Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jeremías Marquines

APUNTES DE UN VIEJO LEPERO

 Los opositores

 Como la oposición ya es mayoría en el Congreso local, lo mínimo que se espera es que esa mayoría y esa oposición sirvan de algo a las aspiraciones de cambio que la mayoría de la sociedad guerrerense reclama, que no les vaya a pasar como en la anterior legislatura donde los diputados opositores se dedicaron a construir “buenas relaciones” con el gobernador y a reafirmar supuestos liderazgos a partir de la “gestoría”, callando la mayoría de las veces ante la forma anárquica y arbitraria con que la actual administración trata a los ciudadanos, los asuntos públicos y el presupuesto estatal.

De la forma de actuar de los diputados perredistas salientes podemos enumerar no sus logros, sino lo que no hicieron: fueron incapaces de avanzar en los cambios que la reforma del estado exige –y todavía corre la versión que su aplazamiento fue un asunto que se “negoció”–, la ley de amnistía quedó en veremos y nada se avanzó en mejoras a la procuración de justicia, seguridad pública y derechos humanos, dejando todo eso en manos y al arbitrio del Ejecutivo. En las comisiones donde los perredistas participaron, las iniciativas y las reformas a la ley escasearon, y mucho más las recomendaciones. Siguen sin ser correctamente fiscalizados los cuantiosos recursos que de manera abusiva y patrimonial maneja la SEG y Finanzas del estado.

En esta saliente legislatura, a ninguno de los perredistas les interesó en lo mínimo lo que ocurre con los dineros que jinetea el gobierno estatal de los recursos que debe entregar a los municipios, mucho menos los cientos de millones de pesos del programa ex CEBE que manipulan a su antojo los secretarios de Finanzas y de la SEG. Tampoco nunca se exigió al secretario de Educación diera a conocer públicamente la supuesta auditoría que una empresa fantasma hizo a la SEG para encontrar a los supuestos aviadores. Así, la Comisión de Educación que presidió el diputado Demetrio Saldívar del PRS, junto con sus compañeros, unos diputados priístas ingentes desconocidos y el perredista Benjamín Sandoval, nunca hicieron nada por llamar a cuentas al responsable de la SEG.

Pero tampoco ninguno de estos seudodiputados dijo nada de por qué las cientos de escuelas de la zona rural y urbana están en más de un 80 por ciento deterioradas y el resto ni siquiera cuenta con lo necesario para que los menores asistan dignamente a clases, a pesar de que a salud y educación se les asignan los mayores presupuestos.

Ninguno de los diputados de oposición se puso a investigar si realmente una escuela que anuncia el gobierno estatal como construida existe, si en verdad vale dos millones de pesos la construcción de una cancha y dos salones; si los recursos cuya entrega se anuncian se cumplen, como el caso de aquellos millones de pesos que la secretaria de Desarrollo Social federal anunció para los municipios de la Costa Chica, hace algunos meses. Tampoco investigaron de quiénes son las compañías a las que el gobierno estatal les asigna las obras públicas y en qué condiciones; pero mucho menos exigieron que en todas estas acciones haya la obligada y debida transparencia, ni defendieron el derecho que tienen los ciudadanos a estar informados correctamente de lo que hace el gobierno del estado con sus dineros. Escribo todo esto, porque hasta el momento el ciudadano común y corriente no sabe nada de lo qué hicieron sus diputados en el Congreso local. Bueno sí sabe, sabe que faltaron a las sesiones, que cobraron puntualmente sus salarios, que se entregaron en favores oscuros con el gobernador y que avalaron un Consejo Estatal Electoral conformado por reconocidos priístas, entre otros logros como comprarse camionetas nuevas y mejorar sus casas.

Es decir, los diputados salientes de oposición sólo holgazanearon; sus comisiones estuvieron prácticamente paralizadas y ningún beneficio tangible pudieron ofrecer a quienes los eligieron, si es que lo eligieron. Y ahí van varios ejemplos: ¿alguien se acuerda cómo se llama la diputada perredistas que estuvo en la Comisión de Artesanías?, ¿se acuerdan que haya impulsado alguna iniciativa para apoyar a este vejado sector o que haya participado en algún debate? Bueno la presidenta de esta comisión es Olga Bazán González, la acompañó, otra vez, Benjamín Sandoval, el panista Angel Pasta y dos priístas que casi nunca subieron a tribuna.

¿Cuántas veces el diputado perredista Ernesto Mastache que estuvo en la Comisión de Turismo junto con Benjamín Sandoval, subieron a tribuna a exponer algún estudio que su comisión haya hecho para proponer mejoras en beneficio de la actividad turística, y cuáles fueron sus logros? Nada, no hicieron nada, porque en lugar de pagar asesores calificados que le hicieran algún estudio o que le pensaran alguna propuesta legislativa, derrocharon el dinero que les entregaron para esa actividad. Y así la lista: ¿Qué hizo Abel Salgado en Desarrollo Agropecuario?, ¿fortalecer a su grupo de seguidores en Acapulco? ¿Rosario Merlín qué propuso para que las mujeres guerrerenses estuvieran mejor? En asuntos de la Juventud ¿qué hizo Adán Tabares y Severiano Prócoro Jiménez? En Salud, ¿qué dijo Esteban Julián Mireles y otra vez Benjamín Sandoval cuando se desató la epidemia de dengue? ¿llamaron a cuentas a la secretaria de Salud? Y así la lista.

En cuestiones de cultura, ni hablar, eso no existió para ellos; es más el sector de los ciudadanos que se dedican a esta actividad no tienen ninguna representatividad en el Congreso local, ningún diputado habla de ellos, por eso los recursos públicos que debieran destinarse a este sector están desaparecidos y los que se emplean no son sujetos a ninguna supervisión. Nadie obliga al Ejecutivo a hacer efectivo los convenios que en esta materia ha signado con el gobierno federal para que los dineros públicos sirvan para el desarrollo de este importante sector en el estado.

Decenas de veces, aquí mismo, denuncié de los míseros tres millones de pesos que el gobierno estatal debería aportar para el desarrollo de las actividades artísticas y culturales del estado y a nadie de estos diputados iletrados les interesó el asunto, ni siquiera se tomaron la molestia de preguntar de qué se trataba eso de la cultura.

Así las cosas –pero tampoco es de esperar que los nuevos diputados se interesen en estos asuntos porque ninguno de los que ahora ocuparán curules en el Congreso local– ninguno de estos perredistas diputados, hizo mención alguna sobre los asuntos de la cultura durante sus campañas, siguen en la misma lógica que tiene hundido en el atraso cultural al estado, piensan que la cultura no sirve para nada. Así, el atraso de Guerrero no es sólo un atraso social, sino que también sufre un inmenso atraso intelectual.

Es bueno que los diputados electos estén muy entusiasmados en lograr cambios en la procuración de justicia, en las leyes, en la atención a los pobres, en la transparencia de los recursos públicos, en el acotamiento de poderes del Ejecutivo, eso está bien, pero siempre serán cambios superficiales si a la par no existe la preocupación de formar una nueva generación de guerrerenses más educados, más cultos que valoren esos cambios, que los sientan suyos y los impulsen, de allí la importancia de educar para cambiar y consolidar, si no existe el interés de formar mejores ciudadanos, los cambios, por muy buenos que sean, tendrán muy poca oportunidad de consolidarse porque es imposible ser modernos en una cosa y primitivos en otra. Un estado como Guerrero, donde existen muchos abusos es también porque existen muchos ignorantes, unos con poder y otros muy pobres. Unos abusan y otros soportan, o callan o se alían al abusador, esa es la historia sin fin, mientras no se atienda como una prioridad y una actualidad la educación y la cultura.

Se espera pues que los nuevos diputados entiendan esto, y si son lo medianamente inteligentes, plantearán que en la nueva conformación del Congreso local exista la Comisión de Cultura, en la que se incluya a la de Artesanías, y que junto con la de Educación hagan posible que los recursos del estado sirvan no sólo para comprar despensas, láminas de cartón y fertilizante, sino que sirvan también para crear un nueva generación de guerrerenses menos lacerada por el parásito del rencor y la violencia, para que pueda incrementar y desarrollar el patrimonio artístico e intelectual que al estado le urge, ahí queda eso pues.

La contra. Atrás de la raya que estoy escribiendo es la nueva revista de literatura que acaban de dar a conocer los jóvenes artistas de Chilpancingo Carlos F. Ortiz, Paul Medrano, Enrique Luna, Ulber Sánchez, Víctor Trigo, Irving Ulises Domínguez, Rubén Iglesias, Mario Martínez y Javier Mariano. Esta es una publicación como no ha habido otra de este tipo en el estado, hecha con profesionalismo, talento y creatividad. El diseño de la revista y la selección de materiales es de lo mejor de la nueva literatura guerrerense y de otros escritores, también jóvenes, del país. Atrás de la raya es una respuesta pensada y crítica contra el facilismo, la acrítica  y la mediocridad en que ha estado inmersa la literatura estatal, donde aun se cree que la literatura son las elegías a las montañas, los ríos interiores, y a los amores otoñales con su respectiva rima, ripio y asonancia. Atrás de la raya no es una revista cultural, es una revista de literatura, de las pocas en las que dan ganas colaborar; bien pues por este grupo de jóvenes estusiastas. El poeta Angel Carlos dará una lectura de su obra este sábado a las 8 de la noche en el Bar del Puerto, modera la escritora Citlali Guerrero.

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