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Debemos apropiarnos de Juan Ruiz de Alarcón, sentirlo taxqueño, mexicano, convoca especialista en su obra

*Ofrece conferencia magistral en las Jornadas Alarconianas el dramaturgo y estudioso del ilustre corcovado, Francisco Hernández Ramos

Claudio Viveros Hernández

Taxco

El genio y figura de Juan Ruiz de Alarcón, poeta y dramaturgo taxqueño del Siglo de Oro español sigue vigente en sus obras y en los estudios de los especialistas que lo revitalizan, a pesar de ser un hombre contrahecho con la dificultad de sus jorobas al frente y atrás, y quien se impuso a la par de otros autores notables de la talla de Lope de Vega y Francisco de Quevedo que se convirtieron en sus acérrimos enemigos al tratar de ridiculizarlo.
El director de escena, dramaturgo y estudioso del ilustre corcovado, Francisco Hernández Ramos apuntó aquí que “los mexicanos, tenemos esa voz universal de Juan Ruiz de Alarcón y la hemos ido perdiendo, no solamente en el teatro sino en muchísimas áreas del conocimiento, de la ciencia y creo que eso sería el ejemplo como herencia de lo que no hemos sabido darle continuidad”.
“Necesitamos, agregó, que los mexicanos demos esa voz universal en todo lo que hacemos para que México siga entonces adelante y Juan Ruiz de Alarcón es tan mexicano como nosotros en la actualidad, es una memoria presente viva, tan presente y viva como las Jornadas Alarconianas para seguir resguardando y rescatando su memoria”.
En el marco del festival alarconiano Hernández Ramos inició con la serie de cuatro conferencias magistrales que distintos estudiosos ofrecen a los públicos dentro de este festival en el Centro Cultural Taxco-Casa Borda con el objetivo de conocer, difundir y enaltecer a Don Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza. A él correspondió Juan Ruiz de Alarcón, poeta entre dos platos.
A través de un viaje en el tiempo, el también director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano, que se presentó la noche del martes con Entremeses y Mojigangas ante un lleno en el zócalo de la ciudad, denominado Corral Plateresco, hizo una amplia remembranza del dramaturgo homenajeado, desde su origen, estudios en México, España y su carrera de altibajos de la que emergió victorioso.
Nacido en 1572, año que citan varios de los estudiosos más reconocidos, el conferencista resaltó que a Ruiz de Alarcón le tocó un tiempo que le hizo ser el más grande dramaturgo, quien tuvo a atrás de él a otro destacado dramaturgo, Alonso de Eslava, al estudiar en la Real Pontificia Universidad de México, donde en su época la ciudad era una Babel, y posteriormente irse a España, país en el que escribió sus obras.
“Más que sufrir, más que verlo como pobre, a Ruiz de Alarcón, le tocó vivir una época vital, el Siglo de Oro español, lo que le da una fuerza como creador y hombre”, expresó Hernández Ramos, quien destacó el hecho de que la Real Academia de la Lengua Española haya publicado sus obras completas, como otros tantos editores de su tiempo, además de otras instituciones culturales y universidades que mantienen viva su obra y su espíritu a través de cátedras, estudios y publicaciones.
Tal es su presencia en la dramaturgia de su tiempo y que se sigue recreando, que el conferencista citó que otro monstruo francés de la dramaturgia, Moliere, lo llamara el “creador de la comedia moderna” y el glorioso escritor y poeta, también estudioso del taxqueño, lo definió como la “primera voz universal de los mexicanos ante el mundo” y en 1934, en reconocimiento a su obra se inaugurara el Palacio de Bellas Artes con la obra La verdad sospechosa en la que actuó la actriz María Teresa Montoya.
Hernández Ramos expresó que Juan  Ruiz de Alarcón es tan vigente que sigue sorprendiendo por la actualidad de vitalidad de los temas que aborda en sus obras, entre ellos la violencia, y es famoso por todo ese legado universal.
Sin embargo, dijo “falta que estas Jornadas Alarconianas permeen todavía más a la sociedad, que lleguen todavía más al taller, a la casa, que lleguen más a la gente y que a Juan Ruiz lo veo como un referente común y no como un santo en una iglesia, necesitamos verlo como uno de nosotros para poderlo imitar y superar”.
Llamó a apropiarse de ese legado, “pero como lo desconocemos y lo vemos desde un altar, pues no es ajena y lejana la figura y la obra de Juan Ruiz de Alarcón” y el principal reto para los mexicanos y los guerrerenses es “hacerlo nuestro y no, que de pronto, otros lo hacen suyo, vienen extranjeros y nos hablan de él, siendo que estamos en su casa, en nuestra casa”.
Esa historia y herencia, añadió, “debe ser contada por nosotros y no por otros, ¿por qué? porque lo hemos hecho a un lado, lo hemos dejado a la deriva y es por eso que tendremos que encontrar ese sentido de identidad y de pertenecer a este gran dramaturgo y poeta del Siglo de Oro”.
En la conferencia, el cronista de Taxco, Juan Crisóstomo Estrada González, expuso entre los asistentes que la fecha de nacimiento de Juan Ruiz de Alarcón fue el 27 de diciembre de 1572 y tres días después fue bautizado.
Las próximas conferencias son: Política española en la dramaturgia de Juan Ruiz de Alarcón con la doctora Ysla Campbell de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, La verdad…es sospechosa en el teatro de Alarcón, Un acercamiento desde la magia, la moralidad y la meta teatralidad a cargo del maestro Jesús Perulles de la UNAM y El barroco mexicano a través de la obra de Juan Ruiz de Alarcón que ofrecerá el maestro Joaquín Rodríguez Beltrán de la Universidad de Guadalajara, los días jueves 29, viernes 30 y sábado 31 a las 12 horas en la Casa Borda.

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