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El territorio priísta donde la elección ahora es un volado

 Tanto priístas como perredistas creen que en la elección del distrito 18 la moneda todavía está en el aire, aunque tanto la zona que corresponde a Acapulco como la de San Marcos, todavía son controladas por el PRI.

La Alianza para Todos, del PRI-PVEM tiene como su candidato a diputado local en el distrito 18 a José Luis Avila Sánchez, secretario general del ayuntamiento de Acapulco cuando el diputado federal priísta Manuel Añorve Baños fue alcalde, de quien es uno de sus más cercanos.

El PRD presenta como su aspirante al empresario del ramo de los materiales eléctricos del puerto, Mariano Dimayuga Terrazas, quien apenas el año pasado se afilió al PRD, en el que ya había participado en campañas como la de 1999, para gobernador, cuando se acercó al entonces candidato Félix Salgado Macedonio con quien hizo amistad.

En la elección anterior de diputado local resultó ganador el priísta y también añorvista Oscar Rangel Miravete, con diversas denuncias de compra y coacción del voto, en ese distrito en el que todavía un día antes de la jornada electoral se descubrieron bodegas de cemento y despensas, como la que los perredistas tomaron entonces en la colonia Alfredo V. Bonfil.

Al preguntarle al actual candidato del PRI, José Luis Avila, sobre la entrega de dádivas a las que evita señalarlas por su nombre y las llama “esas cosas”, responde que “ahora ya no funcionan”. En una jornada proselitista de casi todo el día en San Marcos, el domingo 22, el priísta afirma: “Yo no he repartido ni una sola despensa”.

El perredista Mariano Dimayuga sabe lo que enfrenta, aunque prefiere hacer una campaña de tipo hormiga. Se le nota un perfil más bien ciudadano que lo hace confiar en que los electores “sabrán elegir bien, aún con todo lo que les regalen los del PRI”.

Y aunque se ve que José Luis Avila le apuesta a nivelar los votos que el PRD pueda obtener en Acapulco con los que el PRI tenga en San Marcos –de donde es originaria tanto la familia del priísta como la de Dimayuga–, en el vecino municipio las cosas tampoco han ido tan bien para el tricolor.

Si bien el priísmo sanmarqueño alineó a los diez ex aspirantes a alcalde con el actual candidato a presidente municipal Armando Bibiano, conocido médico y varias veces funcionario priísta que lleva las de ganar, por primera vez el PAN ha puesto a preocupar a la ex aplanadora del PRI. No porque el partido del presidente Vicente Fox tenga el mérito, dicen en el PRI, sino porque al candidato del blanquiazul, el priísta Fernando Sotelo –suplente del alcalde con licencia Cantorbey Herrera– es también apoyado por una considerable base de perredistas que rechazaron al abanderado del PRD, Salvador Torres, ex presidente del PRI municipal.

José Luis Avila y Mariano Dimayuga coinciden en el peso que tienen los votos de San Marcos, aunque advierten que la elección podrían decidirla los sufragios de La Poza, la unidad Luis Donaldo Colosio y Llano Largo. Los candidatos explican que en El Coloso es donde más casillas hay, pero también donde el abstencionismo es mayor.

Mientras llega el 6 de octubre cada uno se da ánimos. Esta elección “es un volado”, vuelven a coincidir.

Versión: todos contra el añorvismo

 La lucha electoral en el distrito 18 se libra en medio de una versión que ronda de manera insistente en los círculos políticos, sobre todo del PRI: que muchos, incluso priístas, se han unido para “hacer que pierda” José Luis Avila Sánchez, como una forma “de aniquilar como político a Manuel Añorve Baños”.

Para nadie es un secreto que el grupo de René Juárez Cisneros ha asignado el distrito 18 como única cuota para el añorvismo, al que el Ejecutivo estatal se enfrentó desde mediados de 1998 en la disputa por la candidatura del PRI a gobernador.

Desde poco antes del actual proceso electoral se comenzó a manejar el nombre de José Luis Avila en este distrito, sin que apareciera abiertamente como precandidato, como en cambio sí lo hizo el alcalde de San Marcos, Cantorbey Herrera Lozano, quien tuvo que aceptar ser su suplente.

También antes de las campañas y de la definición del candidato a diputado, el añorvismo se hizo notar en el distrito 18, lo que algunos entendieron como maniobras de presión para asegurar la candidatura para el grupo del diputado federal Añorve. La movilización más notoria fue la que encabezó durante varios días el añorvista dirigente de pescadores de la laguna de Tres Palos, Dagoberto Delgado Campos, que dijo, era contra la contaminación que causa un conjunto habitacional de Tunzingo por carecer de planta tratadora de aguas negras, una demanda dirigida directamente al gobierno de René Juárez, y que tuvo que atender el secretario de Obras Públicas, Juan Farill Herrera.

Con ese antecedente, José Luis Avila fue finalmente presentado como el candidato oficial mediante aquello conocido como el TV dedazo, con el que también fueron nominados los abanderados priístas de los demás distritos.

Ahora se dice que el contexto habría sido aprovechado por el renejuarismo y el figueroísmo “para borrar del mapa” a Manuel Añorve como político, debilitando la candidatura de su cercano José Luis Avila.

Según esta versión “resulta sospechoso” que el candidato a diputado de Convergencia por la Democracia en ese distrito sea un miembro de la figueroísta familia Olea, de Tres Palos. El aspirante de CD se llama Octavio Olea, un joven sobrino de Gustavo Olea Godoy, uno de los implicados en la masacre de Aguas Blancas e identificado como cercano al senador Héctor Vicario Castrejón, del grupo del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.

El candidato del PAS en el 18 es José Luis González Suástegui, de quien se dice que “está obligado a responder a los intereses” del secretario de Gobierno, Marcelino Miranda, “a cambio” de que el gobierno renejuarista “le retire las órdenes de aprehensión” que tiene en su contra por protestas que ha encabezado en San Marcos y en Acapulco. Incluso la presentación de González Suástegui como candidato del 18 fue inesperada, pues en las precampañas del PRD apoyó al ahora candidato Mariano Dimayuga a quien le organizó actos.

La misma versión señala que el candidato del PAN, Andrés Valeriano, es un sanmarqueño “ex militante del PRI”.

Todos, según esto, tendrían “la encomienda de hacer perder” al candidato de Manuel Añorve para dejarlo sin su coto político.  

  Los refuerzos de José Luis Avila y el solitario Mariano Dimayuga

 El domingo 22 el acto fuerte de la jornada proselitista del priísta José Luis Avila es un mitin en Las Vigas, San Marcos, que termina como a las 9 de la noche y al que asiste el ex gobernador Angel Aguirre Rivero, quien acude para apoyar las campañas del añorvista y del candidato a presidente municipal del vecino municipio de la Costa Chica.

Los dos candidatos esperan al ex gobernador en la entrada del poblado, a la orilla de la carretera federal. Están con ellos unos 100 priístas que marcharán con Aguirre Rivero al frente, de allí a la plaza junto a la iglesia.

El ex gobernador viene en su vehículo con el diputado federal Santiago Guerrero Gutiérrez, ex dirigente estatal de la CNC, y con la diputada local Rosaura Rodríguez Carrillo. De camisa y pantalón de mezclilla oscuros y unos zapatos color miel, Aguirre Rivero abre la puerta, se baja y se deja apapachar.

Pendiente, José Luis Avila intenta colocarse cerca del de Ometepec, aunque en la descubierta de la marcha se interpone una mujer de largo mandil con la propaganda de los candidatos del PRI, y el candidato a alcalde de San Marcos, el conocido médico Armando Bibiano, quien desde cualquier ángulo parece un clon del senador priísta Carlos Rojas Gutiérrez. Sólo le faltarían los lentes.

A Avila se le ve feliz. Ya en el templete tiene frente a él a más de 600 personas que acuden al lugar, para quedarse a la berbena organizada por el PRI, con enchiladas, tostadas, aguas y fritangas gratis para los asistentes. Se le ve feliz sobre todo cuando escucha que más de un priísta aclama en el micrófono al ex gobernador como “el hombre fuerte de la Costa Chica”, “el maestro de la política”.

Aguirre le dirá “mi amigo Pepe Avila, compañero de proyecto en el PRI”, para luego revelar con sus palabras el verdadero temor que tienen los priístas a perder San Marcos, contra el ex priísta que postula el PAN.

“Ahorita, después de este acto, me quiero comer un pan de los que tienen allá abajo, como el que nos vamos a comer todos los sanmarqueños el 6 de octubre”, dice el ex gobernador.

Avila sabe bien que si  Bibiano pierde San Marcos y Ernesto Rodríguez Escalona Acapulco, él ni de milagro ganaría la diputación.

Antes, Avila y Bibiano encabezaron cuatro actos en distintos sitios del municipio, uno de los cuales fue una reunión con los líderes de las cooperativas de pescadores, a la que asistieron casi en plan de refuerzo de la campaña los miembros del acapulqueño Grupo Solidaridad, que encabeza Antonio Ramos Barbosa, pintor de un costumbrismo de tipo porno soft, con mujeres indígenas de cuerpos europeos.

Los del Solidaridad son presentados como “conocedores del turismo”, en un punto conocido como La Ramadita, una pequeña colonia dividida por la laguna de Tecomate que allí, por unos pasos de diferencia, casi se junta con el mar.

Los del grupo se comprometen a “asesorar” a los nativos en proyectos ecoturísticos y aprovechan para decir en sus intervenciones, después de comer camarón, arroz y pescado debajo de una enramada, que Avila, su suplente el alcalde con licencia Cantorbey Herrera, y Bibiano, allí presentes, “son la mejor garantía de progreso para San Marcos” y piden el voto para ellos.

Entre los conocedores de turismo, además de Margot Palazuelos, Rubén Pizá Romano y el agente de viajes Ramón Gallardo, está también el promotor del fracasado proyecto Restigouche, el barco que sería arrecife artificial en Acapulco, Josafat Cortés Ramírez, quien les pide a los pescadores que “no se dejen llevar por el canto de sirenas de otros partidos”. En apoyo a Avila y Bibiano, Josafat Cortés insiste: “No se equivoquen, hay que votar por los candidatos del partido por el que han votado siempre”.

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De camino a San Antonio, poblado ubicado adelante de San Pedro Cacahuatepec, Mariano Dimayuga Terrazas va criticando la desorganización que existe en el PRD.

Dice que su partido lo que necesita es “alguien que lo administre” con una visión “más ciudadana, igual que lo hizo Andrés Manuel López Obrador”.

Es la mañana del domingo 22, va a bordo de su camioneta y sin ningún acompañante de su equipo de campaña se dirige a su primer acto. Llega a las oficinas de la Delegación Municipal de San Antonio y no lo espera alguien. El candidato del PRD a diputado del distrito 18 no lleva ni perifoneo. Se ve que va, como se dice, “a la buena de Dios”.

De todas formas él se da ánimos cuando ve que lo espera el comisario Juan Carlos García González, pese a que este le explica que no llega nadie “porque ayer hubo una boda aquí junto y todos están crudos”, pero le ofrece reunir en un rato por lo menos a uno que otro. Paciente, Dimayuga dice que esperará y en eso llega un Volskwagen con uno de sus colaboradores de campaña a bordo. Es el que reparte los folletos que contienen las propuestas del candidato. No pasan ni 20 minutos cuando ya hay unas 20 mujeres y un borrachín que habrá seguido la fiesta, y que interrumpe dos o tres veces la intervención del perredista.

El siguiente punto de su recorrido es Amatillo, donde tampoco nadie lo espera. La líder perredista del lugar, responsable de la reunión vecinal programada, se enfermó según le explican. Otros se encargan de convocar a uno que otro vecino y al final casi llega al doble de personas que en el poblado anterior.

Allí Dimayuga da el mismo discurso que en San Antonio. Explica que el actual diputado de ese distrito es del PRI y que “nunca se ha aparecido por aquí desde que les vino a pedir el voto”. El perredista agrega que “tuvo que venir un diputado de otro distrito, del 28, Abel Salgado y la regidora Yolanda Villaseñor, del PRD, para gestionarles una obra”. Lo dice en referencia a una de las tantas obras gestionadas por los dos perredistas: la pavimentación de una calle, según Dimayuga.

En la comisaría de Amatillo, los más de 30 habitantes lo ven caminar de aquí para allá, como maestro que da una clase, mientras da su discurso en un pasillo donde están reunidos. A leguas se ve que el perredista Dimayuga no es un político. Tiene un estilo más bien ciudadano, en este difícil distrito para el PRD, que pese a todo es un volado que podría ganar.

Apoyo al campo, la oferta de campaña de ambos candidatos  

Entre las propuestas del candidato del PRD, Mariano Dimayuga, está la de promover “la entrega de fertilizante a tiempo y a precios justos”.

En volantes impresos que se reparten en su campaña, ofrece vigilar los recursos públicos destinados a las zona rural del distrito 18; solicitar “de forma constante información sobre los programas de apoyo al campo”; y buscar “nuevos mercados para nuestros productos agrícolas y frutales”.

Asimismo dice que exigirá, aunque no dice a quién, “precios justos para nuestra producción”, sin precisar a qué se refiere.

Se compromete a gestionar ante los gobiernos federal, estatal y municipal “mayores recursos en salud, educación y desarrollo social”.

También indica que gestionará “ante el ayuntamiento de Acapulco, duplicar la inversión en la zona rural”; y promete que como diputado supervisará “la entrega de becas” que otorga “el gobierno” a estudiantes.

El candidato de la Alianza para Todos PRI-PVEM, José Luis Avila insiste en sus discursos en que cuando sea diputado intervendrá para que se construyan “más casas de salud” y “se arreglen los caminos rurales”.

En el tríptico que se reparte en sus actos de campaña no se hace referencia a ningún compromiso específico en caso de que fuera diputado.

Lo que José Luis Avila sí destaca en todos sus discursos es repetir que lleva como suplente al alcalde con licencia de San Marcos, Cantorbey Herrera Lozano, de quien siempre dice que hizo “un excelente papel” en la Presidencia Municipal “con las obras que hizo por todos lados”.

Hay peticiones diferentes en cada colonia y comunidad

José Luis Avila Sánchez y Mariano Dimayuga Terrazas consideran que no hay una demanda generalizada en el distrito 18, en el que aspiran ganar la elección para diputado local.

El candidato de la Alianza para Todos, del PRI-PVEM dice que “las necesidades son muchas y distintas en cada colonia y comunidad”. El candidato del PRD también opina que las peticiones que le hacen “varían de acuerdo con la zona de la que se trate”.

Entre otras demandas ciudadanas, los aspirantes mencionan como en casi todos los demás distritos, que los electores exigen la introducción de agua potable.

En algunas de las comunidades de la zona rural del distrito también piden mejorar los caminos, la mayoría de los cuales no están pavimentados. En este tema, el perredista Mariano Dimayuga precisa que los habitantes de los pueblos “quieren verdaderas carreteras, no el rastrilleo ese que se hace y que nada más dura un tiempo; eso bien lo pueden hacer los gobiernos con todo el dinero que simplemente se gastan en la publicidad”.

El priísta José Luis Avila dice que en la zona costera de su distrito también escucha de manera insistente a pescadores que le solicitan equipo para su actividad.

Mariano Dimayuga agrega que en las comunidades también le piden que sea gestor para el mejoramiento de las canchas de basquetbol y en algunos casos hasta patrocinio para uniformar a los equipos o trofeos para los torneos.

En este distrito se encuentra la zona de Punta Diamante, conocida como “de vocación turística”, donde recientemente se han sucitado conflictos de la tenencia de la tierra por invasiones y expropiaciones, como los del ejido de El Podrido y la colonia Estrella del Mar, antes llamada José Rubén Robles Catalán.“Sólo en el área de Punta Diamante existe ese problema”, según Dimayuga.Por otra parte, Avila indica que hay otros lugares en los que la principal demanda es la de atención médica y construcción de lo que llama casas de salud.

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