Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

María Luisa Garfias Marín

Primera lectura

Los acontecimientos políticos derivados de la jornada electoral de este 6 de octubre en Guerrero, requieren según mi punto de vista de varias lecturas, sin embargo, por el momento y por el tiempo sólo le daré una, después vendrán las otras:

Es verdad, el Partido de la Revolución Democrática le ha asestado un fuerte golpe al Revolucionario Institucional, al pasar de 14 alcaldías a 30, y de 6 a 12 diputaciones uninominales.

El resultado ha demostrado no a un PRD con gran potencial electoral, se equivocan quienes lo piensen así, creo que el electorado de afiliación priísta le cobró la factura una vez más a su partido, y de paso, al propio gobernador René Juárez Cisneros, quién fue el que designó a los impuestos.

De nada le sirvió al Ejecutivo querer parar el descontento de sus correligionarios con la repartición de miles de pesos, como lo hizo en Acapulco y en otros municipios de importancia, la avalancha del resentimiento creció y estalló este domingo. Los votos fueron para el PRD, algunos para el PAN, otros para Convergencia y el PT, el resto para la abstención. En este movimiento estuvo presente el gran descontento de las mujeres, quienes fueron excluidas de las candidaturas  violando los acuerdos de su último Congreso Nacional de otorgarles el cincuenta por ciento de los espacios de elección popular.

El PRD, tampoco debe cantar victoria, esto lo debe hacer hasta que demuestre que verdaderamente sabe administrar los municipios que gobierna, como lo ha sido en Teloloapan, Alcozauca y hoy en Acapulco, donde sus autoridades han gobernado por años cercanos a la gente, encabezando sus intereses, respondiendo a sus demandas, es decir, de manera democrática, ya que la reproducción de formas de gobierno al estilo del PRI: autoritarismo, nepotismo, corrupción, etc., los han llevado al repudio y a la pérdida de las alcaldías, como Tixtla, Ayutla, Buena Vista de Cuéllar, Tierra Colorada, etc. En este último municipio, y como ejemplo de la imposición del candidato perdedor por la corriente de la Nueva Izquierda y la falta de respeto a los acuerdos de las corrientes, se provoco la salida de miembros de los cívicos y de M-27, quienes apoyaron al candidato del PRI, del PRS, y del PT, con el resultado ya conocido.

Este partido, tiene tres años para reconsiderar en los municipios hoy ganados la práctica del caciquismo, e impulsar gobiernos con participación de todas y todos los habitantes, aplicando los mecanismos democráticos que tanto han exigido a los regímenes príistas.

Los dirigentes del PRD deben tener muy claro él por qué de sus triunfos en los municipios y distritos, porque hoy el voto que les han otorgado no es un cheque en blanco, de ellos dependerá que se mantengan en los gobiernos municipales y en el Congreso local, o que dentro de tres años paguen por sus errores. Esto porque muchos de los que hoy quedaron tanto en los ayuntamientos, como en la próxima legislatura, no son santos(as) de la democracia, es más, algunos de ellos traen ya el estigma de la cultura oficialista.

En lo que se refiere a las candidaturas de mujeres, si bien es cierto los espacios fueron garantizados en algunos ayuntamientos y distritos, como en la lista de plurinominales, sin embargo, éstas deberán ser actoras políticas relevantes en los puestos electos, ya que en el caso de la actual legislatura no lo fueron, al contrario, en muchas de las sesiones votaron hasta en contra de los acuerdos de su propio partido.

Ninguna de las diputadas salientes impulsó medidas legales en beneficio de las mujeres, ni tampoco estuvieron presentes en acciones por sus derechos, poniendo en cuestionamiento la demanda que el movimiento de mujeres y las feministas hemos enarbolado: la de mayores espacios en la política y sobre todo, en los órganos de dirección y de toma de decisiones.

Algo que es necesario señalar, es el papel jugado por el PAN en esta contienda electoral, donde aumentaron en gran número sus votos debido a varios factores, entre los que podemos señalar: la presencia de este partido en el gobierno federal, al resentimiento priísta y, algunas buenas candidaturas, como la del municipio de Chilpancingo. Sin embargo, en este partido también hubieron actitudes neopriístas, como fue en el caso de Nohemi Trujillo, candidata al XV distrito, que durante su recorrido encontró que el mismo electorado le echaba en cara al Dr. Tomas Quijano, que ellos votarían tal como era el compromiso, por él y por su compadre, el Dr. Reyes Betancourt, así como el boicot a su propaganda, que al final ella tubo que pagar. Indiscutiblemente el PAN fortalece sus votos, pero de igual manera que el PRD, su presencia siempre estará en un hilo, porque para revertir la cultura tricolor-PRI- se necesita no sólo el discurso, sino principalmente la practica política y de esta carece mucho, sino preguntémosle a las mujeres del PAN. De estos tres partidos, PRI, PRD y PAN, las mujeres que  ocuparan puestos de decisión política, son, tres del Revolucionario Institucional,  seis de la Revolución Democrática, y una de Acción Nacional, todas ellas dentro de LVII Legislatura. En total 10 mujeres. Esperamos de ellas independientemente de su partido, una actuación relevante, y un trabajo coordinado con las diferentes Organizaciones No Gubernamentales defensoras de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, para impulsar medidas legislativas en beneficio de todas las guerrerenses, en las diferentes problemáticas que nos golpean, como es la mortalidad  materna, la violencia familiar, los derechos laborales, la seguridad social, la participación política, etc. Todo ello dentro de un marco de reformas en donde la sociedad en su conjunto no permanezca al margen.

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