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Levanta Semefo los cuerpos de dos hombres ahogados en playas del puerto

 Jorge Nava * Cerca de un manglar de la playa Barra Vieja, personal del Servicio Médico Forense (Semefo) levantó el cadáver del defeño René Ricardo Salas Aguilar, quien murió ahogado la tarde del martes.

Mientras que a la agencia del Ministerio Público de Costa Azul (MP) acudió ayer la estudiante de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo, Eduviges del Pilar Padilla Mendoza, para reconocer el cadáver del profesor, de origen español y que en vida respondió al nombre de Fernando Rodríguez Gómez, de 42 años de edad, cuyo cuerpo fue sacado a tres millas del mar en Pie de la Cuesta por marinos de la VI Región Naval Militar. Los hechos se suscitaron el martes.Del primer caso, el agente determinador de la agencia del Ministerio Público de Costa Azul, Jorge Luis Zurita Brito, informó que a la identidad cadavérica de Salas Aguilar acudieron sus padres María Aguilar Nájera y Aniceto Salas Juárez.Sobre la averiguación previa Tab/3ª/I/1113/2002-2, comenzada por el delito de homicidio imprudencial, los padres abundaron que su hijo contaba con la edad de 35 años.Indicaron al agente en turno del MP, Simón Larumbe, que su hijo llegó a radicar a Acapulco desde hace tres meses, en compañía de un amigo de nombre Adrián Avila. Agregaron que laboraba en el hotel Mayan Palace.Zurita Brito describió que el cadáver de Salas Aguilar se encontró junto a unos manglares de la laguna de Barra Vieja, frente al restaurante Chilpancingo.Respecto a la muerte del turista español, Zurita Brito explicó que la alumna Padilla Mendoza detalló que Rodríguez Gómez era investigador de la Universidad Autónoma de Puebla, y que el 14 de septiembre a las 9 de la mañana llegaron a esta ciudad para descansar hasta el lunes pasado.De acuerdo con la declaración rendida por la estudiante, tanto ella como el profesor se hospedaron en la habitación 7 del hotel Casa Blanca, ubicado en Pie de la Cuesta.

Abundó que el sábado pasado acudieron a la playa del hotel, misma que se ubica a dos escalones de una escalera del hotel, donde tomaron el sol; incluso señaló que el profesor le advirtió que no se metiera a la playa porque es mar abierto.Añadió que el occiso le hizo la sugerencia porque le dijo que el año pasado descansó en ese hotel y se le advirtió de lo peligroso del mar.Según la joven, del lugar se retiraron a las 15 horas, caminaron por la arena y ya a unos cuantos de la entrada del hotel el profesor le dijo que continuara porque se daría el último chapuzón.Pero –agregó– volteó a verlo y se dio cuenta que Rodríguez Gómez se encontraba en un lugar donde rompen las olas, por lo que corrió al interior del hotel para pedirle ayuda a los salvavidas, pero al llegar sólo vio la mano de su pareja pidiendo auxilio.Padilla Mendoza explicó a la agente en turno del MP, Guillermina Cortés Martínez, que a pesar de que los salvavidas pusieron en peligro sus vidas no pudieron rescatar a Rodríguez Gómez, por ello reportó el hecho en la Capitanía de Puerto y a la Policía Preventiva.La estudiante se retiró a Pachuca, Hidalgo, a las 12:30 horas del lunes 16 de septiembre, después de dejar su datos personales por si se daba con el paradero del profesor.Agregó que fue que el martes, a las 17 horas, cuando se comunicaron con ella de la Armada de México para informarle del hallazgo de una persona ahogada.La testigo declaró al MP que reconoció al profesor por una cicatriz, el cabello cano, la estatura y el traje de baño que portaba el cuerpo en estado de putrefacción que le mostraron en el Semefo.

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