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Los nahuas de Atliaca protegen de los extraños el pozo de Oxtotempa

* La destrucción de la cultura y la religión, en el origen del rechazo de los indígenas a la gente de fuera t Nadie ha estado en el fondo * Es el centro religioso prehispánico de mayor concentración en Guerrero, afirma

Sergio Ocampo Arista, corresponsal, Chilpancingo * El escritor Juan Sánchez Andraca expresó que si alguna persona quiere ir al pozo Oxtotempa, en Atliaca, municipio de Tixtla, sobre todo en el tiempo en que no se realiza la petición de lluvias, se debe pedir permiso al comisario y a los mayordomos, y al parecer así lo hicieron los maestros y estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Entrevistado en esta capital, el autor del libro Un mexicano más, que es uno de los que mejor conocen la tradición de Atliaca, habló del caso de los 15 estudiantes de la UAG y un profesor que cuando acudieron a realizar prácticas escolares fueron encarcelados en Atliaca y sometidos a castigos este domingo 15, porque fueron inculpados de profanar la iglesia, debido a que entraron a ese sitio a dormir para guarecerse de la lluvia.

Expresó: “Yo creo que aquí los muchachos de la UAG, fallaron un poco en el sentido en que, según he visto las notas periodísticas, estuvieron hombres y mujeres; lo del alcohol no creo que haya sido una causa para que los habitantes de esa comunidad los retuvieran, porque realmente el rito de petición de lluvia que se hace en mayo es de mucho alcohol”.

Opinó: “Se me hace muy raro que los indígenas hayan actuando en contra de un grupo que va cuando no hay ceremonia; es cierto que no han permitido, por ejemplo, a los espeleólogos meterse al pozo de Oxtotempa; incluso fui testigo de esto, porque personalmente gestioné ante las autoridades y ante los mayordomos que se permitiera a un grupo de espeleólogos italianos entrar al pozo, pero nunca lo permitieron”.

Señaló que el pozo de Oxtotempa significa un fuerte gasto para los indígenas, “es un gasto increíble de veras lo que el pozo consume, no se tienen cifras, pero se sabe que todos los pueblos nahuas aportan recursos”.

Reiteró que no debe haber duda de su religión y de su amor a esa zona sagrada, sus creencias están basadas en las ofrendas, y éstas a su vez son costosas.

Dijo que se tienen pocas estadísticas de las personas que alguna vez entraron al pozo de Oxtotempa, se sabe que hace algunos años cayó una persona y entraron a rescatarla, “pero lo interesante de todo esto es que los indígenas de Atliaca afirman que debido a que las cuatro personas que entraron a rescatarla hablaron de todo lo que vieron adentro, en ese lugar sagrado, finalmente murieron, y realmente han muerto todos los que entraron”.

Recientemente –dice– hace menos de cinco años, cayó una señora al pozo de Oxtotempa, incluso en el rescate de esa persona participó un chilpancingueño, pero a diferencia de las cuatro personas que murieron, éstos no dijeron nada de lo que vieron, “pregúntales que hay adentro del pozo y no te lo dicen”.

Luego explicó que la palabra náhuatl Oxtotempa significa “a la orilla de la cueva”; allí, en ese lugar, el 2 de mayo ofrendan.

 

En el pozo de Oxtotempa están los dioses prehispánicos

 

Contó que hace muchos años intentó hacer un reportaje sobre el pozo de Oxtotempa, y que anduvo preguntando qué había dentro, “alguien me dijo que había cuatro gigantes que estaban deteniendo la tierra; alguien afirmó también que el sol, la luna, las estrellas, las nubes de ahí salen y allí se meten, y que por lo tanto hay que estarlos alimentando, procurarlos, porque es el centro de la tierra”.

Realmente Atliaca, dijo, tiene esa misión, ya que el pozo de Oxtotempa es el pozo del mundo, y son los de Atliaca los guardianes y los responsables de que esto camine, por eso para ellos es muy importante porque es una zona sagrada.

“Alguna vez leí en un reportaje que cuando los españoles llegaron a esta zona fueron destruyendo los ídolos, y al ver esto los indígenas fueron a tirar al pozo a sus dioses prehispánicos, y por eso el rito de Oxtotempa se hacía porque nuestros antepasados profesaban una religión agrícola, y precisamente el rito es ir a ver a los antiguos dioses prehispánicos para pedirles buenas cosechas y buena lluvia, y alimentarlos además a través de las ofrendas”.

Afirmó: “Estoy convencido que el pozo de Oxtotempa es el centro religioso prehispánico de mayor concentración en el estado de Guerrero, y quizá en el país”.

Cada año, la ceremonia de petición de lluvia

Describió que desde el  24 de abril, cada año, los pueblos indígenas empiezan a subir al pozo de Oxtotempa a buscar un maíz silvestre que se llama teocinque  (maíz de dios),  y el 2 de mayo sube la cruz de Atliaca, que es la cruz líder.

Cuando llega la cruz de Atliaca –ese mismo día aproximadamente a las 11 de la noche–, aquello es un mundo de gente “yo he calculado poco más de 5 mil pedidores de lluvia que llegan al pozo de Oxtotempa, que duermen toda la noche allí alrededor, y a partir de las 7 de la mañana es verdaderamente impresionante la cantidad de alimentos que tiran al pozo para alimentar a los ídolos, a los gigantes, al sol, a la luna, las nubes y las estrellas”.

Dijo que alguna vez los católicos quisieron imponer como dadores de lluvia a San Marcos, para coincidir con la fecha de inicio de los ritos prehispánicos, a la cruz y todavía a San Isidro el 15 de mayo, pero esto realmente nada tiene que ver con el rito de la petición de lluvia. Ahora están mezclados.

Respecto a la profundidad del pozo de Oxtotempa, expuso que algunos la calculan en 300 metros, pero realmente el pozo tiene niveles y subniveles.

Otros afirman que debido a su significado, “en la orilla de la cueva”, debe haber cerca una cueva, y hay quien asegura que esa cueva sí existe.

El pozo de Oxtotempa es un reto para los espeleólogos, pero no ha habido nadie que haya bajado por el celoso cuidado que tienen los atliaquenses.

 

Las fiestas religiosas

 

Reconoció que en la actualidad el pozo de Oxtotempa no es un centro religioso indígena puro, es cierto que participa Mártir de Cuilapan, entre los principales, pero también lo hacen Zumpango, Huitzuco, Tepecoacuilco, además de los agricultores de Chilpancingo “ aquí el maestro Eugenio Valenzo, es el organizador de los agricultores de Chilpancingo para concurrir al pozo a pedir lluvia”.

“Quiero explicar lo que ocurrió en los años cincuenta en Atliaca. En esa época era un pueblo donde muy pocos hablaban español, y en una ocasión llegaron pastores evangélicos presbiterianos alemanes que empezaron a realizar la promoción de la Iglesia Evangélica, incluso empezaron a tener adeptos que fueron aumentando poco a poco”.

Lógicamente esa situación provocó en Atliaca una especie de guerra religiosa y los católicos quemaron el templo evangélico y éstos a su vez en respuesta empezaron a subir hasta el pozo de Oxtotempa, arrancaron las cruces y la tiraron en el fondo del pozo; hay que recordar que el pozo tiene una cruz principal que está en lo que los pobladores llaman capilla, y hay otras cruces alderredor que representan a las comunidades que asisten al rito.

Esto constituyó un problema muy fuerte que hizo que los católicos tomaran medidas contra todo extraño, y toda persona que pudiera, no solamente como decían los indígenas del lugar “burlarse, sino provocar la nulificación del rito”.

Por eso si alguien llega con su cámara al rito de petición de lluvia el 2 de mayo, que es cuando se hace el rito en el pozo de Oxtotempa, esas fotografías que se toman pueden nulificar la eficacia del rito, y por eso los mayordomos y los habitantes del lugar te pueden detener.

Atliaca es un pueblo religioso por excelencia, incluso desde el punto de vista evangélico. El Nuevo Testamento de la Biblia, ha sido traducido al idioma náhuatl de Atliaca, y también hace muchos años se filmó una película que se llamó Jesús el Salvador, también por parte de los evangélicos, y en este idioma.

Por el lado de los católicos se tienen tradiciones como la Semana Santa, que es la fiesta principal; la fiesta de San Francisco.

También en los años cincuenta, el cura católico que se llamaba Rodrigo Orozco Castro, en alguna ocasión fue abucheado por pretender hacer cambios; y también por esos años había una persona muy conocida, y sobre todo muy católica de nombre Víctor Rojas, que llegó a tener una planta de luz para la iglesia y para su casa, y fue el primero que llevó televisión, lo que provocó que el problema religioso en Atliaca se agravara.

Ante esa situación se empezaron a tomar medidas más radicales para que gente extraña ya no fuera al pozo de Oxtotempa, y sobre todo para que no tomen fotografías en las procesiones en las festividades religiosas católicas. “En realidad ellos, los católicos de Atliaca y de las comunidades circunvecinas, pensaban que los protestantes y la gente común se iba a burlar de sus costumbres, aunque no se llegó al enfrentamiento”.

Con el paso de los años, los evangélicos se hicieron tantos como los católicos, casi estaban mitad y mitad en cuanto a feligreses, y empezaron a convivir pacíficamente, muy pacíficamente diría yo, pero no se les quitó la idea de que quienes van al pozo de Oxtotempa iban por burla o para quitar la efectividad de los actos de petición de lluvia, y así sucede hasta nuestros días, por lo que consideran que la zona es sagrada.

 

Saqueo de piezas arqueológicas

 

Denunció también que en esa región de Atliaca, aledaña al pozo de Oxtotempa, ha habido mucho saqueo de piezas arqueológicas por parte de algunos extranjeros, muy cerca de esa zona sagrada están Las Chinacas, que es una cueva a la que han entrado extranjeros y han saqueado a esos centros ceremoniales y se llevaron tantas piezas que no tenemos idea de su valor histórico.

Existe otra zona arqueológica en el cerro de Los Paredones, en donde se puede ver a flor de tierra las construcciones prehispánicas.

Señaló que hasta 1920 Atliaca fue cabecera municipal, y después fue sustituida por Apango que en ese tiempo era comisaría, y Atliaca pasó a formar parte de Tixtla.

Algo muy importante que se tiene que informar es que “es tan fuerte Atliaca que no ha perdido su idioma náhuatl, los niños siguen hablándolo, en cambio Apango ya lo perdió totalmente; y no hay que olvidar que es una comunidad que está muy cerca de Tixtla que es un pueblo mestizo, y muy cerca de Chilpancingo, la capital, que también es mestizo muy fuerte. Sin embargo, Atliaca quedó solo pero con su cultura y su fe prehispánica muy fuerte; está también muy cerquita de Almolonga que es otro pueblo mestizo de gente blanca”.

Dice que “algunos lingüistas afirman que el náhuatl que se habla en Atliaca es quizá uno de los más auténticos, entre las muchísimas variantes del náhuatl que se hablan en diversas partes del país; por eso, a pesar de que a esa zona sagrada asisten muchas comunidades, de todos modos Atliaca es el líder religioso del rito de Oxtotempa”.

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