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Marcial Rodríguez Saldaña

La desesperación del PRI

 En la medida que se acerca la jornada electoral del 6 de octubre para elegir al alcalde de Acapulco, el estado de ánimo y las tácticas electorales de los partidos y candidatos se expresan con mayor claridad.

La ausencia de Roberto Madrazo, presidente nacional del PRI, a los actos de su candidato en Acapulco –como el recorrido por los barrios históricos–, refleja el poco interés por la plaza perdida. En círculos cerrados del Comité Ejecutivo Nacional y Estatal del PRI, así como en Casa Guerrero, se da por perdida la elección en Acapulco; en realidad su estrategia se ha dirigido a que la derrota no sea tan estrepitosa.

Para evitar un descalabro histórico, el PRI diseñó su estrategia en varias etapas: primero, sus expertos en imagen, presentaron imágenes espectaculares para meter a la opinión pública a su candidato que salió de una encuesta cuestionada por todos sus adversarios internos, incluido Miguel Mayren, cuyos seguidores descalificaron el resultado y Luis Walton, quien de plano ya no aguantó tanta imposición y decidió abandonar el partido en el que había militado par muchos años.

Después pretendieron encajonar al candidato del PRD, Alberto López Rosas, en un debate por semana, que lo apartara del contacto directo con la gente y con publicidad pagada presentar la imagen de que el candidato del PRI ganaba los posdebates; como todo esto no funcionó, acudieron a la bajeza política, lucrar con lo más sublime de lo humano, que es aprovecharse de la muerte de una niña, engatusar a su madre para intentar vincular a López Rosas en este bochorno.

Se ha probado que López Rosas no tuvo ninguna intervención en el caso de Merle Yuridia, pero ante lo infructuoso del perverso intento, ya no les quedó más que politizar el asunto; ahora los candidatos del PAN Jorge Pérez Villanueva, traicionando los principios de moralidad y ética política que postula su partido y Mojica ex priísta que colaboró con la administración corrupta de Rogelio de la O, a quien el PRD lo hizo diputado local y ahora traiciona, después de haber jurado pactos de sangre con los precandidatos del PRD, se prestan a una maniobra –como viles paleros– que busca fortalecer al PRI para ser comparsas de este complot que los coloca en lo más bajo, en la podredumbre de la política.

Las encuestas elaboradas por instituciones serias, siguen ubicando a López Rosas 20 puntos por encima del candidato del PRI; a esto obedece su desesperación. Por más que intentan bajar los puntos de preferencia electoral no lo consiguen; la gente en los mercados, en las plazas, en las universidades, en las colonias, barrios y comunidades, está volcada a favor de López Rosas, quien se mantiene atento, sereno a responder los infundios y ecuánime a presentar sus propuestas de gobierno para enfilarse a su victoria electoral el 6 de octubre.

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