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Denuncian la muerte de dos niños en la sierra de Azueta picados de alacrán

Maricela Santos, corresponsal, Zihuatanejo * Ante la impotencia de los pobladores de la sierra por falta de atención médica y de transporte han fallecido por lo menos dos menores por piquete de alacrán en la comunidad de Barranca de La Bandera.

Barranca de la Bandera está muy cerca de la comunidad de Los Naranjos, como a 800 metros allá en la sierra azuetense por lo que fue el delegado municipal de Los Naranjos, Alan Pano Torres, quien ayer denunció estos hechos y pidió que el gobierno “ponga las manos” en esta región de Azueta enviando medicamento y una persona capacitada para evitar que fallezca gente por casos como éste.

Aprovechando la entrega de paquetería electoral del domingo bajó de la comunidad en el vehículo facilitado para el transporte de las urnas a Zihuatanejo, con la finalidad de pedir el apoyo de las autoridades para evitar que sigan dándose este tipo de fallecimientos en pleno siglo XXI y siendo parte de uno de los municipios con mayor desarrollo económico de la entidad.

En Barranca de la Bandera y varias de las comunidades cercanas como El Naranjo se carece de suero antialacrán, y producto de esto murió el primero de octubre un menor de 2 años y medio, hijo de Irene Hernández quien estaba de visita en la casa de sus padres ubicada en esta localidad, pues radica en El Coacoyul.

El menor sufrió la picadura de alacrán a las 23 horas del 30 de septiembre y empezaron a atenderlo con remedios caseros debido a que estaban concientes de que el centro de salud más cercano les quedaba a más de 15 kilómetros y que tendrían que llegar hasta allá caminando porque a esa hora ya no hay transporte. Fue a las 2 de la madrugada del 1 de octubre cuando empezaron a recorrer la comunidad en busca de apoyo médico y de transporte. No hallaron ni vehículo ni suero antialacrán, pero lograron que cinco horas después del incidente le aplicaran al menor un anticongelante con el afán de que resistiera el largo camino a pie que tuvieron que emprender sus padres para llevar al niño a la comunidad de Las Ollas para que pudiera recibir atención médica en el centro de salud.

Pero dijo que este no es el único caso, y casi al borde de las lágrimas recordó que hace cinco años su sobrino Santiago Panbo Urieta de apenas 5 años de edad murió tambien por piquete de alacrán “y que estas cosas sucedan da coraje, da impotencia”.

Pano Torres contó que en la comunidad no tenían suero antialacrán como ocurre en varias localidades de la sierra azuetense porque “hay que venir a andarlos correteando para que le puedan dar a uno el suero”.

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