integran la filarmónica y canciones populares mexicanas que ejecutó magistralmente la concertista Eugenia León acompañada por la OFA.

Los habitantes de La Pintada empezaron a ocupar sus lugares a las 18 horas en el salón de bailes del poblado, un galerón con techo de lámina y muros de cuatro metros de alto que fue decorado con 15 cuadros del pintor Antonio Ramos Barbosa.A las 19:15 horas, con un sobre cupo de unas 100 personas que estuvieron de pie, comenzó el concierto con la Marcha y procesión de Bacchus de Leo de Lives, seguido por la chilena Ometepec. Las notas llenaban por completo el recinto y durante la velada, predominaron sobre los sonidos naturales de este tranquilo valle en la sierra de Guerrero.Cuando concluyó este la interpretación de la chilena, el director de la filarmónica, Eduardo Alvarez, anunció a la concurrencia que tenían preparado un concierto con música guerrerense, lo que animó a uno de los presentes a solicitar “!la sanmarqueña¡”, el director contestó: “¿le gusta la san marqueña? Pues cásese con ella”, lo que provocó la risa de la audiencia.Y para complacerlos dijo que con gusto la tocarían “pero la van a cantar conmigo, ¿de acuerdo? y si van a cantar que sea en buen tono y a tiempo, por favor”, dijo con buen humor el director que ha llegado con su orquesta a los lugares más recónditos del estado desde la fundación de la OFA.

Esto sirvió para que los presentes se animaran a cantar las coplas de la popular chilena y se rompiera la formalidad que impone la música sinfónica.Siguió Por los caminos del sur, canción que Eduardo Alvarez catalogó como “uno de los himnos de Guerrero” y que obtuvo la aceptación de los lugareños que manifestaron a través de sus aplausos. Después de este número, hicieron una pausa para dar oportunidad a que se integrara a la orquesta el pianista de Eugenia León y para que esta cantante ocupara su lugar al frente de la filarmónica, vestida con un traje de algodón blanco, tejido con estambre del mismo color en el peto y un chal de la misma tela.La solista saludó a la comunidad y manifestó su emoción al encontrarse en “un lugar tan hermoso”, además invitó a los presentes a disfrutar con ella “las canciones que le han dado identidad y una vida propia al pueblo de México”.A las 19:50 horas se oyeron los acordes del primer violín de la filarmónica, André Nigze, quien tocó las notas del clásico mexicano de Agustín Lara Piensa en mí. La voz de Eugenia León y los acordes en sincronía de la orquesta sinfónica resultaron en una mezcla casi mágica que deleitó a los asistentes y hasta calmó los ímpetus de una docena de niños que hasta ese momento habían corrido entre las sillas, quedándose quietos escuchando a la cantante y a los músicos.Había unos 100 niños entre la audiencia debido a que buena parte de los adultos que asistieron, llevaron a sus hijos, lo que le dio un ambiente familiar al concierto.Después, la solista cantó la popular Sandunga, ejecutando algunos pasos de baile de vals que obtuvieron el aplauso del público. Siguió Rival, también de Agustín Lara y Amorcito corazón, que popularizara Pedro Infante.Una canción que tuvo un efecto casi hipnótico en los niños fue La bruja, interpretada en un tono narrativo que captó inmediatamente la atención del público infantil, sobre todo al decir: Ando en pretensiones de chuparla a usted, verso en el cual la cantante levantaba sus manos con actitud de “chuparse” a alguno de los niños presentes.

Después de esto Eugenia se ganó a la difícil audiencia que permaneció en su lugar disfrutando el recital.Bésame mucho y Luz fueron las siguientes canciones del repertorio de la cantante que se enriqueció con la presencia de la filarmónica la cual incluyó solos de saxofón y piano en estos números.La solista también se remitió a éxitos de otras épocas en México con canciones como La paloma de Sebastián de Yradier cuya letra ha sido modificada desde los tiempos de “Maximiliano y sus traidores” como dice la canción, y (Benito) “Juárez y sus patriotas” a la política actual “no te quiebres país que un águila y una serpiente te cuidan”, y Mi querido capitán que popularizara una de las grandes tiples de México, La gatita blanca, María Conesa.Antes de cantar Contigo aprendí del compositor yucateco Armando Manzanero, Eugenia León invitó a los presentes a cantar con ella, asumiendo que todos conocían la canción, sin embargo, no obtuvo la respuesta que ella esperaba por parte de los lugareños, quienes aplaudían a la cantante, pero no se mostraron compenetrados de lleno en el espectáculo.Siguió Piel canela, de Bobby Capó y concluyó su concierto con una magistral interpretación de Arráncame la vida de Agustín Lara.Al terminar el número, La Pintada agradeció la entrega de la cantante con una ovación de pie y solicitaba “!otra, otra¡”, los aplausos crecían de intensidad y no se calmaron hasta que Eugenia León volvió a ocupar su estrado para interpretar Peregrina, canción con la que cerró el concierto a las 21 horas.

Eugenia León se mostró satisfecha después del concierto, al manifestar su agrado por la respuesta que obtuvo al concluir su repertorio. Dijo que esperaba poder regresar muy pronto a esta comunidad porque se había “enamorado” del lugar.“A mí me llenó de inspiración el hecho de cantar en un lugar tan lleno de magia y energía como La Pintada, me hubiera gustado que el público participara más en el concierto pero es comprensible porque es difícil hacer llegar el arte y la cultura a lugares tan escondidos como este. Pero lo que se está haciendo con este festival es realmente una labor titánica que debe tener el reconocimiento y el apoyo de todo México”, así se expresó la cantante antes de abordar una camioneta que la llevaría a la casa donde se hospedaría para cantar de nuevo al día siguiente, esta vez acompañada por su pianista.Afuera se respiraba el fresco de tierra recién mojada por la lluvia y se escuchaba además del bullicio de los autos y camiones que emprenderían el camino a casa, los grillos y cigarras y un poco más lejos, la intensa corriente del río que parecía despedir a los visitantes de La Pintada.

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