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Encierran en Atliaca a 15 estudiantes de la UAG que dormían en un templo

* Los universitarios, 15 alumnos y un profesor, buscaban fósiles cerca del pozo de Oxtotempa, sitio ceremonial de los nahuas donde cada año hacen la petición de la lluvia * “Ya basta de que los ladinos universitarios profanen la casa de Dios, y nuestras casas”, dijo un joven indígena en una reunión del pueblo * Intervino el rector, Nelson Valle, que pagó una indemnización, y ayer en la tarde fueron liberados

Sergio Ocampo Arista, corresponsal, Chilpancingo * Casi un día de tensión vivieron un maestro y 15 estudiantes de la Escuela de Ciencias Químico Biológicas  de la Universidad Autónoma de Guerrero, luego de que fueron encarcelados a petición de los principales y mayordomos de la comunidad de Atliaca, municipio de Tixtla, quienes consideraron que los universitarios estaban profanando un lugar sagrado.

Los estudiantes y el profesor se encontraban realizando una práctica de campo en busca de fósiles a unos cuantos metros del pozo ceremonial de Oxtotempa, lugar sagrado para los indígenas de esa zona nahua.

Después de 24 horas de la llegada de los universitarios al lugar, este lunes, a las 6 de la tarde, fueron liberados, mediante la intervención del rector de la UAG, Nelson Valle, que propuso una especie de indemnización a la comunidad de 10 mil pesos, que será destinada a mejorar el grupo periférico de la Preparatoria que funciona en esta localidad.

El conflicto se presentó durante una serie de procesiones realizada por los habitantes de Atliaca desde el viernes 13, luego de que según don Alejandro Pocholt, desde hace mes y medio no ha llovido en esa zona, por lo que decidieron sacar al santo patrono, San Salvador, “para que nos mande las lluvias, porque es casi seguro que se pierda la cosecha”.

Relató desde la cácerl el estudiante Renato Ravelo que a partir del domingo por la tarde llegaron a la comunidad de Atliaca y se trasladaron a una montaña en donde se ubica el pozo de Oxtotempa –lugar en el que el día primero de mayo de cada año se realiza la petición de lluvia– para iniciar una práctica de campo de la materia de Paleontología, a cargo del profesor Santiago Barrios Matías, que también es originario de esta comunidad.

Dijo que al llegar a la comunidad se trasladaron de inmediato a la comisaría municipal para notificarle que tendrían una práctica, “acto seguido nos dispusimos a subir el cerro de Oxtotempa, en donde hay un cráter y una iglesia en donde las comunidades indígenas realizan sus ceremonias de petición de lluvia; nosotros no quisimos agredir, simplemente buscábamos fósiles”.

Continuó el estudiante: “Casi a la medianoche nos disponíamos a dormir en casas de campaña fuera de la iglesia y a unos cuantos metros del pozo de Oxtotempa, sin embargo a los pocos minutos empezó a llover y entramos a la iglesia con el fin de protegernos de la lluvia; no buscábamos otra cosa”.

Después un habitante de esa comunidad avisó a los habitantes y a uno de los mayordomos que los estudiantes habían entrado a la iglesia, y un mayordomo ordenó que fueran por ellos. “Justo a la medianoche llegaron al lugar alrededor de cien personas, todos del sexo masculino, que nos tomaron presos, nos esposaron a varios, nos quitaron los zapatos, y nos hicieron caminar descalzos sin ninguna orden de aprehensión”.

Agregó que posteriormente los hicieron caminar descalzos poco más de 500 metros, algunos iban amarrados de los brazos, y las mujeres que iban estaban muy asustadas. “Hubo agresiones verbales constantes, se burlaban en su idioma de nosotros; luego nos subieron a un camión, y después otra vez nos bajaron en una zona muy pedregosa en donde nuevamente nos quitaron los zapatos a todos los hombres y nos volvieron a amarrar”.

Renato Ravelo refirió que los enardecidos habitantes de Atliaca los hicieron caminar varios metros hasta llegar a la comisaría, donde no se les dijo el motivo de su detención, “tomando en cuenta que la orden de aprehensión no fue dada por ninguna autoridad civil, sino por una religiosa del pueblo, en este caso el mayordomo”.

 

Dice el profesor Santiago Barrios que el pueblo malinterpretó las cosas

 

Por su parte, el profesor Santiago Barrios Matías demandó la intervención de las autoridades competentes porque es un problema muy fuerte con la comunidad, y dijo: “Nosotros sólo venimos a recolectar fósiles a esta zona, y por eso pedimos que también intervenga el rector de la UAG, Nelson Valle López”.

Afirmó seguro de lo que decía, que el problema se presentó luego de que empezó a llover lo que motivó a los estudiantes a buscar refugio en la iglesia, y fue cuando se presentaron los mayordomos y principales del pueblo y procedieron a amarrarlos de las manos “y eso constituye una violación a nuestras garantías como individuos”, dijo.

Rechazó que hayan profanado el templo, el problema fue que la gente del pueblo malinterpretó las cosas, “lo que pasó es que estábamos afuera de la iglesia en Oxtotempa, y hacía mucho frío; sabíamos que el templo es un lugar sagrado para nuestra comunidad; tampoco llevábamos cuerdas para descender al pozo.

Luego demandó la libertad de sus alumnos Renato Ravelo, Gisela Pérez Carmona, Ofelia Martínez, Edith Alonso, Ricardo Pérez Carmona, Ezequiel Guerrero Ibarra, Miguel Navarrete, Uriel Santos, Bardomiano Salgado, Alejandro Taboada, Alejandro Barrera Andrade, Salomón Astudillo y Jorge Luis Adame.

Escuchaba atenta una de las estudiantes, que omitió su nombre, y que fue entrevistada en las gradas de la cárcel y en tono desesperado denunció  que “los hombres del pueblo que fueron por nosotros allá arriba iban muy tomados, por eso nosotras estábamos muy nerviosas porque nos decían que íbamos a ser violadas, y eso nos dio mucho temor porque lo repitieron varias veces”.

Pagó el rector una indemnización de 10 mil pesos

Entre tanto, el comisario de Atliaca, Norberto Flores Moreno, señaló que los principales y mayordomos de esa comunidad iban a decidir en una asamblea lo que procedía, y a manera de justificación expresó: “Yo traté de defender lo más que pude a los muchachos dándoles un lugar allá arriba para que se quedaran y estuvieran más cómodos”.

Añadió que después de que dejó a los universitarios, se retiró del lugar “ ya después como a las 5 de la mañana trajeron al maestro Santiago Barrios a la cárcel de la comisaría, ya que a los muchachos los habían traído desde las 12 de la noche; y hoy como a las 7 de la mañana ya había mucha gente esperándome que se impuso, y por más que les insistí que no encarcelaran a la gente de todos modos lo hicieron”.

El comisario de Atliaca reconoció que los principales y mayordomos tienen mucha presencia “hay mayordomos de los festejos de la procesión que se está haciendo; los hay de los festejos de las fiestas populares, y hay otros que son exclusivos de Oxtotempa para las fiestas del primero de mayo”.

Respecto a las sanciones a las que pudieran ser acreedores los universitarios, mencionó que eso lo decidirían los mayordomos: “Y creo que la sanción que se acuerde se podría destinar para la remodelación de la iglesia; incluso los mayordomos se quedaron con las llaves del candado de la cárcel, me las quitaron supuestamente porque se me podía ocurrir soltarlos antes”.

Señaló Flores Moreno que le dijo a la gente del pueblo que “no estaba a favor de los universitarios, ni que quería perjudicar a los mayordomos, lamentablemente este problema se había presentado hace algunos años atrás con unos norteamericanos, que sufrieron la quema de su templo evangélico, pero recientemente no se había presentado un caso como éste”.

Mientras tanto, afuera de la comisaría casi desde el mediodía de ayer se inició un debate encabezado por uno de los principales del pueblo, Alejandro Pocholt, y el comandante de la Policía Judicial  del Estado, César Espinoza, quien fungió de intermediario, pero que no logró convencer a los habitantes que estaban reunidos afuera de la comisaría municipal.

Posteriormente alrededor de las 2 de la tarde llegaron en representación de la UAG, Alejandro Bernabé González, director de Asuntos Jurídicos; Rodrigo Carmona Casiano, director de Información y Publicaciones, y Nicomedes Fuentes Díaz, de Servicio Social, que tampoco pudieron hacer nada debido a la negativa de los mayordomos y principales de la comunidad.

Rodrígo Carmona, entrevistado vía telefónica, manifestó que poco después de las 4 de la tarde, cuando la mayoría de los mayordomos regresó de la peregrinación para pedir a Dios por el regreso de las lluvias, se llevó a cabo una asamblea comunitaria en donde estuvo presente el sacerdote Ignacio Muñiz, el subsecretario de Asuntos Religiosos del gobierno estatal, Javier Bataz, y posteriormente arribó el rector de la UAG, Nelson Valle López.

Resaltó el funcionario universitario que el ambiente en la asamblea era bastante tenso, porque la postura de los lugareños era bastante cerrada, al grado de que un joven gritó: “ya basta de que los ladinos universitarios profanen la casa de Dios, y nuestras casas”.

Señaló que luego de dos horas de discusión, y al percatarse de esta situación, el rector de la UAG Nelson Valle hizo una propuesta para encontrar una salida al problema, y planteó una especie de indemnización por 10 mil pesos para mejorar las instalaciones del grupo periférico de esa comunidad dependiente de la Preparatoria 29 de Tixtla, además de otorgar material de cómputo y de laboratorio, así como pizarrones y butacas.

Finalmente en la asamblea se aceptó la propuesta que hicieran las autoridades universitarias, por lo que el rector Nelson Valle se trasladó a su domicilio particular en la ciudad de Tixtla a conseguir el dinero, y alrededor de las 6 de la tarde el maestro Santiago Barrios Matías y los 15 estudiantes fueron dejados en libertad.

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