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Armando Escobar Zavala

Se pudo hacer y no lo hizo

Tengo la sensación de que el reincidente candidato del PRI, Ernesto Higinio Rodríguez Escalona es un hombre de buenas intenciones, aunque sus propuestas sean contradictorias, ingenuas y primitivas.

Pese al hecho de que tuvo todas las condiciones para hacer estudios de nivel superior, el candidato de la Alianza para Todos no los hizo. En el caso de los negocios de la familia Rodríguez Escalona (sociedades mercantiles), cabe observar que Ernesto es el único de los hermanos que no es responsable de negocio alguno; sin embargo, nadie pone en tela de duda su buen juicio gastronómico y hospitalidad para atender a sus amigos y clientes. Es esta una de sus cualidades irrebatibles. Sabe cultivar la amistad, hacer amigos, es esa su mejor dote. Ernesto Zedillo Ponce de León y René Juárez Cisneros son prueba de ello. No creo que haya sido el cevichero presidencial, porque gestos de su amistad con el ex mandatario del país quedaron como constancia. A ambos los cautivó en poco tiempo, y en el caso del segundo, llegó a desplazar a amigos del actual gobernador que le aventajaban en antigüedad. Las pruebas de los oficios y deberes de la amistad con René Juárez Cisneros han sido múltiples. Lo puso al frente de la Coordinadora de Playas; de la Secretaría de Turismo; incluso de una dependencia creada ex profeso para el delfín, denominada Delegación del Gobierno del Estado en Acapulco, que por su aberración jurídica, administrativa y política tuvo que abandonar y, finalmente, después de su fracasado primer intento de ser alcalde de Acapulco, en un proceso turbio que enlodó a destacados perredistas, el hombre de La Condesa obtuvo el triunfo como diputado federal en el noveno distrito con cabecera en Acapulco.

Por otra parte, coincido con Edgar Neri cuando afirma que Ernesto no tuvo el mejor aval en esta campaña. El Partido Verde Ecologista Mexicano no es más que una franquicia otorgada a la familia González Torres que le ha redituado excelentes dividendos. Es pues, una familia exitosa que se ha enriquecido con los recursos federales que le otorga el IFE por concepto de prerrogativas. Sin recato, Ernesto lo presenta como el aliado de su campaña, cuando sus mejores aliados debieron ser los cientos de ecologistas guerrerenses que se preocupan y ocupan de nuestra ecología todos los días y no sólo en campaña.

Pese a ser responsable de la política turística en una etapa del actual gobierno estatal, Rodríguez Escalona pudo hacer muchas cosas en materia de turismo, pero no las hizo. Insustanciosa, sin fundamento, carente del mínimo sentido común es su oferta en esta materia. Uno a uno, se ha ido desgranando la mazorca de sus “polémicos anuncios” en los medios impresos y electrónicos. Curiosamente no ha sido su principal contrincante Alberto López Rosas ni su equipo de campaña, quien los ha debatido y echado por la borda, sino el ciudadano común que describe Jesús Lépez en su columna Tour Histerias, “que ha invertido esfuerzos y sus escasos recursos en estudiar alguna carrera”. Ese ciudadano que con su voto determina el rumbo de nuestro municipio. Esto me confirmó que la formación profesional, si bien no es determinante para presentar propuestas, sí es necesaria para dar sustento a lo que se dice. Con argumentos sencillos e irrebatibles el periodista Jesús Lépez demuestra la falta de seriedad con la que el candidato tricolor aborda asuntos esenciales de la actividad turística.

Continúo. Sobre la intencionalidad del candidato de la Alianza, insisto, no hay duda, es buena, casi inocente, pero sus planteamientos de campaña, más que futuras acciones de gobierno, son graciosas ocurrencias, impracticables y en algunos casos absurdas: el manoseado tema del Maxitúnel; el del Agua para Todos, todos los días: los cruceros que vendrán; el vuelo que se nos fue y el chorro que cubrirá todas nuestras hidronecesidades, son algunos de sus anuncios espectaculares que nos han dejado perplejos, por su nula viabilidad. Me resisto a creer que sea un político mentiroso, porque aún preservo la esperanza de que la política no es el mejor lugar para el engaño. Pero son tantos los dislates de su campaña que empiezo a dudar de la verdadera buena fe de Ernesto Higinio.

Por los datos mesurados del reconocido turistólogo, José Cedano Galera, director de la Agencia Expoenlace, la opinión autorizada de Luis Fernando Pérez Garza, gerente distrital de Aeroméxico, y los comentarios de Carlos Velásquez Cerda, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Acapulco, estamos ya enterados de que el vuelo 462 Acapulco-Los Ángeles, “que dejamos ir” como dice el candidato de la Alianza, volverá como estaba programado el próximo mes de noviembre. Es lamentable que el expresidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, recurra a estas argucias para tratar de obtener la simpatía del electorado. Para conducir los destinos de Acapulco, quizá resulte necesario hablar el idioma ingles como pregona el candidato del PRI, pero es mas importante hablar con la verdad.

¿Cómo olvidar que el candidato de la Alianza era el supersecretario de Planeación Municipal durante la tragedia de Paulina? ¿Cómo olvidar que miles de acapulqueños padecimos sed y entonces no estuvo en su agenda el programa “Agua para todos, todos los días”?, ¿Cómo olvidar la rabia reprimida que provocaba ver que decenas de garrafones de agua se destinaban a los hogares de los funcionarios municipales y estatales para cubrir sus elementales necesidades, mientras miles padecían sed? ¿Cómo olvidar que los funcionarios municipales priístas lucraban con los alimentos y agua que nos enviaban de distintas partes de la República para mitigar la tragedia? ¿Cómo olvidar que fue el Ejército Mexicano quien vino a poner orden y fin al cínico saqueo de esa ensoberbecida casta priísta? ¿No fue el propio presidente Zedillo quien ordenó hacerlos a un lado, ante el asqueroso saqueo del equipo y la nula autoridad moral del alcalde Juan Salgado Tenorio, hoy flamante coordinador de la campaña del PRI en el distrito 13? Por la memoria de nuestros muertos, por la herida provocada por la negligencia de las autoridades priístas, heridas abiertas que aún se resisten a cicatrizar, el próximo 6 de octubre la inmensa mayoría de los acapulqueños emitirán su voto por un partido distinto al PRI.

El vuelo 462 volverá, con o sin Ernesto Higinio, pero aquellos que saquearon el erario municipal, aquellos que siguen lucrando con la pobreza de nuestra gente, esos no volverán.

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