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Rosario Herrera Ascencio

El brigadista número uno

 El gobernador René Juárez Cisneros afirmó el pasado 5 de septiembre en distintos medios de comunicación, que el apoyo a los pobres no surgió hace 15 días. Tiene razón. La práctica de traficar con la necesidad de la gente dándole migajas en cada proceso electoral tiene varias décadas. Es lo inequitativo de un proceso electoral que se pretende democrático, lo que le ha costado al PRD más de300 muertos y encarcelamientos de compañeros que han defendido la democracia en un estado donde la mayoría de la población es pobre, extremadamente pobre.

En las pasadas elecciones constitucionales, en Acapulco, como en otras partes de la entidad, se ha denunciado que en estos tiempos de campaña, el PRI envía camiones repletos de cemento, pacas de láminas y de despensas a los distintos municipios. Cómo olvidar que René Juárez llegó a gobernador a través de la compra y la coacción del voto en 1999. Y que el en ese entonces gobernador sustituto, Angel Heladio Aguirre Rivero, hizo lo mismo que ahora hace René, y pese a que se presentaron pruebas contundentes ante el Tribunal Electoral, no procedieron por el contubernio entre el órgano electoral y el Partido Revolucionario Institucional.

Las necesidades de la gente son empleo, seguridad, sanear las corporaciones policiacas, acabar con la impunidad, el tráfico de influencias, garantizar los servicios de salud y dejar de proteger a funcionarios y funcionarias ineptas como la secretaria de Salud, Verónica Muñoz Parra, que debió ser cesada por su responsabilidad en los casos de dengue hemorrágico que causó la muerte a varios guerrerenses y a la fecha se siguen presentando más.

Mientras, el gobernador anda como el brigadista número uno del PRI impulsando la candidatura de Ernesto Rodríguez Escalona, y todavía dice que no quiere que le anden levantando calumnias.

El gobernador adolece de los valores democráticos porque desde ahora está induciendo el voto, atentando contra la voluntad popular y el derecho ciudadano de elegir con libertad a sus autoridades municipales y a sus diputados.

El Consejo Estatal Electoral no puede ni debe perder de vista que se están violando los preceptos democráticos de libertad, responsabilidad, justicia, igualdad y pluralismo. Su función es cumplir y hacer cumplir la ley para garantizar la legitimidad de gobernantes que fueron elegidos en libertad y con responsabilidad; sólo así contribuirá a mantener la estabilidad política, pues de lo contrario la inconformidad de los ciudadanos podría desbordarse.

El programa “Mano con mano” es a todas luces el instrumento del cual se está sirviendo René Juárez para la inducción al voto y lo está operando personalmente de manera clientelar. Esta aseveración la hago porque a la fecha, el mandatario no hace públicos los criterios para poder acceder a los beneficios de este programa en forma plural. Queremos saber cómo los niños y las niñas pobres, y extremadamente pobres pueden acceder a una bicicleta, o bien cómo lograr los apoyos económicos en las comunidades. Esta no es una calumnia, es una exigencia que los partidos de oposición y las organizaciones sociales debemos plantear porque la amenaza de demandar penalmente a quien lo calumnie, no puede pasar por alto que esté haciendo un trabajo clientelar y todavía se haga el ofendido.

Los ciudadanos queremos saber de qué partidas presupuestales provienen los recursos y las dádivas que anda regalando, si son recursos federales o estatales. Sería importante que los senadores y diputados federales alzaran la voz en el Congreso para poner un alto a este dispendio.

Es necesario que los diputados de la oposición en el Congreso local investiguen a cuánto ascienden los recursos del pueblo que Juárez Cisneros se está gastando en la coacción del voto, porque hace unos meses el gobernador se quejaba de que no había recursos en su administración y solicitó al Congreso estatal la autorización de la ampliación de un crédito por 500 millones de pesos que le aprobaron los diputados priístas, justamente en el periodo preelectoral.

Los ciudadanos tenemos el derecho de pedirle al gobernador que nos rinda cuentas, porque las instituciones y los recursos que utiliza son esenciales para variar la probabilidad de determinados resultados en la contienda electoral.

El PRD y su candidato a la Presidencia Municipal Alberto López Rosas cuentan con las preferencias electorales en Acapulco, como lo indica el reciente sondeo de Alduncin y Asociados, una de las empresas encuestadoras más serias del país. René lo sabe y por eso anda brigadeando. Si estuvieran tan seguros de que van arriba en las encuestas el gobernador no andaría induciendo el voto y gastando recursos que debieran dirigirse al desarrollo social.

En Acapulco los ciudadanos tenemos que convertirnos en defensores de la democracia; esta participación tiene que darse por la defensa del voto libre y difundir con la gente más necesitada que reciban todo lo que les den pero que no voten por ellos, los responsables de la pobreza social y económica, la marginación y el atraso en que nos dejaron los malos gobernantes priístas.

El PRD en Acapulco ya demostró que el dinero bien administrado alcanzó para hacer grandes obras con Zeferino Torreblanca Galindo al frente de la administración.

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