Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

CARTAS (De Armando Chavarría sobre la columna de Ricardo Castillo Díaz)

Estimado Juan:

Contra quienes piensan que la práctica del periodismo implica un estricto apego a la objetividad, creo que el mejor ejercicio de esta disciplina es la que combina el respeto a datos duros de la realidad, amasados con una buena dosis de imaginación y comunicados al lector con el mejor lenguaje a nuestro alcance. El secreto de esta receta es lograr el debido equilibrio de todos estos elementos, para evitar que una nota o una columna desborde el campo del periodismo y se traslade al de la ficción, como ocurrió en la columna Marea Alta, de su colaborador Ricardo Castillo Díaz, del martes 22 de octubre.

Ricardo Castillo inicia su columna informándonos de la reunión entre Zeferino Torreblanca y Félix Salgado, en la que ambos políticos acordaron, según El Sur del 15 de octubre, realizar una gira por todo el estado para asesorar a los candidatos perredistas triunfantes.

Luego el columnista informa de un artículo de un servidor aparecido en el periódico La Crónica de la ciudad de México el sábado 19 de octubre que, según él, es una respuesta a las opiniones de Felix y Zeferino, expresadas con motivo de la referida reunión.

La forma en que su colaborador maneja las citas de mi artículo es tan hábil que hasta yo estuve a punto de convencerme que eran respuesta a las afirmaciones de los personajes mencionados. Pero esto no es posible porque este artículo fue escrito una semana antes de aquella reunión, sólo que debido a un error en el periódico producto de la ausencia de nuestro amigo mutuo Antolín Orozco, encargado en La Crónica de organizar los artículos de opinión, no se pudo publicar mi colaboración el sábado 12  y tuvo que esperar hasta la semana pasada, así es que sólo teniendo capacidad profética pude haber polemizado con Félix y Zeferino.

En todo caso quiero aprovechar la presente para reiterar algunas de las afirmaciones que hago en el artículo citado: el notable avance electoral obtenido por el PRD el 6 de octubre no significa, de ninguna manera, que el PRD tenga despejado el camino a la gubernatura es, desde luego, una mejor situación que la anterior; para lograr la conquista del poder estatal en 2005 se requiere un arduo trabajo de organización y reforma del partido para convertirlo en una verdadera alternativa de gobierno; es necesario terminar con las políticas sectarias que lo han debilitado y tejer una amplia alianza que involucre a las organizaciones sociales más consecuentes de la entidad, entre otras muchas cosas, si logramos todo esto, seguro que dentro de dos años y medio estaremos celebrando el triunfo de la alternancia en Guerrero.

Fueron muchas las causas que explican el avance electoral del PRD el 6 de octubre pero en un artículo circunscrito a 700 palabras no se pueden mencionar todas pero, desde luego, mucho tuvo que ver en el ánimo de la ciudadanía guerrerense comparar el desempeño de los gobiernos priístas con los perredistas y en esta comparación el gobierno de Zeferino Torreblanca, en Acapulco, debió ser un referente importante, de la misma manera que el gobierno de Teloloapan, y los otros municipios con gobiernos perredistas.

En este momento lo peor que nos podría pasar es hacer cuentas alegres y sentarnos a esperar a que pase el triunfo por nuestra puerta. Hoy más que nunca el PRD está obligado a responder a las expectativas de la ciudadanía guerrerense.  Dejo hasta aquí las precisiones a Ricardo Castillo, a quien agradezco por molestarse en leerme y sobre todo en atribuirme dotes proféticas, que de ninguna manera puedo aceptar.

 Atentamente
Senador Armando Chavarría Barrera

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