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Silvestre Pacheco León

El proceso electoral federal en Guerrero

En el ideal de la perfección, la estrategia electoral del IFE comprende la incorporación de casi 260 mil ciudadanos guerrerenses al proceso mediante su capacitación en el conocimiento de la jornada electoral.
Sin embargo, ante la realidad que nos informa de un importante sector de la población obligada a mudar de domicilio, sea por necesidades de trabajo, por estudio o por inseguridad, la meta resulta imposible de cumplirse, pues si los ciudadanos no se localizan en el domicilio consignado en su credencial de elector, el porcentaje a capacitar se reduce, quedando aún por descartar a quienes habiendo sido localizados manifiestan su absoluto desinterés por la capacitación y hasta buscan pretextos para mantenerse alejados del proceso.
En esas circunstancias la aspiración del IFE se reduce a conseguir el mínimo indispensable de ciudadanos por sección electoral requeridos para completar la integración de las mesas directivas de casillas, a modo de asegurar cuando menos siete ciudadanos que cubran los cargos de presidente, secretario, primero y segundo escrutador, más tres suplentes.
Si se mira bien, toda la estrategia del IFE está pensada en el ideal de conseguir que  los 77 millones de ciudadanos mexicanos empadronados participen en el proceso electoral porque matemáticamente supone que si se localiza al 10 por ciento de los ciudadanos insaculados y se les capacita como lo establece la estrategia, cada uno de los capacitados estaría en posibilidad de promover el voto de 10 personas más entre vecinos, conocidos y familiares. Así sería posible alcanzar el ciento por ciento de la participación ciudadana en las elecciones.
Pero el hecho de que en nuestra democracia la participación ciudadana sea tan escasa que cuando llega a ser superior a la mitad lo veamos como  un éxito, nos lleva a pensar que además de los problemas de la inacabada nomenclatura en ciudades y poblados así como la movilidad de la población que impiden la localización de los insaculados; el analfabetismo, la discriminación, y el papel de las iglesias que alejan a sus feligreses del deber cívico, hay una realidad social y política que impide a los ciudadanos ver las ventajas de su participación electoral.
Cuando en las elecciones federales de 1988 la mayoría de los ciudadanos decidimos que los cambios requeridos por el país exigían la participación electoral, hubo una movilización histórica para votar que no se quedó pasmada ante el fraude. Fue preciso modificar el marco legal y que los ciudadanos aprendieran con rapidez la correcta manera de conducirse para que su voto contara y se contara.
Después y sobre todo a partir de las elecciones que se han producido en el siglo XXI, ha habido un retraimiento en la participación electoral de los ciudadanos que parece actuar en el mismo sentido que opera el agudizamiento de la situación de crisis que vive el país.
Por eso la reacción del IFE ha sido puntual en el diseño de programas que buscan promover el interés de los ciudadanos en las elecciones. Si éstos son o no eficaces pronto tendremos oportunidad de evaluarlos recurriendo a la memoria histórica que guarda el instituto.
Si bien a nivel local la iniciativa de los consejeros del IFE de problematizar entre los ciudadanos su papel frente al proceso electoral ha conseguido el apoyo de los consejeros distritales para integrar grupos de jóvenes que recorrerán plazas, parques, escuelas y cruceros presentando breves obras de teatro para incentivar el interés de los ciudadanos en las campañas, atendiendo las propuestas de los candidatos para confrontarlas con los problemas que más sufren y les interesa resolver, también cuenta con el interés manifiesto de los representantes de los partidos políticos para organizar los debates que sean posibles entre sus candidatos, buscando de ése modo acercar la política electoral y la oferta diversificada de sus propuestas a los ciudadanos.
Con el mismo objetivo, a nivel federal el IFE ha preparado el Telegrama Ciudadano y la Consulta Infantil y Juvenil como recursos dirigidos a combatir el abstencionismo.
El Telegrama Ciudadano consiste en poner en manos de los electores el listado de los principales temas que todo gobierno tiene la responsabilidad de atender, como son la educación, la salud, la seguridad, el empleo. De ellos el ciudadano aún podrá seleccionar y priorizar los que le merezcan mayor cuidado; inclusive puede agregar de su puño y letra las medidas que proponga para mayor efectividad de sus propuestas.
Al final del proceso electoral cada telegrama será remitido a los candidatos electos de tal manera que tanto ellos como los ciudadanos conozcan las propuestas de la mayoría de los ciudadanos a partir de las cuales podrán vertebrarse los programas de gobierno.
En el ideal de un gobierno democrático, con esa información nacida desde la base no habrá lugar para distraerse en tareas que no son prioritarias y cada quien tendrá que mostrar la voluntad política requerida para caminar en el sendero que sea marcado.
Cuando los consejeros locales tuvimos noticias del Telegrama se desconocía la estrategia a seguir para su implementación, pero en el distrito 03 que tiene su sede en Zihuatanejo conocí que el IFE se valdrá del programa Oportunidades para llegar a sus beneficiarios quienes en las reuniones que tienen programadas serán informados de esa iniciativa y convocados a participar.
No he confirmado si la junta distrital de la Costa Grande es la primera en el estado que emprende esta tarea pero el viernes pasado pude ver los primeros resultados de las opiniones que emitieron 360 ciudadanos del municipio de La Unión, precisamente quienes son beneficiarios del programa Oportunidades y que el 12 de abril se reunieron en la localidad de Las Lagunas, provenientes de once poblados aledaños.
Como la manera de promover el telegrama ha sido concertada a nivel nacional, de seguirse con esa estrategia, en el distrito 03 todos los beneficiarios del programa Oportunidades que viven en 370 localidades y que se reunirán en 26 localidades, en un lapso de tiempo que va del 12 al 23 de abril, habrán rellenado su propio telegrama cuyo resultado podrá conocerse en la propia página del IFE.
En cuanto a la Consulta Infantil y Juvenil que se realizará el día 29 de abril en todo el país, lo que se busca con ella es incidir en las secciones electorales de mayor abstencionismo que el IFE tiene registradas por distrito.
Con la participación de niños y jóvenes se pretende que ellos realicen la labor de promoción del voto con sus padres para que el primer domingo de julio acudan como ellos a cumplir con su deber cívico de votar.
En el mismo distrito electoral federal 03, a través de la vocalía de capacitación y educación cívica se tiene ya el listado de la ubicación de 50 casillas para la Consulta Infantil y Juvenil, de las cuales 13 corresponden a la zona urbana y 37 a la zona rural.
Las casillas de la consulta se instalarán en lugares públicos para impactar directamente en el ánimo de los ciudadanos y aunque su ubicación será distinta a las que comprenden las elecciones federales, será un ejercicio que ayudará a dar confianza a la población ocupando los espacios comunes en un ejercicio democrático.
De acuerdo al historial del IFE, en estas 50 secciones electorales donde se aplicará la consulta infantil y juvenil el promedio de la participación ciudadana en las elecciones federales del 2006 fue de menos del 48 por ciento, mientras que en las elecciones federales del 2009 se registró un descenso aún mayor en el que  la participación electoral fue de menos del 38 por ciento.
La buena noticia en ésta etapa del proceso es que en el distrito  03 los capacitadores electorales han cumplido con éxito su tarea de localizar, notificar y capacitar a ciudadanos insaculados suficientes para completar el número de funcionarios de casilla requeridos, inclusive en las secciones de atención especial. De acuerdo con su más reciente reporte, al 13 de abril han completado una lista de mil 29 ciudadanos aptos para atender 77 casillas que corresponden a 44 secciones de atención especial.
Para alcanzar esa cifra contaban con un listado de ciudadanos insaculados de 3 mil 781 que dieron como referencia una dirección dentro de esas secciones. De todos ellos localizaron 3 mil 151 domicilios donde encontraron apenas a mil 814 ciudadanos con domicilios que correspondían al de sus credenciales, de los cuales mil 29 fueron capacitados.
Lo anterior significa que en las 44 secciones electorales especiales del distrito, el 27 por ciento de los ciudadanos insaculados fueron capacitados para desempeñarse como funcionarios de casilla.
En éste mismo distrito cuyo proceso he verificado, ha quedado completa y consensada entre representantes de partidos e institutos electorales la lista con la ubicación de casillas en las que por primera vez se aprovechará la infraestructura educativa. 240 casillas se instalarán en escuelas, 82 en oficinas públicas, 140 en edificios públicos y 98 en domicilios particulares.

* Consejero local electoral del IFE en Guerrero.

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