Gil Florente Castellanos

Los maestros ante las elecciones  

El viernes 20 de septiembre del año en curso, se llevaron a cabo dos reuniones de maestros con el candidato del PRD a alcalde de Acapulco, Alberto López Rosas. Por la mañana se reunió con 300 trabajadores de la educación de la tendencia institucional del SNTE; por la tarde, con 200 cetegistas.

El argumento simplista de que los maestros institucionales votan por el PRI ha perdido validez. Sigue usándose como elemento alienante para conquistar adeptos a la causa del gobierno en turno. Pero en los hechos la dirigencia institucional ya no controla a sus representados en el aspecto político. Lo hizo en el pasado, vía el corporativismo. Los afiliados del SNTE lo eran también del PRI; y como tales, votantes cautivos que favorecía indefectiblemente a los candidatos que proponía su organización política adoptiva.

Esto ocurrió desde la fundación del SNTE en 1943 hasta febrero de 1992, fecha en que se efectuó el II Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, donde se derogó el articulado que hacía referencia a la vinculación estatutaria del sindicato con el partido. Desde entonces los profesores quedaron en libertad de ejercer sus derechos ciudadanos de militancia política y sufragio de acuerdo a sus convicciones.

Pero el deseo de control político no se ha agotado. La dirigencia sindical insiste en seguir ejerciéndolo, ahora con los Frentes Magisteriales Priístas que la maestra Elba Esther Gordillo, en su calidad de presidenta del Comité Nacional de Acción Política, ha ordenado se instalen en los municipios donde el PRI está en riesgo de perder.

Dice su operador, Job Bernache, que los maestros frentistas harán proselitismo “fuera del horario de clases y sin comprometer los tiempos de educación y trabajo”. De ser así, no habrá abandono de las aulas; lo habrá de la preparación de clases que es condición indispensable para el mejoramiento de la calidad de la educación, que según el dirigente es uno de los propósitos de la participación política de los maestros de filiación priísta.

Para desgracia de la causa institucional, los Frentes, de reciente creación, no tienen capacidad de convocatoria, ni presencia pública. Su propósito incierto y el discurso inconsistente de sus voceros producen un efecto contrario al perseguido: los maestros institucionales se están uniendo al candidato perredista aduciendo la no obligatoriedad de pedir permiso a su dirigente y certificando la viabilidad del proyecto lopezrosista.

Por otro lado, los maestros de la CETEG- Acapulco brindaron públicamente su apoyo al candidato del PRD, rompiendo el mito de que los disidentes del SNTE son antielectoreros. No lo han sido. en la CETEG defienden el principio de independencia partidaria, sin oponerse a que el militante pueda decidir libremente el qué y el cómo de su participación en las lides electorales. Esta ha sido la orientación de la CETEG en cada coyuntura electoral. El mismo lineamiento ha seguido la CNTE –a la que pertenece la organización guerrerense–, desde su creación en diciembre en 1979; sin soslayar que en la década de los ochenta hubo una fuerte campaña de desprestigio contra los maestros de vocación partidaria, aunque ésta se inclinara a la izquierda.

Se tildaba de reformistas y contrarevolucionarios a quienes se afiliaban a los partidos de oposición o hacían campaña en favor de los mismos.

Cuando se fundó el PRD, en 1989, varios miembros de la CNTE ingresaron al partido, surgiendo internamente dos posiciones: la de quienes se oponen férreamente a todo vínculo con los institutos políticos (caso Oaxaca) y la de los que consideran correctas las alianzas electorales (caso Michoacán).

La divergencia pervive. Ninguno de los dos planteamientos se ha legitimado. Por ello fue sorprendente el acto cetegista favorable a López Rosas. No hay duda: los hilos del control ideológico se están rompiendo. Los maestros han decidido decir su verdad.Ante esta evidencia: la mayoría de los diez mil trabajadores de la educación que residen en Acapulco no votarán por el PRI; lo harán por otros partidos, por dos razones elementales: a) son ciudadanos informados que han comparado la obra del actual alcalde, Zeferino Torreblanca, con la de los ex presidentes priístas y la han valorado positivamente; b) son ciudadanos escolarizados a quienes no se les puede engañar con dádivas, promesas y demagogia.Esto indica que los proyectos y los hechos orientarán finalmente el voto de los miembros del magisterio.Corresponde a los partidos serios atraerlo.